AL CRUZAR EL LÍMITE

AL CRUZAR EL LÍMITE

Al cruzar el límite, es una película de acción muy interesante para comprender el papel del médico-investigador en la medicina de hoy día y los problemas éticos relacionados con la investigación clínica. Aunque la película es de 1996 los temas que plantea siguen siendo de mucha actualidad y de gran interés para un joven estudiante que empieza a acercarse los problemas éticos de la medicina. Lo mejor de la cinta radica en la humanidad de sus personajes, no todos son “buenos y malos”. Los dilemas morales que se abordan son la eutanasia, las prioridades en cuanto a elección y selección de pacientes,  la investigación médica en seres humanos y la eterna incertidumbre si el fin justifica los medios. Otro punto es la hipocresía del ser humano, en un mundo lleno de calles y monumentos con nombres de Dictadores y Genocidas, mientras que médicos y científicos confieren sus apellidos a enfermedades, virus y bacterias.

Si bien es cierto, el film es basado en la bioética por experimentos humanos, pero en la sociedad vemos abusos políticos y sociales, pues todas las personas poseemos dignidad, no podemos ser tratados como animales por creer “que no tenemos valor”.

Por lo tanto, la esencia de esta película se basa en el conflicto ético de causar daño a unos pocos para beneficiar a muchos: lo que podemos llamar beneficencia versus autonomía. Entonces, hacemos referencia a la máxima “el fin justifica los medios” fue atribuida a Nicolás Maquiavelo por su pensamiento político caracterizado por muchos investigadores como déspota, frío y amoral. Según esta premisa, un gobernante debería utilizar todos los medios disponibles a su alcance, sin limitarse por la moral o la ética, con el objetivo de conseguir una meta que lo merezca. Maquiavelo, no obstante, no ha de observarse como un ser inhumano y privado de sentimientos. Simplemente, hay que ubicarlo en una época marcada por la inestabilidad social y política, en la que diferentes teorías políticas luchaban por conseguir un método efectivo con el que controlar todos los problemas del siglo XV y XVI, sin que todo el Gobierno caiga en el intento.

En la actualidad no podemos ser indiferentes con lo que pasa a nuestro alrededor, pues los avances tecnológicos y médicos han dado lugar a la salvación de muchas vidas, pero ¿hasta que limite?, ¿vulnerando los derechos de los más débiles? ¿Destrozando la dignidad del prójimo? En la película, nos muestra que no somos Dios y no tenemos el derecho de autodenominarnos “héroes” de la sociedad, creyendo que nuestros actos serán justificados por el objetivo que se tenga establecido. Nuestro padre Dios, nos enseñó que para lograr una meta noble, buena y digna, no se debe utilizar medios ilícitos, insolidarios e inhumanos.

Pero esto sucede porque los valores y principios no tienen peso y solo vemos el bienestar material y corporal de las personas, sin percatarnos del inmenso valor del espíritu. Todos los hombres tenemos la misma dignidad y ésta será reforzada tanto cuanto elijamos y formemos nuestro espíritu, no solo nuestro cuerpo.

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