Diamante De Sangre

Toda película intenta contar una historia que puede o no ser reflejo de realidades que, aunque sea en el medio de la ficción, reproducen un único drama.

“Diamante de sangre” es una historia abarrotada de penuria y horror. El horror de observar a los niños soldados que en África siguen siendo carne para la más desalmada violencia. El horror de saber que las piedras preciosas que en el mundo de los adinerados se lucen como efigie de la belleza, en realidad, son el trabajo de un sinfín de personas, presas de la esclavitud, que pagaron con sangre.

La película protagonizada por Danny Archer (Leonardo DiCaprio), un inescrupuloso traficante de diamantes, Maddy Bowen (Jennifer Connelly), una periodista visionaria,  y un hombre africano llamado Solomon Vandy (Djimon Hounsou), se sitúa en la guerra sanguinaria acaecida en Sierra Leona donde se enfrentaba el Ejército de Sierra Leona contra los rebeldes del Frente Revolucionario Unido (F.R.U.) entre los años 1991 y 2000 que acabó con la vida de 120.000 inocentes.

En ésta película se puede apreciar un encuentro entre dos mundos completamente diferentes, un choque entre la cultura africana y la occidental.

Por una parte, guerrilleros y soldados enfrentaban una guerra civil. Dentro del caos, los insurrectos “impartían justicia” con sus métodos poco ortodoxos; abusaban de la situación asesinando sin piedad alguna a quien se les atravesara en el camino, amedrentando a la población con despiadados actos, explotando a los prisioneros de guerra, forzándolos a extraer diamantes de la tierra.

Por otra parte, los llamados “hombres blancos” motivados por la ambición, efectuaban tráfico ilícito de armas para los opositores a cambio de diamantes sangrientos para luego comercializarlos ya sea en el mercado negro o en las grandes joyerías, enmascarando o simplemente ignorando su verdadera procedencia, como si fuera de poca importancia. Como si el fin justificara los medios.

A diferencia de otras películas sobre África, Diamante de sangre deja de un lado el esteticismo y el glamour para priorizar la denuncia. 

Sí, es incuestionable la cuantiosa cantidad de injusticias cometidas durante aquella pugna. Iniquidades como la tortura, la esclavitud y el genocidio exponen el verdadero crimen contra la humanidad, no sólo por los millones de apartados y arrojados a la miseria sino también por el caso de los niños soldados que sólo en este continente la cifra es cercana a los 200.000 niños preparados para matar sin conciencia alguna.

Me pregunto ¿Qué hay de los derechos humanos? ¿Y de las organizaciones mundiales para mantener la paz? Era innegable la preocupación por las violaciones de los derechos humanos y el derecho humanitario cometidas en Sierra Leona, pero los intentos de acabar con la guerra fueron vanos. El caos parecía

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