Como Hacer Negocio Con Corea Del Sur

¿Cómo hacer negocios con surcoreanos? (I)

mar 25

El protocolo corporativo es un aspecto esencial a la hora de hacer negocios no ya en Corea del Sur, sino en cualquier otro país del mundo, sobra decirlo. Las formas, los gestos y los procedimientos en las relaciones empresariales han de ser tenidas muy en cuenta si queremos llevar a buen puerto nuestras pretensiones. En el caso de Corea, a pesar de su condición de país aliado y socio comercial de Estados Unidos y la Unión Europea, pesan mucho su idiosincrasia y cosmovisión.

Y es que la cultura de los países de Asia del Este – el que nos ocupa, o China, Japón, Singapur, etc – difiere mucho de la occidental (Europa, América y Australia) en no pocos ámbitos. Desde luego que en desarrollo, innovación y dinamismo económico los orientales se asimilan e incluso aventajan a los occidentales, pero no todo es igual en el mundo de los negocios, y mucho menos en las formas, es decir, en el protocolo.

El protocolo empresarial es parte del protocolo en su conjunto: también hay más tipos: oficial, social, religioso, universitario… Y el protocolo es un rasgo de la cultura. Por tanto, si queremos comprender las bases del protocolo en Corea del Sur, y en particular el empresarial, antes hemos de conocer el trasfondo cultural que rige la sociedad de este país. Y hay una filosofía fundamental que explica, en gran medida, el espíritu y las formas de la nación coreana: el confucionismo.

El confucionismo no es una religión, es una filosofía, una forma de vida y de pensar, un modo de entender y organizar la sociedad y el Estado. Confucio fue un pensador chino que nació en el año 551 antes de Cristo y cuya influencia ha sido decisiva en el devenir histórico-cultural de su propio país y el Extremo Oriente en su conjunto, incluida Corea del Sur, donde sus doctrinas han sentado cátedra desde hace siglos hasta la actualidad.

Hay factores de esta filosofía fundamentales para entender el protocolo empresarial en Corea del Sur. El altísimo valor que se da a la jerarquía, el respeto absoluto por la autoridad y la importancia de la edad y la experiencia son aspectos fundamentales a observar. También es esencial comprender lo trascendental de las relaciones sociales y la confianza mutua. Asumir todas estas premisas, directamente heredadas de las ideas de Confucio, es el primer paso para tratar con surcoreanos.

En Occidente estamos acostumbrados al estilo directo, a resolver los negocios con premura y en ocasiones, peor aún, con precipitación. Aquello de “¿qué hay de lo mío?” o “vayamos al grano” no funciona en Corea del Sur. No hay que pensar que los coreanos son lentos o pasivos, nada más lejos de la realidad. Son activos, hacendosos y hábiles. Pero a la hora de comenzar una relación empresarial las cosas funcionan

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