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Errores y operaciones fallidas combinadas


Enviado por   •  28 de Febrero de 2013  •  Tesinas  •  9.773 Palabras (40 Páginas)  •  959 Visitas

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PSICOPATOLOGIA DE LA VIDA COTIDIANA (1901)

ERRORES Y OPERACIONES FALLIDAS COMBINADAS

La mayoría de los seres humanos y es posible decir que todos, presentamos olvidos y errores que la gran mayoría de las veces no analizamos ni entendemos porque justo en el momento que se requiere recordar, cierta palabra o nombre desaparece del alcance de la memoria y sabemos que existe ese recuerdo pero no concebimos traerlo en el momento justo que se necesita ,y más aun muchas veces es necesario que se pronuncie en el mundo externo para poder recordarlo ya que en el almacén de los recuerdos no está disponible y vienen a rescatar la situación intentos de recuerdos que sabemos son incorrectos pero que están o llegan en calidad de puente para el recuerdo requerido.

Durante el capítulo X, hace referencia a los ejemplos que describe a lo largo del libro, en particular al inicio en donde cabe citar el apartado del olvido de los nombres propios y la estructura del esquema que realiza Freud para explicar la asociación y construcción del olvido, el colocar en lugar del nombre esta construcción de diferentes palabras que vienen a ser una conexión con la que en verdad se solicita a la memoria y que por algún motivo llega por medio de asociaciones que si bien tienen que ver de cierta forma se sabe que son incorrectas reconociblemente,

de igual forma como lo es reconocible de inmediato el nombre olvidado y solicitado en la oración a expresar. Los ejemplos de este, son como el citado: el pintor, Signorelli, que si bien no tiene un gran parecido este nombre, con los intentos de recuerdo, si hay una asociación y es que los nombres dados son de pintores (Botticelli y Boltraffio), sería muy poco usual que el o los nombres que diera no fuesen de pintores sino más bien de otras profesiones como científico o médicos, y entonces como lo mencionaba se reconoció de inmediato lo erróneo de dar por respuestas estos nombres, aun cuando el error no era tan desviado del ámbito solicitado. Sin embargo este olvido no es casual, tal como lo menciona

Freud, el olvido proviene de lo reprimido, de ese algo que no queremos expresar y que justificamos con el olvido siendo esta una forma de excusarse hacia los demás y hacia nosotros mismos, la intencionalidad de este ejemplo del pintor, ya en un análisis más a fondo, viene a ser el evitar recordar el nombre por el origen territorial del que este proviene y así pues evitar tocar temas controversiales que para la gente de esa época seria de mal gusto o mal vista, aunque para Freud sea de lo más interesante, y por ende viendo esta situación la memoria manda este recuerdo al material reprimido como método de protección

y resguardo temporal, ya que inevitablemente será recordado en otro momento y lugar consiguiendo las condiciones apropiadas, o bien reconocido en cuanto sea escuchado del mundo externo, por ende otras veces la represión se verifica sin que la función sufra trastorno alguno o, como podríamos decir justificadamente, sin síntomas.

Resumiendo las posibles condicionantes del olvido de los nombres, acompañados del recuerdo erróneo serán los siguientes:

1º.Una determinada disposición para el olvido del nombre de que se trate, como se menciono en el ejemplo de Signorelli la predisposición fue evitar temas controversiales debido a la importancia que tenía mencionar su nacionalidad y que esta fuese tema inevitablemente interesante para Freud pero incomodo para la otra persona.

2º.Un proceso represivo llevado a cabo poco tiempo antes. Este no es consciente, sino más bien se concluye de la existencia de dicho proceso al realizar el análisis de las causas del olvido.

3º.La posibilidad de una asociación externa entre el nombre que se olvida y el elemento anteriormente reprimido.

Esta última condición no debe considerarse muy importante, pues la asociación externa referida se establece con gran facilidad y puede considerarse existente en la mayoría de los casos. Otra cuestión de más profundo

alcance es la de si tal asociación externa puede ser condición suficiente para que el elemento reprimido perturbe la reproducción del nombre buscado o si no será además necesario que exista más íntima conexión entre los temas respectivos. El ejemplo de error acerca del mito en el que Zeus castra a su padre Cronos y lo había destronado, está citado de manera errónea ya que es una generación atrás en la que se realiza este acto, siendo Cronos quien castra a su padre Uranos. En este ejemplo como en el de Signorelli se cumple los parámetros mencionados en el párrafo anterior, hay un vínculo asociativo que contextualiza el olvido en caso de Signorelli y no lo deja salir de ese ambiente haciendo el error menos evidente. Freud habla de una memoria infiel, de un recuerdo suplantado.

Así pues podemos decir que el error puede ser también llamado insinceridad y/o desfiguración que definitivamente esta cubriendo un algo que se encuentra reprimido, y que de igual forma esta desconfigurado puede ser de manera deliberada.

Un factor importante en el error, es que están implícitos sentimientos siendo estos, parte de lo que no se quiere expresar, y pueden ser de enojo o tristeza ya que regularmente son los sentimientos que reprimimos con mayor recurrencia.

La ignorancia temporaria es citada en un ejemplo en el

que el mismo Freud es participe, en esta la situación radicaba en el desacuerdo que se encontraba Freud de que su paciente viajara si estaba en tratamiento, luego entonces los libros eran auxiliares para realizar ese viaje. Freud no mostro su desacuerdo de forma oral, comentándole las razones por las cuales quería que desistiera de dicho viaje, y sin embargo cuando reconoció la resistencia que tenia a prestarle dichos libros de los cuales confundió uno de ellos y posteriormente se dio cuenta, se vio obligado a sincerarse expresando su desacuerdo hacia dicho viaje.

El mecanismo del error parece el más laxo entre todas las operaciones fallidas; vale decir: la ocurrencia del error indica en todos los casos que la actividad anímica en cuestión tuvo que luchar con algún influjo perturbador, pero ello sin que la cualidad mismo del error este determinada por la cualidad de la idea perturbadora que permaneció en la sombra. En el caso del desliz en el habla, siempre que cometemos un desliz en el habla se puede inferir una perturbación debida a procesos anímicos situados fuera de la intención y que a menudo obedecen a la semejanza, la comodidad o la inclinación a darse prisa, sin que lo perturbador haya conseguido instalar un fragmento de su propio carácter en la equivocación resultante a raíz de aquel desliz.

Es solo

la solicitación del material lingüístico la que posibilita el determinismo de la equivocación y le marca también sus límites.

Durante este capítulo Freud se cita como ejemplo de los errores a analizar, sin embargo, comenta que no desea ser solo el motivo de análisis, por lo que cita otros ejemplos de entre sus pacientes.

Uno de ellos es la del Hombre que debe romper relaciones con la amante, y al parecer esta decisión implica una gran resistencia de parte del paciente ya que cada vez que habla con ella inicia la lucha por desacostumbrarse de esa mujer, por ello Freud le prohíbe hablarle y comunicarle su decisión por escrito. Cuando el paciente se esta ocupando de redactar la carta se le ocurre una duda, si deberá citar el nombre del doctor en la carta a lo que decide llamarle para conocer su instrucción, para su sorpresa no es Freud quien contesta sino la mujer quien se extraña de la llamada y la forma en que el se dirige hacia el otro lado del auricular. En este ejemplo el paciente en verdad solicito hablar con el Medico pero quizá podríamos llamarlo costumbre y en parte importante su deseo reprimido de llamarle a la amante cometieron este error.

Como puede uno satisfacer por medio de un error un deseo malamente sofocado. El ejemplo cita lo siguiente: Cierto colega querría gozar de un día franqueando sin

que nada lo molestase, pero debe hacer una visita en Lucerna, cosa que no le regocija; tras larga reflexión, se resuelve a viajar hasta allí a pesar de todo. Para distraerse, lee los periódicos en el trayecto de Zurich a Arth-Goldau; en esta ultima estación trasborda de tren, y prosigue la lectura. En la continuación del viaje el guarda le revela que ha subido a un tren equivocado, a saber, al que regresa de Goldau a Zurich, cuadno había tomado pasaje a Lucerna. -Que sucede en este ejemplo, la resistencia que presento a ir a este viaje que molestaba sus planes se vio desplazada cuando de manera inconsciente realizo un acto fallido que lo llevo al mismo lugar de donde salió, evitando su llegada al destino planeado de manera desagradable.

La desmemoria, está destinada a cumplir un deseo al que uno supuestamente ha renunciado, luego entonces esta también se vale de artificios para ocultar mejor aun el propósito inconsciente.

Los actos o acciones fallidas, son situaciones que deseamos no hacer pero que regularmente debemos hacer, por ello surgen equivocaciones en ciertos detalles fundamentales para su realización. Ejemplo de esto es el citado acerca de mandar una carta, lo cual dice no saber porque había estado varios días en su escritorio sin mandarla, a lo cual me parece existía una resistencia que ocasiono que

la acción fallida se repitiera varias veces cambiando sus recursos para mantener dicha resistencia, ya que cuando se decide a mandarla sucede que la primera vez la deposito en el correo sin dirección pero le fue devuelta debido a esto, luego le coloco el dato faltante pero esta vez no le coloco el sello postal, así después de este último acto fallido tuvo que confesarse su aversión a enviar la carta.

Otro de los casos que me parece relevante para la ejemplificación de los actos fallidos, por sus posibles causas latentes, es la del muchacho que olvida el reloj que jamás se quita, y posteriormente como necesita uno y de paso tenia planeada una visita una mujer que le era de agrado, decide pedirle prestado el suyo prometiendo devolverle mañana la prenda, así pues cuando debe regresarle el reloj se da cuenta que de nuevo no trae reloj, que debía regresar, pero si el propio, luego entonces decide que debe entregarlo para lo que en otro intento por regresarlo, con enojo y asombro se da cuenta que ha olvidado de nuevo el reloj de él y el de la dama.. Sin embargo, los motivos de fondo no aluden solo a un descuido de aquel reloj tan indispensable en la vida o compromisos de aquel hombre, sino que llevan las siguientes posibilidades según la acción sintomática expresada o evidenciada: un familiar que necesitaba dinero y

para lo cual en alguna ocasión anterior ya había solicitado el mismo favor, esta vez el familiar ha empeñado su reloj y le solicita a este muchacho que le envíe el dinero para recuperarlo, siendo esto molesto para el dado que en otras ocasiones ya le había ayudado. Luego entonces a situación radica en resguardar su propio reloj de la necesidad de aquel primo que ahora no tiene uno, y así mismo decide que no quiere darle ese dinero que el ha ganado por si solo. También el olvido quiere decir más o menos lo siguiente, el hecho de que siempre tenga que ayudarlo sacrificando su dinero a favor de las necesidades de aquel familiar le llevara a una situación en la que tendrá que ayudarlo más y terminara por entregarle todo lo que a el le ha costado tanto. Esta situación le enoja por lo que el que se siga repitiendo la acción fallida habla de que sigue provocando ruido en lo inconsciente para traspasar esta preocupación de resguardar sus valores o pertenecías hasta aquel reloj que había pedido prestado. Esto nos lleva deducir que el traer los dos relojes le causa una sensación de abundancia que pretende eliminar al olvidar ambos relojes, con la oración que podría rezar algo así: yo tengo dos relojes cuando a mi pariente a perdido el suyo y tiene una gran necesidad. Así pues otro de los motivos más evidentes, es el agrado

que le causa el visitar a la dama, por este motivo y el que lo olvide le da otra oportunidad de volver a visitarla además de la cita que ya tenía planeada y en la que aprovecharía para devolver dicho reloj. En ella están que no quiera regresar el reloj dado que quiera guardarlo como recuerdo. Por último otra de las posibilidades es que a este hombre le diera pena revisar la hora en un reloj de mujer como esa tarde en la que lo solicito y por ello no quería volver a llevarlo consigo. La puntualización es que debía devolverlo en este caso la acción sintomática inconscientemente cumplida, que se revela como una formación de compromiso entre mociones de sentimientos contrarias y como un triunfo de la instancia inconsciente, conquistado a alto precio.

El extravió, la rotura y el olvido como expresión de una voluntad contraria refrenada, se cita un ejemplo en el que los deseos reprimidos se valen de ciertas artimañas no del todo favorables como lo es el de los negativos que debe prestar pero que no desea hacerlo por ello, luego entonces sus acciones se dedican a sabotear dicha tarea que es la de encontrar los negativos para armar unas diapositivas y prestarlas a quien se las había solicitado. Lo primero que sucede es que aparentemente no las encuentra aun cuando el mismo ha puesto de lado la cajita donde están los buscados

negativos y justifica su acción inconsciente al revisar todas y cada una de las cajitas a excepción de la que solicitada que precisamente tiene el nombre a la vista, es decir seria reconocida aun sin revisar el contenido, luego entonces se da cuenta de esta omisión y comienza a realizar la labor sin mucho ánimo bajo la consigna previa de darse cuenta que quizá no quiere prestarle las diapositivas a su hermano. Al iniciar arruina una de ellas apretándola cosa que nunca le había sucedido, también se le cayó, pero logro que no se rompiera, asi esto volvió a suceder con toda la cajita y afortunadamente no se rompió y si embargo tras a haber terminado pasaron varios días antes de enviarlas ya que cada día tornaba a olvidar enviarlas.

Ahora podemos puntualizar que el olvido, el error y el acto fallido están relacionados unos con otros y entonces los podemos encontrar juntos o por separado, estos requieren de ciertas condiciones como se menciono en un principio, y se desarrollan dentro de ciertos parámetros como son las emociones o sentimientos, deseos reprimidos que salen a la luz, o acerca de cosas o situaciones que se desea evitar, el inconsciente se encarga de hacer notar sus deseos de manera posterior y sus motivaciones se hallan en el análisis más profundo acerca de dichos errores, olvidos o acciones falladas.

ENSAYO PREVIO BORRADOR

-OLVIDO DE NOMBRES PROPIOS

Freud toma el olvido de nombres (perdida de memoria espontanea) algo que talvez es poco importante para la mayoría de personas y que parece algo relacionado con la neurología, el toma un punto de vista muy interesante, viéndolo como un mecanismo. A muchas personas no solo se les olvida el nombre sino que además cuando tratan de recordarlo lo hacen herroneamente o sea que lo cambian según Freud hay una conexión entre el nombre correcto y el que se introduce en la mente.

Todo empezó cuando Freud olvido el nombre de un artista que talvez no fue el primero en olvidar pero si el primero en el que se dio cuenta que lo había hecho, lo curioso es que al querer recordarlo le vinieron a la mente el nombre de otros dos pintores, empezó a investigar el porque los había confundido y llego a la conclusión de que:

a. Una determinada soltura para el olvido del nombre de que se trate.

b. Un proceso represivo llevado a cabo poco tiempo antes.

c. La posibilidad de una asociación externa entre el nombre que se olvida y el elemento anteriormente reprimido.

d. según Freud hay un motivo oculto que nos hace olvidar el nombre, como elquerer olvidar cosas que hayan pasado relacionadas a lo que paso con lo que se olvido.

e. los nombres que recordó tenían que ver con el nombre que olvido dividiendo el nombre su tienene en común, en este caso la terminación (elli)

afirma también que junto a los sencillos olvidos de nombres propios aparecen otros motivados por represión debido a Que queremos olvidar pero

que en nuestro inconsciente permanecen queriendo salir.

II. -OLVIDO DE PALABRAS EXTRANJERAS

Ès mas fácil olvidar palabras en un idioma extranjero que en nuestro propio idioma.

Freud expone que todos y cada uno de los casos que se sometan al análisis, conducirán siempre al descubrimiento de «casualidades» muy extrañas.

en esre capitulo observamos las diferencias y el parecido de los dos modelos del olvido de nombres y presenta un segundo mecanismo del olvido: la perturbación de un pensamiento por una contradicción interna proveniente de lo reprimido.

III. -OLVIDO DE NOMBRES Y DE SERlES DE PALABRAS (*)

Freud ejemplifica el olvido de algunas partes de una poesía, y citando a C. G. Jung expone otro caso de olvido de varias palabras consecutivas de una poesía conocida.

Además, nos presenta el caso, no muy común, en que el olvido se pone al servicio de nuestra discreción en momentos en que ésta se ve amenazada del peligro de sucumbir a una caprichosa veleidad. De este modo, la falla se convierte en una función útil, y cuando nuestro ánimo se serena hacemos justicia a aquella corriente interna, que anteriormente sólo podía exteriorizarse por una falla, un olvido, o sea una impotencia psíquica.

“¡He analizado numerosos casos de olvido o reproducción incorrecta de varias palabras de una frase asegura S. Freud-, y la conformidad de los resultados de estas investigaciones me inclina a admitir que el mecanismo del olvido posee validez casi universal. Lo que de común tienen todos estos casos, sin distinción del

material, es que lo olvidado o deformado entra en conexión, por un camino asociativo cualquiera, con un contenido psíquico inconsciente, del que parte aquella influencia que se manifiesta en forma de olvido.”

Señala también el texto que el motivo del olvido de un nombre puede ser también algo más sutil; puede ser, por decirlo así, un rencor «sublimado» contra su portador. Nos da varios ejemplos de personas y olvidos y de las situaciones en que se dan y los interpreta para concluir en que “las cosas se olvidan cuando nos remiten a algo que nos molesta.”

Debemos interesarnos no sólo por los motivos del olvido de nombres, sino por el mecanismo de su proceso. En un gran número de casos se olvida un nombre, no porque haga surgir por sí mismo tales motivos, sino porque roza por similitud de nombre o de la cadencia de la palabra (similicadencia) otro nombre contra el cual se dirigen aquéllos. Se comprende que tal debilitación de las condiciones favorezca extraordinariamente la aparición del fenómeno. El mecanismo del olvido de nombres, o más bien de su desaparición temporal de la memoria, consiste en la perturbación de la reproducción deseada del nombre por una serie de ideas ajenas a él e inconscientes por el momento. Entre los motivos de esta perturbación resalta la intención de evitar que el recuerdo despierte una sensación penosa o desagradable. En general, pueden distinguirse dos casos principales de olvido de nombres: cuando el nombre mismo hiere algo desagradable o cuando se halla en contacto con otro capaz

de producir tal efecto, de manera que los nombres pueden ser perturbados en su reproducción, tanto a causa de sus propias cualidades como por sus próximas o lejanas relaciones de asociación. Un vistazo a estos principios generales nos permite comprender que el olvido temporal de nombres sea el más frecuente de nuestros rendimientos fallidos. El autor también hace constar que el olvido de nombres es altamente contagioso y que este “olvido colectivo” es, en realidad, un fenómeno de la psicología de las masas que no ha sido todavía objeto de la investigación analítica.

IV. -RECUERDOS INFANTILES Y RECUERDOS ENCUBRlDORES

Sabemos que en los más tempranos recuerdos infantiles de una persona parece haberse conservado, en muchos casos, lo más indiferente y secundario, mientras que frecuentemente, encontramos que de la memoria del adulto han desaparecido -sin dejar huella- los recuerdos de otras impresiones importantes, intensas y llenas de afecto, pertenecientes a dicha época infantil. Esto se debe a que los recuerdos infantiles deben su existencia a un proceso de desplazamiento y constituyen un sustituto de otras impresiones verdaderamente importantes, cuyo recuerdo puede extraerse de ellos por medio del análisis psíquico, pero cuya reproducción directa se halla estorbada por una resistencia. Dado que estos recuerdos infantiles indiferentes deben su conservación no al propio contenido, sino a una relación asociativa del mismo con otro contenido reprimido, creemos que está justificado el nombre de recuerdos encubridores.

Existe

una peculiaridad de la relación temporal entre el recuerdo encubridor y el contenido que bajo él queda oculto. El contenido del recuerdo encubridor pertenece a los primeros años de la niñez, mientras que las experiencias mentales por él reemplazadas en la memoria (y que permanecían casi inconscientes), corresponden a años muy posteriores de la vida del sujeto. Esta clase de desplazamiento fue denominada retroactivo o regresivo. Quizá con mayor frecuencia se encuentra la relación inversa, siendo una impresión indiferente de la primera infancia la que se fija en la memoria en calidad de recuerdo encubridor, a causa de su asociación con una experiencia anterior, contra cuya reproducción directa se alza una resistencia. En este caso los recuerdos encubridores son progresivos o avanzados. Lo más importante para la memoria se halla aquí cronológicamente detrás del recuerdo encubridor. Por último, puede presentarse también una tercera variedad: la de que el recuerdo encubridor esté asociado a la impresión por él ocultada, no solamente por su contenido, sino también por su contigüidad en el tiempo. Estos serán recuerdos encubridores simultáneos o contiguos. El olvido de nombres no constituye más que una perturbación momentánea - pues el nombre que se acaba de olvidar ha sido reproducido cien veces con exactitud anteriormente y puede volver a serlo poco tiempo después -; en cambio, los recuerdos encubridores son algo que poseemos durante largo tiempo sin que sufran perturbación alguna, dado que los recuerdos infantiles

indiferentes parecen poder acompañarnos, sin perderse, a través de un amplio período de nuestra vida. “Mi opinión asegura Freud-, es que miramos con demasiada indiferencia el hecho de la amnesia infantil, o sea la pérdida de los recuerdos correspondientes a los primeros años de nuestra vida, y que no nos cuidamos lo bastante de desentrañar el singular problema que dicha amnesia constituye. Es muy posible que este olvido de nuestra niñez nos pueda dar la clave para la comprensión de aquellas amnesias que, según nuestros nuevos conocimientos, se encuentran en la base de la formación de todos los síntomas neuróticos. Poderosas fuerzas correspondientes a una época posterior de la vida del sujeto han moldeado la capacidad de ser evocadas de nuestras experiencias infantiles, y estas fuerzas son probablemente las mismas que hacen que la comprensión de nuestros años de niñez sea tan difícil para nosotros.

V. -EQUIVOCACIONES ORALES (`Lapsus linguae')

El material corriente de nuestra expresión oral en nuestra lengua materna parece hallarse protegido del olvido; pero, en cambio, sucumbe con extraordinaria frecuencia a otra perturbación que conocemos con el nombre de equivocaciones orales o lapsus linguae. Cuando se observa uno a sí mismo estando buscando un nombre olvidado, se advertirá, con relativa frecuencia, que se está convencido de que la palabra buscada comienza con una determinada letra. Esta convicción resulta luego igual número de veces infundada que verdadera, y hasta me atrevo a afirmar que la mayoría

de las veces es falsa nuestra hipotética reproducción del sonido inicial. Si se acepta la conjetura de que un mecanismo similar al señalado en el olvido de nombres intervenga también en los fenómenos de equivocaciones orales, se llegará a un juicio más fundamentado sobre estos últimos. La perturbación del discurso que se manifiesta en forma de equivocación oral puede, en principio, ser causada por la influencia de otros componentes del mismo discurso; esto es, por un sonido anticipado, por un eco o por tener la frase o su contexto un segundo sentido diferente de aquel en que se desea emplear. Pero, en segundo lugar, puede también producirse dicha perturbación por influencias exteriores a la palabra, frase o contexto, ejercidas por elementos que no se tiene intención de expresar y de cuyo estímulo sólo por la perturbación producida nos damos cuenta. Confío en que estas reglas por mí expuestas habrán de ser confirmadas por todo aquel que las someta a una comprobación práctica; pero es necesario que al realizar tal examen, observando una equivocación oral cometida por una tercera persona, se procure llegar a ver con claridad los pensamientos que ocupaban al sujeto. Numerosas observaciones me han demostrado que lq sustitución de una palabra por otra de sentido opuesto es algo muy corriente. Tales palabras de sentido contrario se hallan ya asociadas en nuestra consciencia del idioma. Yacen inmediatamente vecinas unas de otras y se evocan con facilidad erróneamente. Opina Wundt que en estos fenómenos y otros análogos

no faltan jamás determinadas influencias psíquicas. «A ellas pertenece, ante todo, como una determinante positiva, la corriente no inhibida de las asociaciones de sonidos y de palabras, estimulada por los sonidos pronunciados. También en algunos casos puede ser dudoso el decidir qué forma se ha de atribuir a una determinada perturbación, o si no sería más justo referirla, conforme al principio de la complicación de las causas, a la concurrencia de varios motivos.» Quizá se pudiera acentuar con mayor firmeza el hecho de que el factor positivo favorecedor de las equivocaciones orales -la corriente no inhibida de las asociaciones- y el negativo -el relajamiento de la atención inhibitoria- ejercen regularmente una acción sincrónica, de manera que ambos factores resultan no ser sino diferentes determinantes del mismo proceso. Casi siempre descubro, además, una influencia perturbadora procedente de algo exterior a aquello que se tiene intención de expresar, y este elemento perturbador es o un pensamiento inconsciente aislado, que se manifiesta por medio de la equivocación y no puede muchas veces ser atraído a la consciencia más que por medio de un penetrante análisis, o un motivo psíquico general, que se dirige contra todo el discurso. (VIENEN en el libro más de 30 ejemplos, propios o que le contaron) La afinidad entre una equivocación oral y un chiste puede llegar a ser tan grande, que la persona misma que la sufre ría de ella como si de un chiste se tratase. En el método para la solución y remoción de los síntomas

neuróticos que empleo se encuentra uno con frecuencia ante la labor de descubrir, extrayéndolo de discursos y ocurrencias, en apariencia casuales, de los pacientes, un contenido psíquico que, aunque se esfuerza en ocultarse, no puede dejar de traicionarse a sí mismo, revelándose involuntariamente de muchas maneras diferentes. En estos casos, las equivocaciones suelen prestar los más valiosos servicios. En otros casos de equivocaciones orales puede aceptarse que la similicadencia con palabras obscenas o la alusión a un sentido de este género constituyen por sí solas el elemento perturbador. Los casuales caprichos del material oral hacen surgir, a veces, equivocaciones que tienen, en unos casos, todo el abrumador efecto de una indiscreta revelación, y en otros, el completamente cómico de un chiste. Desde luego, todas las equivocaciones orales tienen siempre un fundamento, además, señala el autor que hay confesiones involuntarias y da ejemplos, para concluir afirmando: “En los trabajos de psicoanálisis las equivocaciones del paciente sirven muchas veces para aclarar los casos y confirmar aquellas hipótesis expuestas por el médico en el mismo momento en que el paciente las niega con obstinación.” La hilaridad y la burla que estos errores no dejan nunca de provocar cuando aparecen en momentos graves o decisivos son un testimonio contrario a la convención generalmente aceptada de que no son sino meros lapsus linguae, sin significación ni importancia psicológica alguna. Repetidas veces he conseguido demostrar que los más

insignificantes y naturales casos de errores verbales tienen su sentido y pueden ser interpretados de igual modo que los casos más extraordinarios

La desfiguración de los nombres propios equivale siempre a un insulto cuando se hace intencionadamente, y podría tener igual significado en toda aquella serie de casos en que aparece como lapsus involuntario. Aquella persona que, según la comunicación de Mayer, dijo una vez Freuder en vez de Freud, por tener intención de decirlo poco después de oírme el nombre Breuer, y habló otra vez del método de Freuer-Breud, queriendo decir el de Breuer-Freud (pág. 28), era un colega de facultad y, ciertamente, no un entusiasta de dicho método. Más adelante, al ocuparme de las equivocaciones gráficas, comunicaré un caso de desfiguración de un nombre que no puede explicarse de otra manera.

En estos casos interviene como elemento perturbador una crítica que no debe tenerse en cuenta, por no corresponder en el momento a la intención del orador.

Inversamente, la sustitución de un nombre por otro, la adopción de un nombre que no es el propio o la identificación llevada a cabo por equivocación de nombres, tiene que significar una apreciación o reconocimiento que momentáneamente y por determinadas razones debe permanecer en segundo término. S. Ferenczi relata una experiencia de este género, que procede de sus años escolares.

VI. -EQUIVOCACIONES EN LA LECTURA Y EN LA ESCRITURA

A las equivocaciones en la lectura y en la escritura puedan aplicarse las mismas consideraciones y observaciones

que a los lapsus orales debido al íntimo parentesco que existe entre todas estas funciones. En una numerosísima cantidad de ejemplos es la predisposición del lector la que transforma el texto a sus ojos, haciéndole leer algo relativo a los pensamientos que en aquel momento le ocupan. El texto mismo no necesita coadyuvar a la equivocación más que presentando alguna semejanza en la imagen de las palabras, semejanza que pueda servir de base al lector para verificar la transformación que su tendencia momentánea le sugiere. El que la lectura sea rápida y, sobre todo, el que el sujeto padezca algún defecto, no corregido, de la visión son factores que coadyuvan a la aparición de tales ilusiones, pero que no constituyen en ningún modo condiciones necesarias. Existe además otro grupo de casos en el que la participación del texto en el error que se comete en su lectura es más considerable. En tales casos, el contenido del texto es algo que provoca una resistencia en el lector o constituye una exigencia o noticia dolorosa para él, y la equivocación altera dicho texto y lo convierte en algo expresivo de la defensa del sujeto contra lo que le desagrada o en una realización de sus deseos.

VII. -OLVIDO DE IMPRESIONES Y PROPÓSITOS

Ninguna teoría psicológica ha logrado explicar conjuntamente los fenómenos fundamentales del olvido y del recuerdo, y ni siquiera se ha llevado a cabo el análisis completo de aquello que nos es dado observar en la realidad más inmediata. El olvido ha llegado a ser hoy, para nosotros, quizá más

misterioso que el recuerdo. Aceptamos que el olvido es un proceso espontáneo al que se puede atribuir un determinado curso temporal. En todos los casos queda probado que el olvido está fundado en un motivo de displacer.

La propensión a olvidar lo desagradable me parece ser general, siendo la capacidad para olvidarlo lo que está diferentemente desarrollada en las diversas personas. También en individuos sanos, no neuróticos, hallamos indicios abundantes de una resistencia que se opone al recuerdo de impresiones penosas y a la representación de pensamientos desagradables Al igual de lo que sucede en el olvido de nombres, pueden también aparecer en el de impresiones recuerdos equivocados, los cuales, si son aceptados como verdaderos, habrán de ser designados como ilusiones de la memoria. Olvido de propósitos e intenciones. Ningún otro grupo de fenómenos es más apropiado que el olvido de propósitos para la demostración de la tesis de que la escasez de atención no basta por sí sola a explicar los rendimientos fallidos. Un propósito es un impulso a la acción, que ha sido ya aprobado, pero cuya ejecución ha quedado aplazada hasta el momento propicio para llevarla a cabo. Ahora bien: en el intervalo creado de este modo pueden sufrir los motivos del propósito una modificación que traiga consigo la inejecución del mismo; pero entonces no puede decirse que olvidamos el propósito formado, pues lo que hacemos es revisarlo y omitirlo por el momento. DOS EJEMPLOS «Hace un año no lo hubieras olvidado. Ya no soy para ti lo

que antes.» Aun cuando hiciera uso de la explicación psicológica antes citada, queriendo disculpar su olvido por la acumulación de ocupaciones, sólo conseguiría que la dama -con una penetración análoga a la del médico en el psicoanálisis- le respondiera: «Es curioso que antes no te perturbaran de esa manera tus asuntos.» Seguramente la dama no quiere con esto rechazar la posibilidad de un olvido; pero sí cree, y no sin razón, que del olvido inintencionado hay que deducir, lo mismo que si se tratase de un subterfugio consciente, una cierta desgana. Ningún hombre olvida ejecutar actos que le parecen importantes sin exponerse a que lo crean un perturbado mental. Nuestra investigación no puede, por tanto, extenderse más que a propósitos más o menos secundarios, no considerando ninguno como por completo indiferente, pues en este caso no se hubiera formado. OJO ESTO ES MUY IMPORTANTE: Se ha hallado que los casos de omisión por olvido podían ser atribuidos siempre a una intervención de motivos desconocidos e inadmitidos por el sujeto mismo o, como podríamos decir, a un deseo contrario. Otro trastorno al que está sujeta la mayoría de las personas es el olvido de devolver los libros que a uno le han prestado y al hecho de diferir, también por olvido, el pago de cuentas pendientes.

El olvido de propósitos recibe mucha luz de algo que pudiéramos designar con el nombre de «formación de falsos propósitos.»

VIII. -TORPEZAS O ACTOS DE TÉRMINO ERRÓNEO

Las equivocaciones orales no son algo que se manifieste aislado dentro de

su género, sino que va unido a los demás errores que los hombres cometen con frecuencia en sus diversas actividades, errores a los que solemos dar un tanto arbitrariamente el nombre de distracciones. Así, pues, se sospecha la existencia de un sentido y una intención detrás de las pequeñas perturbaciones funcionales de la vida cotidiana de los individuos sanos. Si las equivocaciones en el discurso, el cual es, sin duda alguna, una función motora, admiten una concepción como la que hemos expuesto, es de esperar que ésta pueda aplicarse a nuestras demás funciones motoras. No puede trazarse un límite preciso, y debo hacer constar que todas las clasificaciones y divisiones usadas en el presente libro no tienen más que una significación puramente descriptiva.

IX. -ACTOS SINTOMÁTICOS Y CASUALES

Los actos que hasta ahora hemos descrito y reconocido como ejecuciones de intenciones inconscientes se manifestaban como perturbaciones de otros actos intencionados y se ocultaban bajo la excusa de la torpeza. Los actos casuales de los cuales vamos a tratar ahora no se diferencian de los actos de término erróneo más que en que desprecian apoyarse en una intención consciente y, por tanto, no necesitan excusa ni pretexto alguno para manifestarse. Surgen con una absoluta independencia y son aceptados, naturalmente, porque no se sospecha de ellos finalidad ni intención alguna. Se ejecutan estos actos «sin idea ninguna», por «pura casualidad» o por «entretener en algo las manos», y se confía en que tales explicaciones bastarán a aquel

que quiera investigar su significación. Estos actos, al igual que todos los otros fenómenos de que hasta ahora hemos tratado, desempeñan eI papel de síntomas. En el tratamiento psicoanalítico de los neuróticos es donde se puede observar mayor número de tales actos, sintomáticos o casuales. Puede intentarse formar una agrupación de estos actos casuales y sintomáticos, tan extraordinariamente frecuentes, atendiendo a su manera de manifestarse y según sean habituales, regulares en determinadas circunstancias o aislados. Los actos sintomáticos, que pueden observarse en una casi inagotable abundancia tanto en los individuos sanos como en los enfermos, merecen nuestro interés por más de una razón. Para el médico constituyen inapreciables indicaciones que le marcan su orientación en circunstancias nuevas o desconocidas, y el hombre observador verá reveladas por ellos todas las cosas y a veces muchas más de las que deseaba saber.

X.-ERRORES

Los errores de la memoria no se distinguen de los olvidos acompañados de recuerdo erróneo más que en un solo rasgo, esto es, en que el error (el recuerdo erróneo) no es reconocido como tal, sino aceptado como cierto. El autor presenta ejemplos de textos y escritos donde tuvo diversos errores y llega a la conclusión de que “la desfiguración u ocultación de los pensamientos que quedaban, sin exponer y que yo conocía, no pudo ser ejecutada sin dejar alguna huella. Lo que yo no quería decir consiguió con frecuencia abrirse camino, contra mi voluntad, hasta lo que había admitido

como comunicable y se manifestó en ello en forma de errores que pasaron inadvertidos para mí. Los tres casos citados se refieren al mismo tema fundamental, y los errores son resultantes de pensamientos reprimidos relacionados con mi difunto padre.” Puede admirarse, en general, el hecho de que el impulso de decir la verdad es en los hombres mucho más fuerte de lo que se acostumbra creer. El mecanismo del error parece ser el más superficial de todos los de los funcionamientos fallidos, pues la emergencia del error muestra, en general, que la actividad psíquica correspondiente ha tenido que luchar con una influencia perturbadora, pero sin que haya quedado determinada la naturaleza del error por la de la idea perturbadora, que permanece oculta en la oscuridad.

XI. -ACTOS FALLIDOS COMBINADOS (*)

El autor presenta varios casos en los cuales existen actos fallidos combinados, o sea, la combinación de un acto sintomático con la pérdida temporal de un objeto, por ejemplo y afirma: “No quiero afirmar que estos casos de actos fallidos combinados puedan enseñarnos algo nuevo que no pudiéramos ver ya en los actos fallidos simples; pero de todos modos, esta metamorfosis del acto fallido da, alcanzando igual resultado, la impresión plástica de una voluntad que tiende hacia un fin determinado y contradice aún más enérgicamente la concepción de que el acto fallido sea puramente casual y no necesitado de explicación alguna.

XII. -DETERMINISMO, CREENCIA EN LA CASUALIDAD Y EN LA SUPERSTICIÓN.

CONSIDERACIONES

Como resultado general

de todo lo expuesto puede enunciarse el siguiente principio: Ciertas insuficiencias de nuestros funcionamientos psíquicos - cuyo carácter común determinaremos a continuación más precisamente- y ciertos actos aparentemente inintencionados, se demuestran motivados y determinados por motivos desconocidos de la consciencia cuando se los somete a la investigación psicoanalítica. Para ser incluido en el orden de fenómenos a los que puede aplicarse esta explicación, un funcionamiento psíquico fallido tiene que llenar las condiciones siguientes: a) No exceder de cierta medida fijamente establecida por nuestra estimación y que designamos con los términos «dentro de los límites de lo normal». b) Poseer el carácter de perturbación momentánea y temporal. Debemos haber ejecutado antes el mismo acto correctamente o sabernos capaces de ejecutarlo así en toda ocasión. Si otras personas nos rectifican al presenciar nuestro acto fallido, debemos admitir la rectificación y reconocer en seguida la incorrección de nuestro propio acto psíquico.

c) Si nos damos cuenta del funcionamiento fallido, no debemos percibir la menor huella de una motivación del mismo, sino que debemos inclinarnos a explicarlo por «inatención» o como «casualidades».

Quedan, pues, incluidos en este grupo los casos de olvido, los errores cometidos en la exposición de materias que nos son perfectamente conocidas, las equivocaciones en la lectura y las orales y gráficas, los actos de término erróneo y los llamados actos casuales, fenómenos todos de una gran analogía interior.

INTRODUCCION

En este documento hablaremos de Freud que es considerado uno de los grandes pensadores del siglo XX. Sus teorías sobre el inconsciente y la importancia de los sueños, como vehículo del inconsciente causaron una verdadera revolución cultural en aquella época. Para entender su enfoque, debemos retroceder en el tiempo y situarnos en plena era victoriana, donde la represión era exacerbada, y comprender que sus estudios los realizó con personas psíquicamente enfermas.

Sigmund Freud, es considerado el “padre del psicoanálisis” sin embargo, en la actualidad, sus teorías son motivo de controversia por muchos investigadores contemporáneos.

La teoría de Freud hizo cambiar radicalmente la manera de enfocar ciertas enfermedades. Su aporte a la psicología, al aspecto inconsciente de la vida psíquica son múltiples, e incluyen estudios sobre la neurosis, la amnesia, la angustia, la personalidad, el desarrollo psicosexual, los motivos inconscientes,

etc. Fue uno de primeros, en la era moderna en estudiar los sueños en forma científica.

DESARROLLO

Sigismund Schlomo Freud (Freiberg, 6 de mayo de 1856 - Londres, 23 de septiembre de 1939), más conocido como Sigmund Freud fue un médico y neurólogo austriaco, creador del psicoanálisis.

Freud nació el 6 de mayo de 1856 en Freiberg, Moravia (en la actualidad, P?íbor en la República Checa). Fue el mayor de seis hermanos (cinco niñas y un niño). Tenía además hermanastros de un matrimonio anterior de su padre. Cuando todavía era un niño, su familia se trasladó a Viena a causa de los disturbios antisemitas.

Comenzó su carrera interesándose por la hipnosis y su uso para tratar a enfermos mentales. Más tarde, aunque mantuvo en la terapia varios aspectos de esta técnica, reemplazó la hipnosis por la asociación libre y el análisis de los sueños, para desarrollar lo que, actualmente, se conoce como «la cura del habla». Todo esto se convirtió en punto de partida del psicoanálisis.

CAP IX:ACTOS SINTOMATICOS Y CASUALES

Los actos casuales surgen con una absoluta independencia y son aceptados naturalmente porq no se sospecha de ellos finalidas ni intencion alguna.Se ejecutan "sin idea ninguna", por "pura casualidad" o por "entretener en algo las manos" y se confia que tales explicaciones bastaran a aquel que quiera investigar su significacion.

Freud ha observado actos casules y despues de examinarlos opino que deben denominarse actos sintomaticos, pues expresan algo que ni el mismo actor sospecha que exista en ellos, y que regularmente n habria de comunicar a los demas, sino por el cont rario, reservaria para si mismo.Estos actos desempeñan el papel de sintomas.

En el tratamiento psiconalitico de los neuroticos es donde se puede observar mayor nros de tales actos sintomaticos o casuales.

Segun su forma de manifestarse estos actos se agrupan por 1-habituales, 2-regulares en determinadas circunstancias o aisladas.

Los primeros son como el jugar con la cadena del reloj lo cual puede considerarse como una caracteristica de las personas que lo llevan a cabo, estan proximos a los movimientos llamados TICS.El segundo como jugar con el baston, trazar garabatos con

un lapiz que se tiene en la mano,hacer resonar las monedas en los bolsillos, fabricar bolitas de miga de pan u otras materias plasticas y los mil y un arreglos del propio vestido.En general, las personas que los ejecuta no se da la menor cuenta de ellos, ni de cuando continua ejecutandolos en la misma forma que siempre y cuando introduce en ellos alguna modificacion.Tampoco ve ni oye sus efectos y se asombra cuando se le llama la atencion sobre ellos.Las circunstancias que rodean la aparicion de estos actos casuales, los temas recientemente tratados en la conservacion y las ideas emergen en la mente del sujeto cuando se dirige su atencion sobre ellos, proporcionan siempre datos, tanto para interpretarlos como para comprobar si la interpretacion ha sido o no aceptadad.

A) Ejemplo en donde muestra cuan estrechamente esta ligado una acto simbolico habitual con lo mas intimo e importante de la vida de un individuo sano.Como Freud nos enseño:el simbolismo desempeña en la vida infantil del individuo normal un papel importante de lo que anteriores experiencias psicoanaliticas nos habian hecho esperar.

Un medico encontro al arreglar sus muebles y objetos en una nueva casa, un etestocopio recto

de madera,despues de reflexionar un momento sobre donde habria de colocarlo, se vio impelido a dejarlo a un lado de su mesa de trabajo y precisamente de manera que quedase entre su silla y aquella a la que acostumbraba hacer sentarse a sus pacientes( luego se relata los recuerdos infantiles del medico).Este acto era una formacion transaccional, esto es que obedecia a dos impulsos:1-ceder en su imaginacion al deseo reprimido de entrar en relacion sexual con alguna bella paciente,2. recordarsele al mismo tiempo, que este deseo no podia realizarse.

B)Ejemplo de actos sintomaticos durante las comidas:doc HANS SACHS.

C)Ejemplo de actos en la cual se llevan sin intencion aparente pequeños obejtos que no nos pertenecen:la criada y su pastel

D)Ejemplo sobre la "perdida de objetos":viuda con su entrada al teatro.

Es consolador el pensar que la "perdida de objetos" constituye una insospechada exencion de un acto sintomatico y que, por tanto,tiene que resultar, en ultimo termino, vista con agrado por una secreta intencion del perdidoso, con frecuencia la perdida no es mas que una expresion de lo poco que se aprecia el objeto perdido o de una secreta repugnancia hacia lo mismo o hacia la persona

de quien proviene.Sucede tambien que la tendencia a la perdida se transfiere al objeto perdido desde otros objetos de mayor importancia y por medio de una asociacion simbolica.La perdida de objetos valiosos sirve de expresion a muy diversas sensaciones y puede representar simbolicamente un pensamiento reprimido, esto es, recordarnos algo que prefeririamos quedase olvidado o, y esto ante todo, representar un sacrificio a las oscuras potencias del destino.

En estos actos inintencionados el que los ejecuta ignora en absoluto la intencion a ellos ligada, y no teniendola, por tanto, no se considera responsable de los mismos.En cambio, el que los observa utiliza, igual que los demas de su interlocutor para deducir sus intenciones y propositos, y de este modo llegar a averiguar de sus procesos psiquicos mas de lo que aquel esta dispuesto a comunicarle o cree haberle comunicado.El adivinado se indigna cuando se le muestran tales conclusiones deducidas de sus actos sintonaticos, y las declara infundadas, puesto que al ejecutar dichos actosle ha faltado la conciencia de la intencion,quejandose de mala comprension, se ve que reposa en el hecho de comprender demasiado bien y demasiado sutilmente.

ANALISIS

Sigmud Freud quién impulso el psicoanálisis denota su corte psicoanalista en cada uno de los detalles del olvido de la vida real. Profundizando en los más intimo de las ideas y pensamientos, que al parecer siempre tienen una interrelación unas ideas con otras y que muchas veces inconscientemente olvidamos por un acto de contradicción de lo externo con lo interno.

OLVIDO DE PALABRAS EXTRANGERAS

Sigmund Freud sostenía que nada se olvida sin una razón determinante.

Todos y cada uno de los casos que someta al análisis le conducirán siempre al descubrimiento de la casualidad igualmente extrañas.

Segundo mecanismo de olvido: la perturbación de un pensamiento por una contradicción interna proveniente de lo reprimido.

OLVIDO DE NOMBRES Y DE SERIES DE PALABRAS

Lo más sorprendente de él era ver cómo el esfuerzo

efectuado para hallar la causa de un inocente fallo de la memoria había llegado a herir

cuestiones particulares del sujeto de la experiencia, tan lejanas al contenido de ésta y tan

íntimas y penosas.

El mecanismo del olvido posee casi validez universal. Detrás de estos olvidos se esconden asuntos muy íntimos del analizado y a veces hasta desagradables y penosos para él.

Lo que de común tienen todos estos casos, sin distinción del material, es que lo olvidado o deformado entra en conexión, por un camino asociativo

cualquiera, con un contenido psíquico inconsciente, del que parte aquella influencia que se manifiesta en forma de olvido.

¿No habrá,

acaso, que deducir de él que la causa de los olvidos, y en especial del olvido de nombres,

está en una perturbación circulatoria o funcional del cerebro y que, por tanto, no hay que

molestarse en buscar explicaciones psicológicas a tales fenómenos? Mi opinión es en

absoluto negativa, y creo que ello equivaldría a confundir el mecanismo de un proceso,

igual en todos los casos, con las condiciones variables, y no evitablemente necesarias, que

puedan favorecer su desarrollo.

la cuestión del olvido de los nombres es algo

totalmente idéntico. Un poder psíquico desconocido, favorecido por la fatiga, la

perturbación circulatoria y la intoxicación, me despoja de mi dominio sobre los nombres

propios pertenecientes a mi memoria, y este poder es el mismo que en otros casos puede

producir igual falla de la memoria, gozando el sujeto de perfecta salud y completa

capacidad mental.

«complejo familiar» olvido de nombres que al parecer tienen alguna relación con nuestra familia.

a través de mi pensamiento circula una incesante corriente de

«autorreferencia» constantemente nos referimos a los miembros de nuestra familia y por alguna u otra razón reprimimos la información

RESUMEN

Olvido de Nombres Propios

1898

“sobre el mecanismo psíquico del olvido” – olvido temporal de un nombre propio

Particularidades: no solo se olvida → se recuerda erróneamente → nombres sustitutivos erróneos en visible conexión con el buscado

Rechazados como falsos pero se presentan con gran tensidad

Por un desplazamiento del proceso que nos debía

conducir al nombre

Sigue trayectorias irregulares y perfectamente calculables

* Artista de “las cuatro últimas cosas” – Signorelli. Sustitutivos erróneos → Botticelli y Boltraffio

¿por qué caminos asociativos se llevó a cabo el desplazamiento?

A. La razón del olvido del nombre – Signorelli – no debe buscarse en una particularidad del mismo, ni en un especial carácter psicológico del contexto en que estaba incluido

B. Aclarado – el olvido – al pensar en el tema de conversación precedente y se explica como una perturbación del nuevo tema por el anterior

C. La serie de ideas perturbo una idea inmediatamente posterior, por apartar de ella la atención sin haberla agotado *”Antes de cambiar de tema quise relatar otra anécdota…” →la intención de relatarlo fue reprimida. Desvió la atención de la continuación de aquella serie de pensamientos que llevaban un tema.

NOTICIA - PACIENTE CON PERTURBACION SEXUAL SE SUICIDO

Conscientemente la idea o

pensamieto no aparece (de donde era el paciente – Trafoi = Boltraffio)

D. El olvido del nombre – Signorelli – no es un acontecimiento casual y hay influencia de un motivo

Por medio de pensamientos reprimidos

Motivos que indujeron a interrumpir en la comunicación de pensamiento y que impidieron que se hagan conscientes otros

Intención

OLVIDAR

No el nombre propio

Conexión asociativa de lo que quería olvidar con el nombre → olvido uno contra voluntad mientras quería olvidar lo otro

La repugnancia a recorder se refería a un objeto

La incapacidad de recordar surgió respecto a otro

Así que ninguna de las intenciones ha fracas ado o triunfado por completo

A lo que quería olvidar

Los sustitutivos aluden a

A lo olvidado

E. La naturaleza de la asociación establecida entre el nombre buscado y el tema reprimido. Fueron manejados como se manejan las imágenes gráficas representativas de trozos de una frase con la que ha de formarse un jeroglífico

La coincidencia no advirtió nada de todo el proceso que por tales caminos produjo los nombres

En ciertos casos hay un motivo mas a los factores ya reconocidos como capaces de producir el olvido

Las condiciones de la reproducción y del olvido hacen posible que el elemento reprimido se apodere, asociativamente

del nombre buscado y lo lleve consigo a la represión

Solo lo logrará en aquellos en los que su emergencia pueda ser favorecida por condiciones apropiadas

Es muy probable que un elemento reprimido esté siempre dispuesto a manifestarse en cualquier otro lugar

Otras veces la repression se verifica sin que la función sufra trastorno alguno

Sin síntomas

Condicionantes del olvido del nombre, aocmpañado del recuerdo erróneo:

1° Una determinada disposición para el olvido del nombre

2° Un proceso represivo llevado a cabo poco tiempo antes

3° La posibilidad de una asociación externa entre el nombre que se olvida y el elemento anteriormente reprimido→ existente en la mayoría de los casos

¿puede tal asociación ser condición suficiente para que el elemento reprimido perturbe la reproducción del nombre buscado o será, además, necesario que exista más íntima conexión entre los temas respectivos?

El olvido de nombres casi siempre es motivado por la represión.

No pueden separarse los casos de olvido de nombres con recuerdo erróneo de aquellos en que no aparecen nombres sustitutivos. La percepción del nombre sustitutivo por la conciencia parece estar regulada por dos factores:

1. El esfuerzo de atención

2. Una determinante interna inherente al material psíquico

Junto a los sencillos olvidos de nombres propios, aparecen otros motivados por represión.

CRITICA

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Hace ya muchos años que lei Psicopatología de la vida cotidiana. No fue mi primer libro de Freud, antes había leído "La interpretación de los sueños", ni tampoco el último, después vinieron "Totem y tabú", "Psicología de las masas", "El malestar de la cultura" y alguno más cuyo título no recuerdo ahora. "Psicopatología de la vida cotidiana" y "La interpretación de los sueños" son las obras de más fácil lectura de Freud.

En esta obra Freud trata de dar explicación a una serie de errores u olvidos que cometemos en nuestra vida cotidiana:

Olvido de nombres propios

Olvido de palabras extranjeras

Olvido de nombres

Recuerdos infantiles: por qué nos acordamos de unos pasajes de la infancia y olvidamos otros.

Equivocaciones orales

Equivocaciones en la lectura y escritura

Olvido de propósitos

Torpezas

La teoría psicoanalítica de Freud explica que detrás de estos errores, se encuentra algún suceso de nuestra vida que estaba reprimido en nuestro subconsciente y trata de esta forma de manifestarse. Freud en la obra pone múltiples ejemplos de como llegar partiendo de uno de estos errores al suceso que se encuentra detrás. La técnica que utiliza es la asociación verbal. A modo de ejemplo, si se nos olvida la palabra "libro", nos preguntará que nos recuerda dicha palabra, y luego nos preguntará que nos evoca lo recordado y así sucesivamente hasta que lleguemos a un suceso de nuestra vida supuestamente reprimido.

A modo de critica, si abrimos un diccionario y escogemos una palabra al azar y empezamos a hacer asociaciones, tarde o temprano, lograremos relacionarla con cualquier suceso de nuestra vida. Por eso, no hay que confundir unos errores que sí son reales, con la veracidad de las teorías que los tratan de explicar.

"Psicopatología de la vida cotidiana" es una buena novela, ya que Freud es un buen escritor, pero nada más, no hay ninguna base científica que sustente la teoría psicoanalítica.

Toda terapía, ya sea médica o psicológica, debe demostrar ser más eficaz que la "remisión espontánea". Es decir, que ocurriría si no hiciesemos absolutamente nada. Por ejemplo, si una gripe se cura en 10 días sin hacer nada, un fármaco que tardase lo mismo no sería eficaz. La terapía psicoanalítica resulta ser menos eficaz que la remisión espontánea, no es que tarde lo mismo en solucionar un trastorno que si no hacemos nada. No y lo que es peor, es que tarda todavía más.

Como ventajas de "Psicopatología de la vida cotidiana" voy a destacar que es una amena "novela" ya que Freud es un buen escritor.

Y como desventajas que esa facilidad de lectura y el referirse a hechos que se dan en la realidad, nos lleve a creer que la explicación que se da de esos hechos es también real.

Por último una recomendación, hay un ameno libro, eso sí, difícil de encontrar, "Freud, detective privado" de Marino Pérez, donde se cuenta con cierto humor como surge el psicoanálisis analizando el contexto sociocultural de la Viena de finales del siglo XIX, tan importante en el desarrollo de esta teoría.

CRITICA

Sin lugar a dudas, “Psicopatología de la vida cotidiana” ha sido el libro más popular entre todas las obras de Sigmund Freud. Pero… ¿dónde radica la clave de su popularidad? En el estilo con que ha sido escrito, en las preguntas que se plantea y en los caminos que deja abiertos para la exploración del ser humano.

Es una lectura que, a través de doce capítulos, nos intenta explicar el sentido de los sucesos cotidianos aparentemente sin sentido; de los cuales somos protagonistas al 100%. ¿Por qué olvidamos los nombres de los objetos o lugares? ¿Por qué olvidamos palabras perfectamente conocidas en un idioma extranjero? ¿Qué mensaje nos intentan transmitir los lapsus verbales y los lapsus de escritura? ¿Por qué no recordamos algunos de nuestros propósitos? ¿Qué nos intentan decir los errores que son aparentemente casuales? Cada capítulo del libro es dedicado a responder a estas cuestiones y otras tantas.

La influencia de los procesos inconscientes sobre la consciencia viene desenmascarada con una metodicidad aterradora. Freud, cual policía, le da la caza a los falsos recuerdos, los olvidos y los fallos; encontrando fuentes explicativas secretas que aún hoy permanecen inexploradas.

Este ensayo, escrito en un lenguaje accesible para todos aquellos ajenos a la profesión, en muchos casos puede estremecernos al revelar las motivaciones ocultas de las personas cuyos casos son comentados.

Algunas veces puede que no coincidamos plenamente con sus razonamientos pero indiscutiblemente, es un libro que no puede dejar de leerse y valorarse.

¿Por qué tenemos fijaciones con algunos números? ¿Existen los sueños proféticos? ¿Qué es el deja vú? Son las preguntas del último capítulo que abren las puertas hacia un mundo diferente para la reflexión. El determinismo, las creencias de casualidad y las supersticiones; todo un invito a la convergencia de lo inconsciente y lo consciente. A repensarnos para comprendernos cada vez mejor.

Puede encontrar otros resúmenes de libros de temática similar y temas de psicología en el blog: Rincón de la Psicología.

Fuente: http://es.shvoong.com/social-sciences/psychology/1921071-psicopatolog%C3%ADa-la-vida-cotidiana-el/#ixzz2MFF3cOlH

ENSAYO

INTRODUCCION

En este documento hablaremos de Freud que es considerado uno de los grandes pensadores del siglo XX. Sus teorías sobre el inconsciente y la importancia de los sueños, como vehículo del inconsciente causaron una verdadera revolución cultural en aquella época. Para entender su enfoque, debemos retroceder en el tiempo y situarnos en plena era victoriana, donde la represión era exacerbada, y comprender que sus estudios los realizó con personas psíquicamente enfermas.

Sigmund Freud, es considerado el “padre del psicoanálisis” sin embargo, en la actualidad, sus teorías son motivo de controversia por muchos investigadores contemporáneos.

La teoría de Freud hizo cambiar radicalmente la manera de enfocar ciertas enfermedades. Su aporte a la psicología, al aspecto inconsciente de la vida psíquica son múltiples, e incluyen estudios sobre la neurosis, la amnesia, la angustia, la personalidad, el desarrollo psicosexual, los motivos inconscientes, etc. Fue uno de primeros, en la era moderna en estudiar los sueños en forma científica.

DESARROLLO

Sigismund Schlomo Freud (Freiberg, 6 de mayo de 1856 - Londres, 23 de septiembre de 1939), más conocido como Sigmund Freud fue un médico y neurólogo austriaco, creador del psicoanálisis.

Freud nació el 6 de mayo de 1856 en Freiberg, Moravia (en la actualidad, P?íbor en la República Checa). Fue el mayor de seis hermanos (cinco niñas y un niño). Tenía además hermanastros de un matrimonio anterior de su padre. Cuando todavía era un niño, su familia se trasladó a Viena a causa de los disturbios antisemitas.

Comenzó su carrera interesándose por la hipnosis y su uso para tratar a enfermos mentales. Más tarde, aunque mantuvo en la terapia varios aspectos de esta técnica, reemplazó la hipnosis por la asociación libre y el análisis de los sueños, para desarrollar lo que, actualmente, se conoce como «la cura del habla». Todo esto se convirtió en punto de partida del psicoanálisis.

Pese a que...

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