Inteligencia Emocional.

Inteligencia Emocional

Las modernas investigaciones de la inteligencia atribuye un importante papel al conocimiento de uno mismo, y la sensibilidad frente a otros, lo que Gardner denomina inteligencia intrapersonal o interpersonal. A principios de los anos noventas, el psicólogo de Yale Peter Salovey junto con su colega John Mayer, acunaron para la inteligencia interpersonal e intrapersonal el nombre de “inteligencia emocional” que se define como la capacidad de controlar y regular los sentimientos de uno mismo y de los demás y utilizarlos como guía del pensamiento y de la acción y abarca cualidades como la comprensión de las propias emociones de forma que mejore la calidad de vida. Sin embargo este tema despertó la atención del mundo gracias al psicólogo de Harvard Daniel Goleman, con su publicación del libro “Inteligencia Emocional” en el cual plantea el no considerar a la fría razón como medida de todas las cosas y toco un punto sensible a nuestros tiempos, aunque sea algo que apenas sorprenda el sentido común.

El merito de Salovey y Mayer se destaca en que concretaron en que es lo que de hecho integra la competencia emocional. Identificamos entonces cinco capacidades diferentes que son:

Reconocer las propias emociones.- lo que conociste en poder hacer una apreciación y dar nombre a las propias emociones, esto es uno de los sillares de la inteligencia emocional, en el que se fundamente la mayoría de las otras cualidades emocionales. Solo quien sabe por que se siente como se siente puede manejar sus emociones, moderarlas y ordenarlas de manera consciente.

Saber manejar las propias emociones. –Emociones como el miedo la ira o la tristeza son mecanismos de supervivencia que forman parte de nuestro equipaje básico emocional. Personalmente pienso que no se puede elegir las emociones ni las podemos desconectar o evitarlas, pero si está en nuestro poder conducir nuestras reacciones emocionales y romper con los comportamientos aprendidos y civilizados como son la ironía.

Utilizar el potencial existente .- Esto implica utilizar en una relación de 10% de inspiración y un 90% de esfuerzo, dicho de otra manera el tener un alto coeficiente intelectual puede que sea un aceptable predictor del éxito académico, pero no puede aportar mucho sobre quien tendrá éxito en su vida familiar o laboral. Los verdaderos buenos resultados requieren cualidades como la perseverancia, disfrutar aprendiendo, tener confianza en uno mismo y ser capaz de sobreponerse a las derrotas.

Saber ponerse en el lugar de los demás (empatía).- algunos estudios sobre la comunicación parten de la base de que un 90% de la comunicación valga la redundancia se produce sin palabras. La empatía ante otra persona requiere la predisposición a admitir las emociones, escuchar con concentración a la otra persona y comprender sus pensamientos y sentimientos que no se hayan expresado verbalmente.

Crear relaciones sociales.- En todo contacto con otras personas entran en juego las capacidades sociales, en el trato con los clientes, en la discusión con nuestra pareja, en las entrevistas de trabajo entre otras. Que tengamos un trato satisfactorio con las demás personas depende entre otras cosas, nuestra capacidad de crear y cultivar las relaciones, de reconocer los conflictos y solucionarlos, de encontrar el tono adecuado de decir o pedir las cosas y de percibir el estado de ánimo del interlocutor.

Esta tesis de las cualidades emocionales pueden aprenderse y desarrollarse. En primer lugar, esto se consigue mediante el esfuerzo de manera consciente

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