Tema- Erase una vez una fabrica.

ÉRASE UNA VEZ…UNA FÁBRICA

Por: Andrés Felipe Méndez Gasser

Mucho se puede hablar sobre esta lectura, esta fábula en la que se relata la historia que cualquier persona que se considere emprendedora o tenga aspiraciones a ser líder o directivo en alguna empresa debería leer en algún momento de su vida, es una especie de manual, porque cuenta de una manera sencilla, de fácil entendimiento y agradable los problemas a los cuales se enfrentan diariamente las compañías sin importar el público al que se dirijan o la razón social a la que pertenezcan. Aunque lo realmente importante de esta invención es que además de mostrar la realidad empresarial, plantea posibles soluciones para salir adelante en los momentos de crisis.

La historia nos habla sobre un emprendedor al que un día se le ocurre crear su propia empresa, la cual tiene como misión la producción de signos de puntuación, por lo que la llamó Puntuación S.A., idea de negocio que le surgió con el fin de hacer que el idioma fuera menos aburrido.  Teniendo en cuenta esto, y que era única en el mercado, logró posicionarse en el primer lugar por mucho tiempo, incluso cuando otras iban surgiendo y desapareciendo casi de inmediato.  

Gracias al éxito que tenía, el gerente era un hombre muy confiado y convencido de lo original que resultaba su producto en el mercado, razón por la que se podría afirmar que dejó de preocuparse por seguir innovando y se estaba dedicando a “mantener”, si se puede llamar así, lo que ya había logrado. Claro está que las estadísticas le ayudaban a seguir con esa idea pero también lo llevaron a preocuparse cuando empezó a ver a su contrincante (Procesos S.A.) en el segundo lugar por mucho tiempo consecutivo, lo cual para él  y los demás trabajadores era un motivo de angustia y preocupación.

Al ver esto, empieza a preguntarse qué es lo que tiene la competencia que tal vez no tenga él y que poco a poco lo está desbancando del primer lugar en cuanto a marca se refiere. Inicia una exhaustiva investigación de mercado de la cual resultó más confundido de lo que inició;  todo por la respuesta que le daban los clientes, la misma que al preguntar por el significado que le daban no sabían que decir.

Lo que motivaba a las personas a comprarle a la competencia era la calidad. Pero… ¿qué es la calidad? Esa era la respuesta que precisamente ninguno sabía cómo responder.

Este libro nos muestra un aspecto supremamente importante, que puede hacer una enorme diferencia a la hora de que un cliente se decida a utilizar o no un producto o servicio. Esto podría llamarse calidad. Pero entonces ¿qué es en definitiva la calidad?, sencillamente para poder definirlo y entenderlo, debe verse desde el punto de vista del cliente, no del productor. Entonces se observa qué tan bueno es el producto o servicio y dependerá de si el mismo resuelve o no la necesidad que el cliente manifieste y por la cual está pagando un dinero.

La pregunta que surgía ahora era: ¿Cómo podría ser esto cierto si Puntuación se había esforzado mucho estableciendo sus propios estándares de calidad internos?

Y para hacerle frente a la situación, se informó que todos los trabajadores de Puntuación tenían que esforzarse más por alcanzar una mayor calidad, lo que llevaba a hacer una mayor supervisión de los empleados y un mayor control de calidad de los productos. Se buscaba elevar los estándares internos de calidad. Aunque la decisión no tuvo los resultados esperados, y por el contrario todo seguía yéndose a pique. Obviamente a raíz de toda la problemática, el ánimo de los empleados decayó, sus fallas incrementaron, la producción tuvo una notoria disminución y por ende los ingresos se vieron afectaron.

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