Terpel

Terpel es la distribuidora de combustibles más grande de Colombia, cuenta con cerca del 44% del mercado y más de 65 años de historia que se puede contar a través de cada auto, cada avión o cada embarcación que se ha movido gracias a la logística que permite el abastecimiento de nafta.

La empresa nació en la región Santandereana a raíz del desabastecimiento de combustible, contando después con inversión de Ecopetrol (la petrolera nacional) y pequeños inversionistas; el modelo fue tan exitoso que en pocos años se crearon seis Terpel adicionales en las principales regiones colombianas. Para el 2001 los principales accionistas integraron las siete empresas en una sola organización para consolidar la operación nacional y explorar mercados internacionales.

Inicialmente fue un proceso difícil enfocado en la mejora y estandarización de procesos y procedimientos, donde se invirtió gran capital, esfuerzo y trabajo consolidando un modelo con calidad de “exportación”; las políticas organizacionales se fueron modificando, enfocando la medición de resultados hacia la internacionalización de la empresa; llegando a tener presencia en Colombia, Chile, Ecuador y Panamá.

Al enfocar los resultados solo a la operación sin tener en cuenta otros factores de éxito, se perdió el foco de la organización, los procesos se volvieron rígidos y jerárquicos; retrasando los resultados finales, lo que llevo a que sus directivos replantearan la estrategia muchas veces en poco tiempo, con gran impacto para los grupos de interés de la empresa (clientes, proveedores, empleados, etc…)

La operación en otros países se originó de la compra de empresas ya existentes, las cuales estancaron su crecimiento y empezaron a perder participación del mercado, como consecuencia de implementar estrategias que fueron exitosas en Colombia en otro contexto; sin tener en cuenta la particularidad de cada uno de los mercados.

Luego de replantear la estrategia la empresa entendió que el foco principal debía estar en el cliente y la rentabilidad de la empresa, generando cambio de estrategia, mentalidad y medición. Se alinearon los objetivos de la empresa con el de cada uno de sus colaboradores, teniendo una visión holística y llegando a los resultados esperados.

La empresa debe seguir manejando esta estrategia involucrando en el proceso a todas las personas, haciendo medición y seguimiento de los resultados; llegando a la internacionalización de un modelo adecuado para cada país donde tiene presencia.

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