Violencia Contra La Mujer En La Relación De Pareja

VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN LA RELACIÓN DE PAREJA

El presente ensayo consta de la apreciación sobre el fenómeno que cada vez es más recurrente dentro de la sociedad y mediante el cual se obtiene como resultado el daño a nivel físico, emocional y social que repercute en la mujer tras vivenciar episodios de maltrato al interior de la relación de pareja. De acuerdo a lo expuesto por el SERNAM la violencia contra la mujer se entiende como cualquier tipo de maltrato que afecte la integridad física o psíquica de la mujer al interior de la dinámica familiar, por lo cual ocasiona una privación a su libertad, vulneración a sus derechos, sentimientos de minusvalía, interferencia en las distintas atmósferas de su vida diaria, entre otros. Como respuesta a esta situación tras el impacto social que ha generado, se han realizado diversas campañas orientadas a prevenir esta situación así como también instituciones como el SERNAM encargadas de acoger y acompañar a quienes han sido víctimas en el proceso de recuperación, como también la promulgación de Leyes que amparen y defiendan a la mujer tal como la Ley 20.066 la cual asegura la protección y la asistencia a las víctimas. A pesar de la existencia de múltiples entidades orientadas a combatir este suceso no ha sido posible erradicarla completamente de la sociedad, es por esto que se deben analizar ciertos elementos que permitan comprender el real origen de la situación para así trabajar desde la raíz del posible factor de riesgo como también en la educación a la comunidad para que puedan identificar conscientemente la situación.

De acuerdo a lo anterior según lo expuesto por Vizcarra, Cortés, Bustos, Alarcón y Muñoz (2001) entre los principales factores de riesgos asociados al maltrato de pareja se encuentran el haber sido testigo de violencia entre los padres, poseer un bajo nivel de escolaridad, carencia de empleos remunerados, consumo de alcohol y drogas, y falta de redes de apoyo vecinal, denotando así que esta situación requiere de un trabajo difícil de poder eliminar completamente, puesto que se necesita cambiar todo el sistema en el que se encuentra inserta la mujer, inclusive desde antes de su existencia como la historia familiar de la que proviene, la red de apoyo tanto cercana o distante, como las políticas del país y posibilidades de progreso e independencia, demostrando así que es una realidad de la cual forma parte de nuestra cultura y del diario vivir. En décadas anteriores el maltrato contra la mujer era vivido en silencio dentro de los hogares, puesto que existían estilos de crianza fundados en el sistema patriarcal, en donde era el hombre quien decidía el destino de su familia sin considerar la opinión de sus miembros y rigiéndose este sistema bajos sus propias reglas. Alrededor de los años 20 la violencia era vivida como algo normal, propio dentro de la pareja, donde las mujeres asumían dicha conducta de forma sumisa, al ser educadas bajo estas normas

Por el contrario a este fenómeno se debe destacar que desde los comienzos del Siglo XX se pueden identificar constantes transformaciones, dentro de las cuales se identifican cambios en la estructura familiar, en donde la mujer deja de tener un rol sumiso ante la relación pareja y comienza a expandir sus horizontes, esta situación se ejemplifica con la inserción de la mujer al sistema electoral, a la fuerza de trabajo y al sistema educacional. Estos hechos contribuyeron a la reflexión del rol de la mujer en la sociedad, y al surgimiento del movimiento feminista que contribuye a la validación de los derechos de la mujer, lo cual significa que si ha existido un cambio de visión considerando a la mujer con iguales derechos que el hombre y siendo capaz de valerse por sí misma, lo cual le ha permitido a la mujer reaccionar frente a la agresión de una manera diferente enfrentándose a ésta y alejándose de la pareja agresora, puesto que reconoce las diferentes habilidades y potencialidades que posee, lo que le facilita una cierta autonomía de su pareja, oponiéndose al sometimiento de éste y rechazando sus abusos. Otro factor importante que contribuye a la disminución de la violencia contra la mujer y como fuente de recuperación son las emergentes redes de apoyos, formadas tanto por instituciones como el SERNAM y la OPD, como por las redes de apoyo informales como la familia, amistades y colegas, los cuales se encargarán de contener y brindarle la seguridad para salir de este círculo de maltrato.

Es producto de los cambios realizados y la valoración de las necesidades que han ido surgiendo en las mujeres violentadas, que se crean los programas Centro de la Mujer. El Servicio Nacional de la Mujer (2013) postula que los Centros de Mujer fueron creados el 2001, con la finalidad de prevenir y atender aquellos casos en donde exista violencia intrafamiliar, la temática está enfocada especialmente a la violencia de pareja.

En relación a los diversos tipos de violencia que se ejercen hacia la mujer se destaca entre las más frecuentes la violencia psicológica y las agresiones físicas (INE, 2004), por una parte la agresión psicológica implica una serie de conductas verbales en las cuales se denigra a la persona, siendo debilitada en el ámbito emocional, y por otra parte la agresión física conlleva a conductas por partes del agresor que afectan en el cuerpo de la mujer, las cuales pueden quedar a la luz de todos como también en sectores en los que puede ser ocultado. Con respecto a estos tipos de violencia se recalca el

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