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Actos Fallidos


Enviado por   •  5 de Octubre de 2014  •  2.416 Palabras (10 Páginas)  •  234 Visitas

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2ACTOS FALLIDOS

En su "Psicopatología de la vida cotidiana" Freudmuestra con innumerables ejemplos cómo las personas normales, en su trato cotidiano con los demás, pueden realizar acciones que contradicen su intención consciente y que aparentemente están desprovistas de sentido. El análisis enseña, sin embargo, que el sujeto tiene una intención oculta e inconsciente con la realización de dichos "actos fallidos". Junto con los "lapsus linguae" o confusiones con las palabras, Freud los estudió porque mostraban cómo las personas "normales" también podemos estar sometidas a procesos inconscientes no controlados ni por nuestra voluntad ni por nuestra consciencia, estudio que supuso para este autor, junto con el análisis de los sueños, la comprensión de la enfermedad mental y el uso de la hipnosis, el fundamento de su defensa de la existencia del inconsciente.

Técnicas de interprtacion de los sueños

El método terapéutico básico del psicoanálisis clásico se basa en tres procesos fundamentales: La Asociación Libre, El Análisis de los fenómenos de Transferencia y Contratransferencia y el Análisis de la

Resistencia. Al análisis de estos procesos le acompañan unos elementos de encuadre o reglas de trabajo para el paciente (Regla básica de la Asociación Libre) y el terapeuta (Regla de Abstinencia Regla de la Atención Flotante).

La asociación libre consiste en que el paciente debe de expresar todos sus pensamientos, sentimientos, fantasías y producciones mentales en general, según le vayan surgiendo en su cabeza y sentimientos sin exclusiones o restricciones algunas. A veces el analista insta al paciente a ir asociando a partir de los elementos que el propio paciente ha generado en su propio discurso.

El analista se abstiene de responder a demandas específicas del paciente como el consuelo, la simpatía o el consejo, y hace de pantalla o espejo en blanco que proyecta el discurso desplegado por el propio

paciente (regla de la abstinencia). Además el analista no debe de dar prioridad inicialmente a ningún componente del discurso del paciente, manteniendo una atención de neutralidad e importancia homogénea hacia todos los elementos del discurso del paciente (regla de atención flotante).

Con estas reglas, del paciente y terapeuta, se facilita que se produzca una relación transferencial. El paciente proyecta o desplaza sobre el analista aspectos cruciales con figuras importantes de su historia vital (por lo general los padres). La reexperimentación del paciente de esos aspectos conflictivos e inconscientes (transferencia) de la relación con sus progenitores, proyectadas sobre el analista, que no reacciona punitivamente ante el paciente, y le permite desplegar su discurso hacia

aspectos mas inconscientes (que se van haciendo mas conscientes), junto con el análisis y la interpretación de esos fenómenos se le denominaAnálisis de la Transferencia.

Por otro lado, el terapeuta, aunque este analizado, puede experimentar reacciones emocionales hacia el paciente, que a nivel inconsciente suele reproducir los roles complementarios punitivos o satisfacción de sus progenitores, se denominan reacciones contratransferenciales. El análisis y la supervisión del propio terapeuta le ayuda a estar atento a estas reacciones, como le proporcionan una valiosa fuente de información para la terapia, y a su manejo adecuado.

Sin embargo, los pacientes suelen utilizar una variedad de maniobras conscientes e inconscientes para manejar su propia ansiedad y conflicto y para evadir su trabajo terapéutico de libre asociación (Resistencias). La detección de esas maniobras y su interpretación adecuada constituye elAnálisis de las Resistencias. Este último trabajo terapéutico es crucial para el desarrollo del análisis que suele desarrollarse por lo general, en el transcurso de varios años en el psicoanálisis clásico.

Contenido latente y contenido manifiesto

A) Contenido manifiesto e ideas latentes del sueño:

El sueño relatado o recordado subjetivamente carece de autenticidad, ya que es sustituto de algo ignorado para el propio sujeto que tiene el sueño. Esto ocurre porque esa parte tiene un carácter inconsciente para la conciencia del sujeto. El sueño en su totalidad es una sustitución deformada de un suceso inconsciente cuyo descubrimiento corresponde a la interpretación de los sueños.

Para el análisis de un sueño es importante tener en cuenta que el aspecto exterior del sueño, su relato y presentación por el paciente o para nosotros mismos, por muy extraño o inusual que nos parezca, no debe preocuparnos para nada. Nuestra labor como terapeutas se reduce a despertar, mediante la asociación libre, las representaciones sustitutivas alrededor de cada elemento del sueño, sin reflexionar sobre ellas o preocuparnos si se alejan o no de ese elemento del sueño. Se debe esperar a que la parte inconsciente surja espontáneamente. Mediante la asociación libre se le indica al sujeto que no evite comunicarnos cualquier idea o recuerdo, por insignificante o absurda o repugnante que le parezca, que le suscita ese elemento de su propio sueño. El papel protagonista de la interpretación del sueño, recae sobre el propio soñador, indicándole el terapeuta el método a seguir para acceder a la

parte inconsciente del mismo.

Sin embargo, el sujeto o nosotros mismos al evocar nuestras asociaciones respecto a los sueños tenderemos a desviarnos de la regla de la asociación libre y a admitir, rechazar o seleccionar ciertas

interpretaciones como mas atractivas que otras. De este modo toda interpretación se realiza contra cierto grado de resistencia que impone la propia mente consciente e inconscientemente a este trabajo.

De esta manera el contenido manifiesto del sueño es la forma que el sueño adopta ante nosotros en su secuencia de imágenes y relato, y el contenido latente del sueño a aquello que permanece oculto por su carácter inconsciente y que el terapeuta tratará de descubrir mediante el análisis de las asociaciones libres que surgen en el sujeto a propósito de su sueño.

B) Los sueños infantiles:

El contenido manifiesto del sueño suele ser una representación distorsionada del contenido latente del mismo, debido a la intervención de distintos mecanismos que tienen lugar en la mente del sujeto y que se oponen a la expresión directa de los deseos inconsciente, en particular los mecanismos de represión o censura.

Sin embargo, Freud reconoce que en los niños pequeños (menores de cinco años) suelen presentarse los sueños como realizaciones de deseos de manera directa o al menos con menor distorsión defensiva. En el caso de niños pequeños no suele ser necesario el uso de la interpretación mediante la asociación libre; y es mejor preguntarle al propio niño o a los adultos significativos por sucesos transcurridos en el día anterior del sueño, relacionándose esto con la reacción de la mente inconsciente del niño a este suceso.

Por ejemplo, Freud, relata el sueño de un niño de veintidós meses es encargado de ofrecer a un tío u cestillo de cerezas, muy a disgusto, a pesar de las promesas de que podrá, en recompensa, probar la fruta ofrecida. Al día siguiente cuenta de que se comía todas las cerezas.

Otra niña de tres años había hecho durante el día su primera travesía en barco a un lago, que debió de parecerle corta, pues al desembarcar rompió en llantos. A la mañana siguiente contó que por la noche había soñado que navegó por el lago largo rato, sin que nadie le interrumpiera.

Esto hace pensar que los sueños infantiles tiene un sentido, y que en ellos el contenido manifiesto y latente parecen mas similares que en los adultos. El sueño infantil es una reacción a un suceso del día anterior que deja tras de sí un deseo insatisfecho, y que trae consigo la realización directa y no disfrazada de ese deseo.

A partir de los sueños infantiles, Freud concluye que el sueño es el guardián del reposo, en el sentido de que instauran la realización de un deseo que excitó al sujeto en el estado de vigilia. Esa realización fantaseada y alucinatoria, permite al sujeto protegerle de la excitación y proseguir el descanso y reposo del dormir, al permitirle al menos una satisfacción "alucinada" de su deseo.

En todos los demás sueños, de niños mayores y de los adultos, la deformación del contenido manifiesto del sueño, tal como se nos aparece en su secuencia y relato constituye una deformación defensiva de los deseos inconscientes, de su contenido latente. En los adultos mediante la asociación libre se revela los deseos inconscientes que habían permanecidos ocultos y censurados.

C) La censura del sueño y el trabajo del sueño:

Como ha quedado expuesto, salvo en los casos de los niños pequeños, el contenido manifiesto de los sueños aparece deformado respecto a su verdadera intención del deseo inconsciente latente.

¿Por qué ocurre esta deformación del sueño? Esta deformación es la que hace al sueño extraño e incomprensible al propio sujeto, y la que participa en la propia resistencia consciente e inconsciente al

reconocimiento del deseo inconsciente que lo sustenta. La censura del sueño es la responsable de tal resultado. La censura se levanta contra el deseo inconsciente.

Los deseos expresados en los sueños, al igual que los relacionados con los síntomas neuróticos, tienen un aspecto central de naturaleza sexual y se suelen relacionar con deseos eróticos vividos en la infancia o relacionados asociativamente con ellos. La sexualidad infantil, se constituye así en el motor de todo sueño. Los deseos incestuosos que se producen en la infancia (complejo de Edipo) suelen estar relacionados con estos deseos ocultos en el sueño.

La censura representa la instancia moral del sujeto, lo que a su conciencia le parece reprensible, indecente o repugnante. La búsqueda del placer o deseo sexual es rechazada conscientemente mediante diversos mecanismos inconscientes del propio yo del sujeto que se expresan en el mismo sueño, aunque de manera mas débil que en el estado de vigilia. Estos mecanismos de defensa contra el deseo, y la forma disfrazada en que se expresa ese deseo, son los que producen la particular forma de cada sueño personal. El contenido manifiesto de los sueños adopta una expresión similar a los síntomas, como formación de compromiso, al reunir por una parte la expresión disfrazada de los

propios deseos inconscientes y la censura o represión del mismo deseo.

La censura psicológica del contenido latente amenazador, lo mismo que la censura política (analogía usada por Freud) adopta varias formas que se agrupan en varias categorías:

C.1.Omisión-atenuación: Simplemente se elimina el material problemático. Partes del sueño y su cadena asociativa es eliminado conscientemente; lo mismo que un censor elimina las escenas sexuales

de una película que considera provocativa.

C.4.La simbolización: Los elementos del contenido latente se expresan de manera no directa sino simbólica en el contenido manifiesto del sueño. Los símbolos oníricos suelen parecerse físicamente y

funcionalmente al objeto que simboliza. De esta manera el pene suele estar representado por objetos alargados, que penetran o se elevan; y la vagina y senos, por objetos con cavidades, redondeados, frondosos, etc. De todas maneras los símbolos solo se han de tomar de equivalente al objeto sustituido con cierta prudencia, y solo de manera secundaria a la asociación libre.

) Realizaciones de deseos: En sentido estricto, todos los sueños son sueños infantiles, en cuanto transforman un deseo en un suceso fantaseado o alucinatorio que produce una satisfacción. En los adultos intervienen con más fuerza los mecanismos de deformación y distorsión expuestos.

Una de las críticas a esta formulación es que muchos sueños conllevan un displacer y angustia considerable, lo que parece opuesto a la satisfacción de un deseo. Freud, responde a esta objeción planteando que en estos casos la realización del deseo no es evidente, y solo aparece cuando estos sueños son interpretados. La presencia de angustia en los sueños es explicada por la participación de la censura inconsciente que se opone a la realización del deseo. Cuanto más fuerte es la censura en

el sueño, más angustiosa aparece este, como en el caso de las pesadillas.

El sueño en su forma manifiesta puede presentarse de múltiples manera, como ha sido expuesto por otros psicólogos y la misma cultura popular. Puede aparecer como una premonición, un aviso, una censura, la presentación de un proyecto, intentos de resolver un problema, etc.

Sin embargo en su contenido latente, siempre se relaciona con la realización de un deseo; deseo que ha sido transformado por la acción del trabajo del sueño en el contenido manifiesto y su forma particular.

Un concepto que introduce Freud en la interpretación de los sueños es el de "restos diurnos", para referirse a una parte del contenido latente que se relaciona con acontecimientos de la vida del sujeto, al igual que en los niños ocurrían cosas que le frustraban, de modo que esas insatisfacciones estimulan al deseo inconsciente a la base del sueño.

Esas insatisfacciones actuales de la vida del sujeto se incorporan al sueño estimulando el deseo inconsciente de tipo infantil. Otras veces, el deseo infantil es el que hace que el sujeto, inconscientemente seleccione los acontecimientos de su vida que incorporará a su sueño.

E) El simbolismo en el sueño:

Aunque Freud, inicialmente, y aún hoy en día muchos psicoanalistas se oponen a la interpretación universal de una correspondencia automática entre los símbolos del contenido manifiesto del sueño y su significado latente; el mismo llegó a admitir tal correspondencia en determinados casos; pero siempre combinándola y postergándola al método de la asociación libre. La influencia de las investigaciones antropológicas, y quizás la propia influencia de sus discípulos iniciales (p.e Jung) le llevaron a esta solución de compromiso. Lo llamativo es que hoy en día muchos psicoanalistas que pretenden un fiel retorno a Freud, rechazan esta actitud freudiana, y niegan el papel de los símbolos

universales en determinados casos.

De hecho, Freud, llegó a la conclusión de que en determinados casos hay sueños prototípicos que pueden interpretarse por su correspondencia simbólica; pero solo cuando el sujeto del sueño es incapaz de asociar libremente sobre el contenido del mismo. Es decir el simbolismo aparece

como un método auxiliar a la asociación libre, cuando esta se ve dificultada.

En esta línea, Freud expone una serie de correspondencia de símbolos y órganos sexuales; como por ejemplo los objetos del contenido manifiesto alargados, que perforan o que se elevan y los órganos

sexuales masculinos o la actividad sexual masculina; o la relación entre los objetos con cavidad y salientes con los órganos sexuales femeninos.

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