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Buena Convivencia


Enviado por   •  28 de Noviembre de 2012  •  740 Palabras (3 Páginas)  •  597 Visitas

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ACTIVIDADES PARA PROMOVER LA BUENA COMUNICACIÓN Y LA RELAJACIÓN

La nube y el sol

Objetivo: Reconocer que comunicarse favorece la amistad y que callarse, a veces, la dificulta.

Alumnos de 10 a 12 años

Texto de trabajo: “La nube y el sol”

“El sol viajaba por el cielo, contento y triunfante en su carro de fuego, lanzaba sus rayos por todo el mundo, cosa que provocaba la indignación de una nube con un humor tempestuoso, que criticaba:

–Derrochador, más que derrochador, tira, tira tus rayos. ¡Ya lo verás, ya, cuántos te quedarán al final!

En las viñas, cada grano de uva que maduraba en las cepas robaba un rayo por minuto, o incluso dos; y no había ni un brote de hierba, ni una araña, ni una flor, ni una gota de agua, que no hiciera lo mismo.

–Tú mismo, deja que todos te cojan rayos; ¡ya verás cómo te lo agradecerán, cuando no tengas nada para dejarte robar.

El sol continuaba alegremente su viaje, regalando sus rayos por millares, por millones, sin ni siquiera contarlos. Solamente al final del día contó los rayos que le quedaban; pero, fíjate, no le faltaba ni uno. La nube, de la sorpresa, se deshizo en granizo. Y el sol se zambulló felizmente en el mar”.

Desarrollo de la actividad

– El profesor cuenta el cuento La nube y el sol.

– Después inicia un diálogo entre todos sobre la amistad y la importancia que tiene el egoísmo y la generosidad para que funcione la amistad. El diálogo se hará de la siguiente forma:

• Se dan tres oportunidades de hablar a cada alumno. Estas oportunidades las tendrán cuando levanten la mano y el moderador les dé el turno para poder hablar.

• No gastar las tres oportunidades de hablar significa guardarse sus opiniones personales solamente para sí mismos, por lo tanto, ser egoísta, ya que no comparte con los demás compañeros.

– El profesor tiene que convencer a los alumnos que todos tienen cosas importantes que comunicar, y si no las dicen puede ser que no se le ocurran a ningún otro compañero.

El silencio

Objetivo

– Cultivar la paz interior.

– Que los alumnos experimenten la ausencia de la agresividad, de la violencia y de la tensión.

– Que sientan y gusten el placer de la serenidad física y psíquica.

Desarrollo de la actividad

– El animador expone el objetivo y motiva a los educandos. No podemos pacificar a los demás, sino llevamos la paz dentro de nosotros.

– Explica que se va a hacer un ejercicio de relajación para descargar las tensiones acumuladas en nuestros músculos y facilitar el silencio profundo. Pide que atiendan las palabras orientadoras, y las obedezcan confiadamente, sin cuestionarlas.

– Se apagan las luces intensas para quedar en la penumbra. Se pone una débil música sedante de fondo, aunque no es necesario este fondo musical

– Y empieza el ejercicio:

• “Estoy sentado apoyando la espalda en el respaldo y los pies bien plantados en el suelo, y algo separados. No hago caso de ningún ruido que me llegue.

• Dejo caer los hombros a los lados.

• Respiro cómodamente, escucho el aire que entra y sale por la nariz, entorno los ojos y respiro suavemente.

• Relajo los párpados... Respiro...

• Dejo caer suavemente la mandíbula interior.

• Respiro... Relajo los labios... Aflojo la lengua.

• Trago saliva lentamente y relajo la garganta.

• Escucho la respiración por la nariz.

• Lentamente muevo la cabeza para relajar los músculos del cuello.

• Respiro... Dejo caer los hombros y la espalda.

• Suelto los brazos... y las manos... Respiro...

• Aflojo más los brazos... y las manos...

• Respiro... Siento cómo se hincha el pecho y cómo se desinfla...

Sigo observando mi respiración.

• Aflojo mis piernas... suelto los muslos... la pantorrilla... los pies...

• Estoy relajado. Todo mi cuerpo está relajado...

• Respiro lentamente...

• Escucho los ruidos que me llegan desde fuera...

• Escucho cualquier ruido... (un minuto).

• Escucho el silencio... (un minuto sin música).

• Estoy muy a gusto, muy tranquilo... Siento la paz...

• Quiero la paz... Quiero el amor... Siento el amor...

• Paz... amor... no-violencia...”.

– Se deja al grupo en silencio, siguiendo su ritmo interior, durante un minuto.

– Para salir del silencio, el educador dirá suavemente: “Paz...No-violencia... amor...

Se pide que abran los ojos, se froten suavemente la cara, muevan todo el cuerpo.

– El educador pide a los alumnos que expresen cómo se han sentido, qué han sentido.

– Este ejercicio u otro similar habría que hacerlo casi diariamente durante un buen período. Al principio resulta difícil, pero progresivamente se llega a una profunda pacificación.

Se recomienda practicar al inicio de las clases, sobre todo en la jornada de la tarde.

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