Carencia Afectiva Del Niño

¿LA CARENCIA AFECTIVA INFLUYE EN EL DESARROLLO DEL NIÑO?

El enlace afectivo que tienen los niños, es una parte fundamental a la hora de su desarrollo, es decir, que el cariño que estos reciban, como y de quien, limitará su desarrollo integral y su madurez en el campo afectivo. La carencia afectiva familiar o maternal durante los primeros cinco años de vida, produce en el niño un estado sicológico de ansiedad y miedo a ser abandonado.

Los expertos consideran que desde su origen de vida hasta los 12 años los niños no tienen un desarrollo cognitivo, por lo que todo lo que reciben de los demás es básico para su madurez. La carencia afectiva o las alteraciones por carencia relacional, explican a aquellas situaciones en que la maduración de la identidad del niño se interfiere por la insuficiencia grave de estimulación afectiva. En el ser humano no existe la probabilidad de un desarrollo correcto.

Los niños que conciben fuertes enlaces sociales con ciertas personas importantes en su vida, en su crecimiento se transforman en personas que pueden interactuar con los demás con mayor facilidad. «Estos niños desarrollan la inteligencia emocional, lo que les permite ser más curiosos y les va mejor en la escuela porque se sienten aceptados, saben trabajar mejor en grupo, es menos probable que pierdan el control y que tengan problemas de conducta. Son capaces de manejar mejor la tensión; además, estos niños se relacionan mejor con los demás y tienden a ser personas más felices.»

Trister y Heroman (1999)

Pero si bien, podemos estar pensando ¿donde inicia esta carencia? Podríamos decir que es en el ambiente familiar donde, en primer lugar, se constituyen unos valores fundamentales, que se convierten en un punto clave para los niños, proporcionando un resultado de familiarización y de interacción, en el desarrollo emocional, creando la habilidad de utilizar estrategias para enfrentar los niveles sociales a los que se expone. Son varios los aspectos en los que la familia juega un papel importante, como principal delegado en el contorno del desarrollo humano. La familia, es considerada como el ambiente básico del proceso evolutivo, además, es quien tiene la labor de socializar al niño; a través del ejemplo y del tipo de comunicación que se establece dentro de ella, buscando llevar a cabo la planeación y el alcance de metas vinculadas por medio de dos acciones: control y afecto. Por otra parte lo que la familia busca es controlar todo lo que tiene que se refiere a los niveles de socialización, la responsabilidad y evitar todo caso de riesgo y fracaso.

El vínculo afectivo es una conexión emocional mutua que se fortalece entre un infante y quien lo cuida, cada uno de los cuales aporta a la calidad de la relación. Estos enlaces tienen un valor adaptativo para los bebés, asegurando que sus necesidades psicosociales y físicas sean complacidas. Casi toda actividad que realiza un bebé, conduce a una respuesta en un adulto, puede ser una conducta en busca de un vínculo afectivo: llorar, sonreír, abrazarse y mirar los ojos de la persona que lo cuida. Los niños en sus etapas más tempranas dependen de otras personas para obtener estimulación que conlleven a un buen desarrollo cognitivo.

La carencia afectiva señala la ambiente en que se encuentra un niño que ha sufrido o sufre la privación de la relación con su madre, o quien haga a sus veces, y que tolera la pérdida de cuidado afectivo requerido en la edad temprana. En cualquier circunstancia cualquier persona puede sentir no haber amado lo suficiente o no haber sido amado de la manera adecuada. Estos sentimientos de malestar, que generalmente son temporales, no constituyen el tema de la carencia afectiva en su sentido preciso. La carencia puede manifestarse cualitativamente de distintas formas y a través de muchas circunstancias, sea por negligencia y abandono o bien por situaciones de ruptura

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