Conciencia Ecológica

CONCIENCIA ECOLÓGICA

Cuanto más precisamos encontrar el yo, más descubrimos

¿Nuestras Interconexiones no lineales con lo que está fuera del yo.

Conocerse completamente a uno mismo requeriría, en efecto, comprender

todo el Universo. (Briggs, J. y Peat, D. 1999. P. 119).

¿Será capaz el ser humano de conocerse completamente así mismo?

Los seres humanos se encuentran en un proceso de conocimiento y transformación permanente. La realidad interna y externa se encuentran afectadas por un flujo permanente de vibración dinámica. Todos los sucesos que acontecen conforman la percepción que la persona tiene de la realidad y de si misma. En este ensayo abordará como siempre, el tema de la conciencia con el apelativo “ecológica”. Se inicia haciendo un planteamiento de su significado, de la crisis en que se encuentra y finalmente se expresaré algunos elementos a tomar en cuenta para avanzar hacia una nueva conciencia ecológica e integral.

Ernst Haeckel, biólogo alemán 1834-1919, creo la palabra ecología y la definió como el estudio de la interdependencia de todos los sistemas vivos y no vivos entre sí y con su medio ambiente. (Boff. 2000). Si agregamos a esta definición los términos cosmogénesis, antropogénesis, nos encontramos ante un universo en total interdependencia, cambiante, pujante y en permanente renacimiento, donde todo lo que existe se encuentra en constante cambio y transformación. Se puede afirmar entonces, que nada esta acabado, que los seres humanos se encuentran en proceso de transformación permanente. Por lo tanto, la conciencia es cambiante, se transforma producto de los acontecimientos externos y en esa dinámica los seres humanos transforman la realidad próxima y lejana.

¿Existe una crisis de la conciencia planetaria?

La vida de la sociedad moderna está en caos, esto se manifiesta en todo su accionar, en la dinámica de sus relaciones y en la elección de sus prioridades. Dicha situación amenaza ya la existencia del planeta mismo. Los seres que habitan el planeta poco a poco van tomado conciencia de esta realidad que se vive. Ejemplo de ello es, que un mínimo suceso (una tormenta, una ola de frío, el alza de los combustibles), afecta a escala a grandes poblaciones, y lo preocupante de esto es que cada vez los sucesos se dan con más frecuencia. (Elizalde, 2003, P.100). Plantea: El principal problema que hoy enfrenta la humanidad es primordialmente algo así como un “subdesarrollo” moral, hemos alcanzado un desarrollo impresionante científico y tecnológico que nos da el poder de modificar e incluso de destruir la naturaleza y a nosotros mismos. Antonio Elizalde señala, que la crisis que vive el planeta es de carácter moral y le llama “sub-desarrollo moral”. El desarrollo tecnológico y científico llegó al planeta Tierra, pero el desarrollo de los principios y valores se quedaron a la saga. Se puede decir que no se dio un desarrollo integral.

¿Cómo se ha llegado a ese subdesarrollo de la conciencia moral?

Como ya se expresó anteriormente la conciencia de los seres humanos es la conciencia del planeta, no se puede negar la interconexión e interdependencia en su conformación. Los seres humanos se encuentran maravillados y deslumbrados por el avance científico y tecnológico. Este acontecimiento se da de forma tan veloz que no deja espacio para la reflexionar, sobre su impacto en los diferentes ambientes: familiar, económico, social, religioso, es un efecto a nivel planetario. Se vive la vida más acelerada, la función trabajo invade hasta la intimidad de los hogares, no hay separación; siempre estamos trabajando, se volvió el trabajo la prioridad principal. Sin darse cuenta la humanidad ha asumido en un estilo y ritmo de vida donde lo que menos hace es “vivir”, ya no se trabaja para vivir, sino se vive para trabajar. Pero, ¿que motiva este cambio? Cada vez más la sociedad manifiesta una gran “necesidad de tener”, y se afana incansablemente por ello; eso es lo que motiva a la humanidad a desvivirse por trabajar. La sociedad de consumo marca el ritmo de qué y cuánto hay que adquirir, envuelve la mente de las personas en un torbellino subliminal que nubla la razón y como autómatas se quiere comprar lo que los medios de comunicación nos ofrecen, y nos hacen sentir la necesidad, la mayoría de veces sin necesitar dichos productos. Se acumula cantidades de objetos, que lo único que se crea son montones de basura no degradable y lo que logramos son mayores niveles de contaminación.

La humanidad todavía no alcanza a imaginar hasta donde y cuanto le va a costar ese desarrollo. Es un desarrollo que no es sustentable, con alto costo para la humanidad y el planeta, que no ha traído la felicidad plena de los seres humanos y que esta terminando con los principios y valores; es una vorágine que se ha salido de.

Otro punto de discusión es la distribución de la riqueza en el planeta, son los pocos países ricos, los que gozan de vidas plenas, los que gobiernan el mundo. La gran mayoría de la humanidad es pobre y excluida de la participación y el reparto de los bienes que generosamente brinda la madre tierra. Son ellos, los que se han adueñado de todo lo que corresponde a la humanidad entera, son los que gobiernan y deciden, mientras las grandes mayorías de la humanidad viven la miseria y la marginación.

Es la injusticia y la falta de equidad la que generan el subdesarrollo en el planeta y es la ambición desmedida la que genera el subdesarrollo moral. Es la ciencia con conciencia moral la que puede permitir un desarrollo sustentable.

Hay que anteponer los intereses particulares a los intereses comunitarios y planetarios, situarse y sentirse parte integrante del universo.

Con tanto poder, los hombres se considera unos semidioses, capaces de manipular todo su entorno, incluidos los seres humanos. Ese poder de acción y decisión cambia su visión del mundo al asumir otras prácticas con visiones fragmentadas lo lleva a la transformación de la conciencia,. Esa percepción de separatividad y autosuficiencia la interiorizó en su conciencia y eso le llevó a asumir roles y a actuar de acuerdo a esa nueva visión reducida e inhumana. El poder nos robo la

...