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El Hombre En Busca De Sentido


Enviado por   •  13 de Agosto de 2014  •  1.689 Palabras (7 Páginas)  •  217 Visitas

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I Parte. Análisis del libro “El hombre en busca de sentido”.

En este libro el autor nos relata cómo pudo superar los distintos problemas y adversidades que se presentaban en un campo de concentración, los cuales nunca le quitaron el ánimo y la esperanza de sobrevivencia.

Nos explica la forma cruel en que seleccionaban a los prisioneros según sus condiciones físicas, lo que significaba que los enfermos y prisioneros mayores, eran sacrificados de manera brutal.

Se vivía en una constante competencia de supervivencia porque por cada prisionero salvado había otro que era elegido para ir directo a la cámara de gas.

El autor, con sus experiencias, nos traslada a una época en la que las personas no eran tratadas como tales y eran castigadas y esclavizadas de manera exagerada.

Entre las principales observaciones del autor, a los sobrevivientes se les destaco tres fases de las reacciones mentales importantes: la fase que sigue a su internamiento, la fase de la auténtica vida en el campo y la fase siguiente a su liberación.

La principal característica de la primera fase es el shock, sentimientos de temor o miedo cuando los prisioneros eran trasladados a una ciudad la cual para ellos era sinónimo de muertes, torturas, cámaras de gas y crematorios.

El autor Viktor Frankl nos relata en una parte de su libro, que los capos les ordenaron a todos los prisioneros hacer dos filas, una de hombre y una de mujeres, haciéndolos creer que lo hacían con el fin de acomodarlos según su estado físico, al final de ese día se dieron cuenta del verdadero significado de ese movimiento, las personas trasladadas a la izquierda fueron sacrificados en las famosas cámaras de gases por ser personas enfermas o de edad avanzada.

Los sobrevivientes fueron despojados de todas las pertenencias que le quedaban a cada uno y además los obligaron a desnudarse y afeitar por completo su cuerpo, demostrando de esta manera que eran inferiores a los que tenían poder y a los que mandaban sobre ellos

Después de esto, la principal reacción del psicólogo Frankl fue que a pesar de exponerse a pasar tantas horas de frio y tanto tiempo sin poder dormir, no enfermaban ni padecían de males, es por esto que el autor de este libro afirma que los libros de medicina mienten con respecto a este tema.

Los prisioneros de este campo de concentración tuvieron muchas veces la idea y las ganas de suicidarse y acabar de una vez con aquellas torturas que los acompañaban día con día, sin embargo lo veían como algo innecesario ya que se habían hecho la idea de que ese suicidio pronto llegaría por parte de los capos.

En la segunda fase que destacó el autor, los prisioneros se crean un cierto sentimiento de apatía que los traslada a una muerte emocional con una vaga nostalgia al recordar a su familia y personas que tenían alto significado en sus vidas. Otro factor era la frialdad que tenía cada uno, causada por los maltratos físicos y emocionales que recibían todos los días por parte de los superiores, eran castigados por el simple hecho de tener fiebre o enfermedades normales de las condiciones en las que se encontraban. Llego el punto en el que los prisioneros dejaron de sentir piedad, asco, miedo y horror por tanta crueldad y soledad en la que vivían.

La falta de sentimientos, de emociones hacían a veces una buena manera de defensa de los prisioneros. Pero no era el dolor físico, ni los insultos lo que más dolía, sino que era la forma de trato que los capos daban a los prisioneros, una forma de tratarlos como si fueran animales, como si su único objetivo era el de ponerlo a trabajar y que no era necesario molestarse en castigar, sino que bastaba con tirar una pedrada para llamar su atención. Este tipo de trato, según Frankl, era la forma de herir más dolorosa que se podía apreciar en el campo.

Los prisioneros en el campo tenían sueños, sueños causados por la insatisfacción de sus necesidades diarias. Soñaban con pasteles, pan, comida, una ducha con agua templada, con una libertad incondicional.

Frankl nos explica en su libro, que no había peor sufrimiento que el que estaban viviendo en ese campo.

Uno de los deseos mas placenteros para cada uno de los prisioneros era el de comer algo delicioso. Entre ellos conversaban sobre cuál era su plato preferido y su receta preferida, si bien es cierto, esto no representaba un bien para los prisioneros porque significaba un daño psicológico y mental que se convertía en tortura.

En el campo de concentración los hombres estaban aislados de toda cultura externa, a excepción de la política y la religión. Muchas de las conversaciones que sostenían los prisioneros eran sobre la política, las distintas facetas, criterios y puntos de vista que los prisioneros sostenían y los cuales muchas veces eran las causantes de muchas riñas entre ellos.

En el único lugar en que los prisioneros se sentían cómodos era el interior de sí mismos.

La mente de los

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