El tema a tratar en este trabajo es acerca de la relación que tiene la memoria con la realidad

El tema a tratar en este trabajo es acerca de la relación que tiene la memoria con la realidad, cómo podemos asegurarnos de que todo lo que recordamos o todo lo que vivimos es real y no un sueño, y quienes son los que nos imponen esta realidad supuestamente verdadera.

La película que he tomado es “El efecto mariposa” escrita por Eric Bress, esta película comienza con un proverbio chino que dice “algo tan pequeño como el aleteo de una mariposa, puede causar un tifón en algún lugar del mundo” (teoría del caos). La teoría del caos es un término matemático-físico  que da cuenta que una pequeña variación en condiciones iniciales pueden implicar grandes diferencias en el comportamiento futuro.

Precisamente de eso trata este film, de un niño que hereda la extraña “enfermedad” de su padre que se encuentra en un hospital psiquiátrico, este niño llamado Evan tiene serios problemas con recordar los momentos en los que vive situaciones de gran impacto o gran carga emocional, un doctor le recomienda a la madre que escriba las cosas que le van pasando a diario en un cuaderno. Tiempo después Evan lee uno de esos cuadernos y comienza a “recordar” qué era lo que había pasado, pero esos recuerdos no se sabe si son reales o es solo creación de su mente, ya que leer sus memorias le da la capacidad de viajar en el tiempo hacia su niñez y realizar algunos cambios. El problema que se desata aquí es que al recordar todas esas cosas y hacer consiente o inconscientemente una pequeña modificación en el pasado hace que se altere por completo todo su presente y futuro.

Esta película tiene relación con un libro de René Descartes llamado “Discurso del método” escrito en 1637. En este libro el autor hace una especie de manual para poder llegar al conocimiento real y encontrar la verdad por medio del rechazo a lo que nos parezca dudoso en lo más mínimo:

Pero deseando yo en esta ocasión ocuparme tan solo de indagar la verdad, pensé que debía hacer lo contrario y rechazar como absolutamente falso todo aquello en que pudiera imaginar la menor duda, con el fin de ver si después de hecho esto, no quedaría en mi creencia algo que fuera enteramente indudable.”(Descartes, 1637 p.17)                                                               3

La relación que vendría teniendo el efecto mariposa con el discurso del método es que en ambas se busca la realidad verdadera ya sea recordando el pasado (como en el film) o dudando del futuro (como en el libro).

René Descartes en su libro habla acerca de que nuestros propios sentidos pueden engañarnos, y frente a eso estamos expuestos al error como cualquier persona, y también, ya que los pensamientos nos pueden venir al estar despiertos como también al estar durmiendo, entonces no eran completamente verdaderos, porque podía ser solo la ilusión de un sueño. Aquí vendría siendo la mayor relación que tienen el libro con la película, ya que en la película por ejemplo cuando el protagonista se cuestiona por primera vez sobre algo que no recordaba de su pasado, lee uno de sus diarios donde anotaba todo y “viaja” en el tiempo al momento antes de que perdiera la memoria, cuando pusieron un explosivo en el buzón de una señora, al volver a recordar eso ocurre algo que no había pasado la primera vez, le cayó un cigarro encendido en el cuerpo y se quemó. Entonces cuando volvió al presente le apareció una cicatriz en el estómago. Frente a esta situación tendríamos que dudar de si lo que hemos vivido es realmente verdadero o no, o si nuestros recuerdos son totalmente correctos o nos pueden engañar al igual que los sentidos.

En ningún momento ni en la película ni en el libro se duda de uno mismo, la duda es respecto a la realidad y a la verdad en la que vivimos a diario y así es como lo explica el autor del libro:

Examiné después atentamente lo que yo era, y viendo que podía fingir que no tenía cuerpo alguno y que no había mundo ni lugar alguno en el que yo me encontrase, pero que no podía fingir por ello que no fuese, sino al contrario, por lo mismo que pensaba en dudar de la verdad de las otras  cosas, se seguía muy cierta y evidentemente que yo era. (Descartes, 1637 p.17)                                                                                                          

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