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El yo desde el punto de vista de Freud


Enviado por   •  11 de Septiembre de 2012  •  Ensayos  •  1.587 Palabras (7 Páginas)  •  544 Visitas

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El yo desde el punto de vista de Freud

El Yo tiene como fin cumplir de manera realista los deseos y demandas del Ello con el mundo exterior, a la vez conciliándose con las exigencias del Superyó. El Yo evoluciona según la edad y sus distintas exigencias del Ello actuando como un intermediario contra el mundo externo. El yo sigue al principio de realidad, satisfaciendo los impulsos del Ello de una manera apropiada. Utiliza razonamiento realista característico de los procesos secundarios que se podrían originar. Como ejecutor de la personalidad, el Yo tiene que mediar entre las tres fuerzas que le exigen: el mundo de la realidad, el Ello y el Superyó, el yo tiene que conservar su propia autonomía por el mantenimiento de su organización integrada. Aunque en sus escrituras tempranas Freud comparó el Yo con nuestro sentido de uno mismo, en adelante comenzó a retratarlo más como un sistema de funciones psíquicas tales como el examen de realidad, defensa psíquica, funciones cognitivas e intelectuales (síntesis de la información, memoria y similares).

Es la entidad que actúa como regulador entre las demandas del Ello y del Superyó. No es ciento por ciento consciente, en particular, los contenidos referentes a las funciones yoicas de defensa son esencialemente inconscientes. Se basa en un concepto realista del mundo para adaptarse al mundo. Casi ejemplificado como un poder o una persona dentro de la mente, que nos presta atención en todo momento, incluso en nuestras acciones más íntimas, esta observación no es lo mismo que una persecución, pero no esta muy lejos de serlo.

Todas las acciones ejecutadas, son analizadas por el Yo y a menudo se les comunica los resultados: “ahora debe decir esto…”, “ahora deberá salir”. Amenazando con el castigo en caso de incumplimiento. El Yo, en su observación nos permite reconocer las acciones que realizamos, la oportunidad de elegir el camino a seguir, y razonar los impulsos que realizábamos con tal de no ceder lugar a la liberación libidinosa, y velar por la integridad general de la realidad. Es el primer paso del reconocimiento, para afrontar las alegrías, culpabilidad o castigo.

Después de Freud, un número de teóricos psicoanalíticos prominentes comenzaron a trabajar sobre la versión funcionalista del Yo de Freud. El mayor esfuerzo fue puesto en detallar las varias funciones del Yo y cómo se deterioran en psicopatología. Varias funciones centrales del Yo-realidad: impulso-control, juicio, está probado que afectan la tolerancia, la defensa, y el funcionamiento sintético. Una revisión conceptual importante a la teoría estructural de Freud fue hecha cuando Heinz Hartmann discutió que el Yo sano incluye una esfera de las funciones autónomas del mismo que son independiente del conflicto mental. La memoria, la coordinación motora, y la realidad-prueba, como ser, pueden funcionar sin la intrusión del conflicto emocional. Según Hartmann, el tratamiento psicoanalítico apunta a ampliar la esfera sin conflicto del funcionamiento del Yo. Haciendo así pues, que el psicoanálisis facilite la adaptación, es decir, una regulación mutua más eficaz de Yo y del ambiente.

David Rapaport sistematizó el modelo estructural de Freud y las revisiones de Hartmann. Rapaport discutió que el principio central de la teoría freudiana era que los procesos mentales son motivados y formados por la necesidad de descargar la tensión. El trabajo de Freud que clarificaba Rapaport retrató la mente organizada en pulsiones y estructuras. Las pulsiones responden a la energía de la libido retenida y se orientan a una descarga rápida, a la satisfacción inmediata de deseos. Debido a que es raro que los deseos puedan ser satisfechos inmediatamente en la realidad, la mente desarrolla mecanismos para retrasar la satisfacción, o para alcanzarla a través de los desvíos o sublimaciones. Por lo tanto, la energía de la pulsión es contenida por las estructuras mentales relativamente estables que abarcan al Yo. Rapaport definió las estructuras como organizaciones mentales con un índice de cambio lento, en comparación con las pulsiones.

Arlow y Brenner discutieron que la teoría anterior de Freud de los sistemas conscientes, preconscientes, e inconscientes de la mente deben ser abandonados, y el modelo estructural debería ser usado como la única teoría psicoanalítica de la mente.

Los autores psicológicos del Yo recientemente se han acercado en varias direcciones. Algunos, tales como Charles Brenner, han afirmado que el modelo estructural debe ser abandonado y los psicoanalistas deben centrarse exclusivamente en conflicto mental que entienden y tratan. Otros, tales como Frederic Busch, han sofisticado cada vez más el concepto del Yo.

La

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