Empatia y Perpestiva

Empatía y Perspectiva:

Dos palabras que se escriben de manera sencilla pero que producen un impacto directo y marcan una diferencia enorme a medida que vamos perfeccionando su uso en nuestra vida personal y profesional.

En la parte de liderazgo hace hincapié sobre estas dos características como una cualidad inherente a la persona que está al frente de una o más personas, como alguien que debe servir a sus subordinados bajo un ambiente de armonio, lealtad, confianza, respeto y crecimiento continuo obteniendo a cambio lo mismo que el líder entrega, de esta manera se está formando líderes que a su vez irán formando más lideres; prolongando y fortaleciendo la cadena a manera de que cada eslabón permanezca sólido, logrando así cambios de mentalidad e impulsando inclusive normativas y prácticas que marquen la pauta a un cambio generacional, que definan pautas a una nueva forma de proceder a niveles comerciales, políticos, familiares, estudiantiles, etc.

Nuestro liderazgo debe enfocarse en fortalecer y procurar el crecimiento del total de personas a nuestro cargo directo, si nos enfocamos en uno o dos y desplazamos a los demás deberíamos replantearnos el querer llamarnos “lideres”.

La definición de metas claras y especificas es crucial para fijar un norte y emprender el recorrido hacia la meta, hay que dejar de lado el ego del “yo-yo” y generar un ámbito de continua dependencia dando la apertura y confianza a nuestro equipo al punto de ser capaces de identificar los problemas con antelación y no llegar al punto de experimentar una curva descendente de rendimiento.

Debemos despojarnos del manto de imprescindibles e inalcanzables y mostrarnos genuinamente interesados en lograr el crecimiento y desarrollo de nuestro grupo; ellos se comportarán y evolucionarán de acuerdo a nuestro compromiso con ellos, es decir si solo un área evoluciona y las demás se quedan estancadas y sin protagonismo; ¿serán realmente las personas que están desarrollando mal sus actividades o será que estamos ejerciendo un liderazgo ficticio?

Todo lo anterior se logra implantando y fortaleciendo día con día una cultura de EMPATIA en todos los niveles de una organización, bajo una PERSPECTIVA orientada a la excelencia y mejora continua y esto debe o debería ser el llamado principal para cada una de las personas que tenemos la oportunidad y privilegio de dirigir a otras.

Actualmente hay mucha preocupación por la fuga de talento y la receta tradicional es “ajustar el salario” para retener. No digo que esté mal, pero es insuficiente.

De esto hablé hoy con un colega y alguien dijo que los “jefes tóxicos” son el verdadero problema. Y estoy muy de acuerdo.

El asunto no es retener sino fidelizar… en eso es clave el estilo de liderazgo del gerente.

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