Entrenamiento En Habilidades Sociales

Entrenamiento en habilidades sociales

Es una de las técnicas de la conducta más usada en la actualidad, pero también una de las más difíciles ya que requiere conocimientos de muy diversas áreas de la psicología y que depende mucho por la subcultura en la que se lleva a cabo la conducta que se va a entrena, entre otros factores.

El campo de las habilidades sociales (HHSS) conoció su época de mayor de difusión en los años setenta y sigue siendo un área de continua investigación y aplicación. En las décadas de los sesenta y setenta se establecieron las bases para el desarrollo y la investigación sobre el constructor de las HHSS, en la década de los ochenta se han ido incorporando hallazgos de otras áreas de la psicología.

Los origines de las HHSS se atribuyen a Salter (1949), uno de los llamados padres de la conducta. Salter habla de seis técnicas para aumentar la expresividad de los individuos. Estas son la expresión verbal y la expresión facial de las emociones, el empleo deliberado de la primera persona al hablar, el estar de acuerdo cuando se reciben cumplidos o alabanzas, el expresar desacuerdo y la improvisación y actuación espontanea. Después Wolpe (1958) retomando las ideas de Salter, las incluyo en uno de sus libros, y utilizo por primera vez el término “conducta asertiva”, que luego llegaría a ser sinónimo de habilidad social. Wolpe señalaba que con asertivo se refería no solo a la conducta más o menos agresiva, sino también a la expresión externa de sentimientos de amistad, cariño, y otros distintos de los de ansiedad.

No obstante Wolpe se centró en la expresión de sentimientos negativos. Durante bastante tiempo la conducta asertiva implico únicamente la expresión de sentimientos negativos y la defensa de los derechos.

Posteriormente Lazaras y Wolpe (1966) incluían ya el entrenamiento asertivo como una técnica de terapia de conducta para su empleo en la práctica clínica.

Definición de habilidad social:

Aunque ha habido dificultad para darle una definición, ya que no se ha podido llegar a un acuerdo sobre cuándo se puede considerar a una conducta como socialmente habilidosa. Algunos autores afirman que es imposible desarrollar una definición consistente de competencia social, puesto que depende del contexto cambiante.

Una conducta socialmente habilidosa se podría definir como:

“La conducta socialmente habilidosa es ese conjunto de conductas emitidas por un individuo en un contexto interpersonal que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo, de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás, y que generalmente resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza la probabilidad de futuros problemas.”(Caballo, 1986).

Aunque señalamos que no existe una definición generalmente aceptada, hay un acuerdo general sobre lo que conlleva el concepto de las HHSS. El uso explícito del termino habilidades significa que la conducta interpersonal consiste en un conjunto de capacidades de actuación aprendidas.

Los modelos de personalidad presumen una capacidad más o menos inherente para actuar de forma efectiva, el modelo conductual enfatiza:

1) que la capacidad de respuesta tiene que adquirirse.

2) que consiste en un conjunto identificable de capacidades específicas.

Hay habilidades sociales básicas y avanzadas, sin las primeras no se pueden dar las segundas.

Habilidades sociales básicas:

• Escuchar

• Iniciar una conversación

• Formular preguntas

• Mantener una conversación

• Presentarse

• Dar las gracias

• Hacer cumplidos

Habilidades sociales avanzadas:

• Pedir ayuda

• Participar en actividades

• Dar instrucciones

• Seguir instrucciones

• Disculparse

• Convencer a los demás

El entrenamiento en habilidades sociales

Se podría definir como “un enfoque general de la terapia dirigido a incrementar la competencia de la actuación en situaciones críticas de la vida” (Goldsmith y McFall, 1975, p.51) o como “un intento directo y sistemático de enseñar estrategias y habilidades interpersonales a los individuos, con la intención de mejorar su competencia interpersonal individual en clases específicas de situaciones sociales.” (Curran, 1985, p. 122). El EHS se adhiere a un enfoque conductual de adquisición de la respuesta, es decir, normalmente se concentra en el aprendizaje de un nuevo repertorio de respuestas.

El proceso del EHS implica cuatro elementos de forma estructurada. Estos elementos son:

1- Entrenamiento en habilidades, donde se enseñan conductas específicas, se practican y se integran en el repertorio conductual del sujeto. Concretamente se emplean procedimientos tales como las instrucciones, el modelado, el ensayo de conducta, la retroalimentación y el reforzamiento. El entrenamiento en habilidades es el elemento más básico y más específico del EHS. A veces, dependiendo del problema del sujeto, se usa solamente este procedimiento del EHS.

2- Reducción de la ansiedad en situaciones sociales problemáticas. Normalmente, esta disminución de la ansiedad se consigue de forma indirecta, es decir, llevando a cabo la nueva conducta más adaptativa que, supuestamente, es incompatible con la respuesta de ansiedad. Si el nivel de ansiedad es muy alto se pueden utilizar técnicas de relajación o la desensibilización sistemática.

3- Reestructuración cognitiva, en donde se intentan modificar valores, creencias, cogniciones y/o actitudes del sujeto. Este proceso tiene lugar con frecuencia, de forma indirecta, es decir, la adquisición de nuevas conductas modifica, a más largo plazo, las cogniciones del sujeto.

4- Entrenamiento en solución de problemas, en donde se enseña al sujeto a percibir correctamente los “valores” de todos los parámetros situacionales relevantes, a procesar los “valores” de estos parámetros para generar respuestas potenciales, seleccionar una respuesta y enviarla de manera que maximice la probabilidad de alcanzar el objetivo que impulso la comunicación interpersonal.

Etapas del EHS:

1- El desarrollo de un sistema de creencias que mantenga un gran respeto por los propios derechos personales y los derechos de los demás.

2- La distinción entre conductas asertivas, no asertivas y agresivas.

3- La reestructuración cognitiva de la forma de pensar en situaciones concretas.

4- El ensayo conductual de respuestas asertivas en situaciones determinadas.

Tres estilos de respuesta

NO

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