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Inicios De La Psicologia


Enviado por   •  15 de Agosto de 2011  •  3.803 Palabras (16 Páginas)  •  819 Visitas

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INICIOS DE LA PSICOLOGÍA

Los sistemas psicológicos difieren en los métodos de investigación, en la selección de problemas a estudiar y en las conclusiones obtenidas.

Fue en la literatura filosófica donde, por primera vez, se intentó comprender la vida psíquica de un modo exclusivamente racional.

Para Platón, filósofo griego del S. V a. C., en el alma residía la auténtica naturaleza humana. Se trataba de una substancia espiritual y eterna que en el momento del nacimiento de un individuo había caído prisionera en un cuerpo material (concepción dualista). El alma, al caer prisionera en el cuerpo se había dividido en tres partes: racional, irascible y concupiscible. La primera era la de mayor jerarquía y nobleza y en ella residen las funciones intelectuales; su ubicación en el cuerpo es la cabeza. La segunda es el asiento de los impulsos, la voluntad y el coraje; está situada en el pecho. La tercera es donde residen los apetitos relacionados con las necesidades materiales, y se sitúa en el bajo vientre.

Aristóteles (384 a.deC.-322 a.de C.), consideraba a la Psicología como el estudio de las facultades del alma (ver Teoría de las facultades), siendo ésta principio motor del cuerpo, al que capacita para moverse, crecer y reproducirse, sentir y conocer, para entender y para tener voluntad.

Este filósofo, busca el origen del conocimiento en lo sensorial, a partir de allí se forman las ideas por medio de la asociación entre diferentes imágenes que brindan los sentidos.

En la Edad Media, con Santo Tomás de Aquino, la teoría de las facultades del alma de Aristóteles y de las funciones psíquicas resultantes de las relaciones entre alma y cuerpo, fueron conciliadas con las creencias cristianas.

Estas ideas son retomadas por los filósofos de la Modernidad. Esta época marca un cambio radical en la manera de concebir el mundo y de explicar los fenómenos físicos.

Desde la antigüedad y durante toda la edad media se habían explicado los sucesos naturales refiriéndolos a sustancias dotadas de ciertas propiedades cualitativas, que daban cuenta no sólo del cómo, sino también del porqué y para qué de las cosas.

A partir de la Revolución Científica, la ciencia se ocupará de los fenómenos (el aspecto aparente de los sucesos), y no de las sustancias (lo que las cosas son). Prescindirá de las propiedades cualitativas, para centrarse más bien en las leyes cuantitativas, matematizables, que explican las relaciones entre las cosas. Prescindirá también del para qué de las cosas, entendiendo que en el mundo físico las cosas no suceden en virtud de un propósito, sino por efecto de causas antecedentes que obedecen ciegamente las leyes de la naturaleza. Nace así la visión mecanicista del mundo: el universo es una gran máquina, y la misión de la ciencia es descubrir sus leyes.

Este período se caracteriza por una intensa investigación sobre la naturaleza del alma, sus relaciones con el cuerpo; la naturaleza de los afectos, de la voluntad y muy especialmente, de los procesos de conocimiento.

Grande ha sido la influencia de Descartes (1596-1650) con su teoría de las dos sustancias excluyentes: la sustancia extensa (material, limitada y corporal) y la sustancia pensante (inmaterial e ilimitada), dualidad planteada a través del interaccionismo que defiende una mutua causalidad entre alma y cuerpo. Los estímulos del ambiente son detectados por los sentidos pero es la mente la que posee ciertas ideas innatas cruciales para organizar la experiencia que los individuos tienen del mundo Esta dualidad divide al estudio de la conducta humana en dos:

• estudio de la mente y su funcionamiento con la introspección como método de análisis

• estudio de los reflejos, llevado a cabo por fisiólogos, a través de la observación y la experimentación)

En los siglos XVII y XVIII aparece la escuela empirista (Locke, 1632-1704 y Hume, 1711-1776) intentando explicar los procesos mentales complejos mediante su reducción a procesos sensoriales más simples (teoría llamada asociacionista).

Los movimientos musculares, las sensaciones y las ideas pueden llegar a asociarse de tal forma que la repetición de uno de ellos provocará la repetición del otro.

Por otro lado, más allá de la herencia filosófica, el campo que más ha contribuido al desarrollo de la psicología científica ha sido la fisiología, es decir, el estudio de las funciones de los diversos órganos y sistemas del cuerpo humano. Los grandes inventos en fisiología (I. Pavlov, Condicionamiento clásico, 1849-1936,) y la teoría de la evolución de Darwin, (1809-1882) iniciaron la nueva psicología científica. Los psicólogos estaban buscando una forma de escapar de la metafísica, la especulación y la filosofía y para ello se dirigieron a la fisiología para que ésta le proporcionase la pauta necesaria para un método científico de investigación.

Hacia fines del siglo XIX, los científicos creían haber llegado a conocer los secretos básicos. En parte estaban basados e influenciados por el optimismo de las clases dirigentes de los países industrializados. Esta confianza se sostenía en la creencia de lograr un dominio creciente de la naturaleza basada en los éxitos que se conseguían con cada invento y nuevos descubrimientos.

La Revolución Industrial había llevado al primer plano del interés el estudio científico de la naturaleza y de la vida social. Existía una confianza creciente en una noción de progreso ilimitado. El ser humano había pasado progresivamente de una actitud contemplativa del universo a un dominio cada vez mayor del mismo.

El universo de este siglo (XIX) le parecía a los intelectuales un sitio perfectamente ordenado, cuyo funcionamiento quedaba explicado por leyes. Los físicos creían que tenían la realidad en un puño. Pocas veces en la historia de la ciencia los científicos deben haber sentido más confianza en la capacidad formidable de la mente humana como instrumento de conocimiento. Un conocimiento liberado de la especulación metafísica. Un conocimiento que debía ser positivo, basado en una práctica, en una experimentación, una verificación y con un axioma elevado a la categoría de principio básico: la objetividad. El observador no debía intervenir en el fenómeno a observar. De esta manera se garantizaba la verdad de la realidad que se capturaba.

En este contexto, la física y la biología fueron las ciencias que provocaron el paso de la psicología especulativa a la psicología científica.

En 1860 Theodor Fechner (1801-1887) desde el campo de la física, investiga la relación entre

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