La Identidad

La identidad

Concepto:

Es la conciencia que una persona tiene respecto de sí misma y que la convierte en alguien distinta a los demás. Aunque muchos de los rasgos que forman la identidad son hereditarios o innatos, el entorno ejerce influencia en la conformación de la especificidad de cada sujeto. Por eso puede decirse que una persona “busca su identidad” o expresiones similares.

II. Construcción de la Identidad:

Cada sociedad también construye identidad propia, se construye como tal, con unas características que le pertenecen y que hacen identificar a la persona que pertenece a ella, ante lo cual cada sociedad determina sus valores sociales de acuerdo con su desarrollo histórico, su dinámica e interacción con otras sociedades; toda sociedad tiene valores, que pueden cambiar y que pueden ser iguales o diferentes a los de otras sociedades. Los problemas sociales no existen de por sí, si no que se deben considerar en relación con los valores establecidos en la sociedad, las circunstancias sociales sólo son problemas cuando así las conceptualizan los individuos.

III.Identidad en la adolescencia

Comienza a actuar como una fuerza moldeadora que orienta los planes y proyectos de vida. El contenido de la identidad tiene que ver con los compromisos, las elecciones, la ocupación laboral, los valores, las ideologías, la conciencia crítica, los roles, la sexualidad. Nuevos cuestionamientos buscan respuestas personales: ¿cómo pienso?, ¿cómo siento?, ¿cuándo lo siento cómo lo acepto?, ¿a qué sexo pertenezco?, ¿qué me atrae de los otros y cómo manejo la atracción que los otros ejercen sobre mí?, etcétera.

Cada adolescente tiene ante sí esta tarea primordial: padres y maestros pueden ayudar ofreciéndole alternativas y ejemplos, pero es cada uno, con base en sus tenencias, inclinaciones, anhelos y experiencias personales y de su grupo de amigos, quien determina cuáles son sus modelos a seguir.

IV. Identidad social y Global de los Adolescentes:

El en trayecto en el que el adolescente debe concretar la identidad definitiva de su "yo", el habitualmente asaltado por confusiones, contradicciones e incertidumbres, siendo ello lo suficientemente fuerte como para volcarlo a las drogas. Otras veces los impulsan dificultades y situaciones conflictivas de su núcleo familiar. La necesidad de lograr alguna satisfacción que no sea la meramente sexual sino también seguridad y autoafirmación, puede ser causal de adicción. Es vital que el "joven", entienda que equivocarse o tener que cambiar una elección después de un tiempo no es un "fracaso”, sino que forma parte de la dificultad misma de crecer y a un aspecto tan subjetivo, como es tomar decisiones. Incluso es común que no tengan ganas de hacer nada o que no sepan definir una idea, aún en los casos donde tienen plena libertad de elección - es decir, la posibilidad

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