La juventud

LA JUVENTUD

La juventud ha sido definida como una época de la vida entre la infancia y la edad madura o adultez que suele dividirse en dos etapas: adolescencia y juventud propiamente dicha. Suele entenderse, la juventud, como una transición de la adultez, desde el punto de vista psicosocial, consistente en un proceso de adaptación individual a las instituciones sociales. Cuando la persona joven se ve obligada a asumir ciertos roles sociales que definen su estatus adulto, el impacto de este hecho afecta, en otros factores, a su autoconcepto y a su autoestima.

Al hablar de juventud se hace referencia a una posición psicosocial, pero sin embargo, desde un punto de vista psicológico, consiste en el estudio del comportamiento individual en situaciones sociales, tales como percepción social, motivación social, influencias sociales sobre el aprendizaje o aprendizaje social. Y, desde el punto de vista psicológico, este enfoque se concibe como la ciencia que estudia aquellas conductas por las que el individuo interacciona o se relaciona con otros y participa en una sociedad estructurada.

El proceso de juventud consiste en el tránsito de una situación de equilibrio a otra, ya que se pasa del equilibrio negativo, característico de la condición infantil, al equilibrio positivo de la condición adulta.

El comienzo de la juventud es el fin de la infancia social, producida cuando se han completado las transformaciones psicofisiológicas de la pubertad y la adolescencia (16-30años). El fin de la juventud, el límite en el cual el joven es reconocido como adulto, a través de la emancipación y varía de unas sociedades a otras.

En la etapa juvenil, la preocupación constante por la superación profesional, se convierte en la actividad fundamental del desarrollo de la personalidad. Comienzan a aparecer intereses hacia diversas áreas profesionales, que se venían gestando desde la adolescencia, pero que aquí se consolidan.

DESARROLLO PSICOSOCIAL

La problemática psicosocial crea el contexto en el que viven y se desarrollan los alumnos, define su personalidad, su actitud, su visión del mundo, sus anhelos, su motivación y gusto por aprender, motivo por el cual influye enormemente en su rendimiento académico.

Problemática psicosocial en la que viven los jóvenes

En esta sección se describirán algunos elementos psicosociales que viven los jóvenes, tales como:

o Aspectos familiares

o Aspectos sociales

o Aspectos culturales

La familia es un entorno en el cual el ser humano forma su personalidad, su carácter, la actitud para enfrentar y disfrutar la vida. Esto ocurre debido a que los padres cuidan y educan a los hijos desde el nacimiento. Sin embargo, esta no es una situación ideal, sino que se dan diversos casos en los que este ambiente familiar no es el adecuado y generan problemas y traumas a los jóvenes (Albistur, 2002). Violencia intrafamiliar, alcoholismo, drogadicción, abandono, maltrato psicológico, indiferencia, generan en los jóvenes malos hábitos como las propias adicciones, una baja autoestima, ira, falta de aspiraciones y una visión del mundo nada alentadora o equivocada, donde predomina la violencia, la “supervivencia”, la falta de preocupación e interés por el entorno, el país y las personas a su alrededor. Otro punto importante es el económico, ya que si la familia es de clase media, alta, la familia podrá proporcionarle al joven las herramientas fundamentales para un buen desarrollo. Sin embargo, si la familia no tiene los recursos suficientes, entonces el joven tendrá que trabajar, complicándose su desarrollo o el logro de sus objetivos.

Los aspectos familiares negativos generan en los jóvenes malos hábitos como las propias adicciones, malas relaciones afectivas, una baja autoestima, ira, falta de aspiraciones y una visión del mundo nada alentadora o equivocada, donde predomina la violencia, la “supervivencia”, la falta de preocupación e interés por el entorno, las personas a su alrededor y el país. De manera general, estos aspectos provocarán que los jóvenes se sientan tontos, incapaces de aprender o hacer algo bien y bueno en la vida.

Los aspectos sociales y culturales son fundamentales en la vida de los jóvenes, ya que determinan su conducta, las modas, la música, la forma en la que se comunican entre ellos, qué está bien o mal visto, las actividades que pueden realizar y fomentan su desarrollo. Cuando se tiene una sociedad violenta, racista, opresora, dividida, se fomenta en los jóvenes que rechacen y odien a los que son diferentes a ellos. Adicionalmente, este tipo de sociedades pueden aislar a los jóvenes, ya que se genera un ambiente negativo, de desconfianza, discriminación y agresión (Albistur, 2002) Provocan que los jóvenes se vuelvan racistas, egoístas, indiferentes al dolor de los demás, no respetan a la autoridad y sean agresivos. Así mismo, estas actitudes en los jóvenes generan que la sociedad los clasifique como rebeldes, inadaptados, los rechace y los haga culpables de todos sus problemas sociales, personales e institucionales.

Los jóvenes solo buscan adaptarse al medio que los rodea y con base en eso definen su personalidad, sus amistades, su visión del mundo y el estilo de vida que anhelan y se ve reflejado en una baja autoestima, en enfermedades crónicas como la anorexia o la bulimia, el odio a la sociedad, falta de disciplina, de respeto y en particular indiferencia hacia la escuela y es por eso que su desempeño es bajo, no sienten el valor de lo que aprenden, ya que no les sirve o no ven cómo aplicarlo en las situaciones que viven día a día (Sanabria y Uribe, 2010).

La problemática psicosocial crea el contexto en el que viven y se desarrollan los alumnos, define su personalidad, su actitud, su visión del mundo, sus anhelos, su motivación y gusto por aprender, motivo por el cual influyen enormemente en su rendimiento académico.

La emancipación legal se produce a los 18 años, desde un punto de vista sociológico, se trata de un proceso más complejo, ya que esta se adquiere cuando se consigue la emancipación familiar, cuando se rompen los lazos de dependencia con la familia.

El fin de la juventud, el límite en el cual el joven es reconocido como adulto, a través de la emancipación, varia de unas sociedades a otras. La emancipación de los jóvenes requiere de cuatro condiciones (Aguinaga, 1997; Coleman y Hussen, 1989; Navarro y Mateo, 1993):

a) Independencia económica entendida como responsabilidad sobre la obtención de los recursos necesarios para el propio mantenimiento y la capacidad para generarlos. Es un concepto diferente al de solvencia. La condición adulta implica responsabilidad del sujeto para mantenerse por si solo, aunque se padezca una situación de penuria.

b) Autoadministración

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