Las relaciones Objetales como Prototipo de la Interrelación SujetoSujeto-objeto

Pontificia Universidad Católica del Ecuador

Facultad de Psicología

Psicología Clínica

Dinámica Familiar

Jorge Villarreal

Séptimo Clínico 1                04 de diciembre de 2015

Las relaciones Objetales como Prototipo de la Interrelación Sujeto➔Sujeto-objeto

Existen varias aproximaciones y estudios respecto del desarrollo psíquico de cada sujeto, uno de los aspectos centrales y confusos tiene que ver con la capacidad de cada uno para crear (o no) vínculos y relaciones con otros, es así que se han planteado varias teorías referentes a este campo, en el presente texto se intentará aclara, siguiendo los postulados psicoanalíticos tanto de Klein como de Winnicott, ¿cómo surge la relación apuntalada en el “otro” y cómo a su vez por el otro es que se produce el sujeto?.

La escuela inglesa de Psicoanálisis presenta a dos grandes representantes (antes ya mencionados), esta se caracteriza por enfatizar la “fantasía” del niño como un mecanismo de estructuración de la psique, como parte de su capacidad de crear vínculos a través de los imaginarios que produce en relación a un objeto-cosa y/o después a un objeto-otro, constituyéndose así los “estilos” de relaciones prototipo que el sujeto llevará en su cotidiana interacción social.

Melanie Klein (1923) y Donald Winnicott (1964) sostienen que los niños en primera instancia no son capaces de reconocerse ni reconocer a otros, sino que ven la realidad como si se tratase de extensiones de un mismo objeto, todo bajo la lógica de la saciedad y la necesidad. Así en la teoría kleiniana; “se destaca un objeto particular. Al cual Melanie Klein atribuye características prototípicas, y cuyas vicisitudes van a determinar la cualidad de toda la serie objetal: el pecho internalizado” (Baranger, 1999). Es este primer objeto el que permite al niño notar que existe un “algo”, más allá del sí mismo, y será la base de las relaciones objetales, pues aprenderá así a acercarse y dejar que se acerque el objeto que le causa satisfacción, que lo atiende y cuida, y evitará aquel objeto mortífero, que le causa displacer; es decir deseará el pecho bueno y odiará al pecho malo (Baranger, 1999; Klein, 1990).

En la teoría de Winnicott por otro lado, esta primera relación objetal está liga al objeto transicional.  “Es claro que lo transicional no es el objeto. Este representa la transición del bebe, de un estado en que se encuentra fusionado a la madre a una relación con ella como algo exterior y separado” (Winnicott, 1957). Mediante las funciones maternas, que se desempeñan como factores facilitadores (ambiente facilitador), es que el niño entiende que su cuerpo y por lo tanto su psique están limitados por una barrera, el “Holding y Handling” le sentir y percibir las manos y los afectos del otro, volviéndolo consciente de los suyos propios, y la presentación del objeto (“soy tu madre”), le permiten nominar estos sentires y pensares, así mismo le enseñan que sus “no-YO”, poseen autonomía, nombre y cuerpo propios (Tuber-Oklander, 1997; Winnicott, 1957).

Como se notará, ninguno de los procesos se produce por la simple existencia del niño, sino que en las dos teorías, aparece “el otro”, “el no-YO”, que en estos casos viene a ser la figura materna (no necesariamente la madre biológica, ni tampoco una mujer); es gracias a quien cumple este rol, que en Winnicott es la madre suficiente mente buena (Winnicott, 1964) quien le dará al niño el ambiente propicio para su desarrollo y maduración psíquica, pues él/ella se encargara de velas por todas sus necesidades, sostendrá sus estados emocionales y le enseñará a apropiarse de su cuerpo. En Klein, de igual manera existe una madre que se constituye en sí misma como el primer objeto de “amor-odio” del niño, provocando en él angustia, culpa y amor, debiendo además lograr manejar estos dos afectos con el fin de evitar que este niño se estanquen en uno de ellos, y al mismo tiempo, enseñando que las futuras relaciones estarán cargadas de esos mismos afectos primigenios de placer y displacer (Klein, 1990; Ramírez, 2010).

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