MECANISMOS DE DEFENSA ANNA FREUD Y JOSE BLEGER

UNIVERSIDAD POLITECNICA SALESIANA

PSICOLOGIA PROYECTIVA Y TEST CLINICOS

NOMBRES: EUNICE GUALLI

VERONICA VACA

KAREN VIRACOCHA

GRUPO 2

FECHA: 2018-07-01

TEMA: MECANISMOS DE DEFENSA ANNA FREUD Y JOSE BLEGER

La vasta teoría psicoanalítica ha dotado de una excelente herramienta a los profesionales de la salud mental, para poder evaluar, estudiar y explicar muchos de los fenómenos del psiquismo humano. Dentro de esta teoría, uno de los postulados medulares que la conforman es la concepción de los mecanismos de defensa, los cuales pueden ser definidos en palabras de Freud (1894) (como se citó en Anna Freud, 1954; p.52) como: “Las luchas del Yo contra ideas y afectos dolorosos e insoportables”. Se puede advertir entonces que la concepción de los mecanismos de defensa según Freud están entonces destinados a servir como apoyo para el YO frente a situaciones particulares que puedan llevar a su destrucción si no hiciese uso de estos mecanismos. Podemos decir entonces que el objetivo de este ensayo es nada más y nada menos que describir a breves rasgos los mecanismos de defensa desde la perspectiva psicoanalítica, pero no desde el punto de vista de cómo Freud los concibió y expuso posteriormente, sino desde otras miradas no tan dispares a las de este autor, pero si con importantes diferencias. Esta descripción de los mecanismos de defensa se refieren a los propuestos por José Bleger y Anna Freud. Estos autores han coincidido con Sigmund Freud en que el YO hace uso de los mecanismos de defensa; pero cada autor pone un énfasis particular en determinados mecanismos más que en otros.

A continuación se describirá brevemente los mecanismos de defensa propuestos por Bleger, autor de lengua castellana, quién ha esquematizado varios mecanismos de defensa.

José Bleger da un giro en la descripción de los mecanismos defensivos, ya que sustituye el nombre de mecanismos por el de conductas defensivas. Aunque muchas de las conductas defensivas descritas por Bleger son similares a los mecanismos ya descritos por Freud y otros teóricos del psicoanálisis; Bleger extiende el número de conductas defensivas que utiliza el YO para luchar contra situaciones que le causan ansiedad y buscan su destrucción. Este autor propone en total 12 conductas defensivas con las cuales el YO lograría mantener un estado de equilibrio. Dentro de estos 12 conductas, tres de ellas, la proyección, la introyección y la negación, que en la tipología de Bleger esta última toma el nombre de represión, concuerdan con la descripción de estos mecanismos desde el punto de vista de Anna Freud, pero además describe otras conductas de defensa como la regresión que según Bleger (1963) sería: “La reactivación y actualización de conductas, o de un nivel total de comportamiento, que corresponden a un período anterior ya superado por el sujeto” (p.162). Describe también el desplazamiento, mecanismo en el cual operan mucho los procesos de proyección – introyección y tiene como finalidad desplazar las aspectos negativos del objeto primario hacia otros objetos secundarios, quedándose de esa manera solo con los aspectos positivos del objeto primario. Tenemos el mecanismo de conversión en el cual: “Uno de los términos del conflicto (objeto parcial) se fija, como conducta, en el área del cuerpo, en forma de un síntoma o una manifestación orgánica” (Bleger, 1963; p. 165). Y el de aislamiento, que tiene un funcionamiento opuesto al ya mencionado desplazamiento, la inhibición es otro mecanismo característico el mismo que tiene un funcionamiento opuesto al de conversión debido a que en este mecanismo la persona no presenta síntomas de somatización sino la ausencia de los mismos. Por ultimo Bleger describe a los mecanismos de racionalización, formación reactiva y sublimación. El primero puede ser descrito como: “Una forma de negación en la que, para evitar el conflicto o la frustración se dan razones o argumentos que los encubren” (Bleger, 1963; p. 166). Mientras que la formación reactiva tiene que ver con la supresión de toda conducta ligada al objeto malo, pero no de forma fija, existiendo así el peligro de que esta conducta pueda reactivarse. Y finalmente la sublimación que según Bleger (1963) sería: “Una integración y resolución de la ambivalencia y, por lo tanto, del conflicto, haciendo que en esa integración se canalicen armónicamente y de manera socialmente productiva tanto el objeto bueno como el malo, y las partes respectivas del yo a ellos ligadas” (p. 166).

Anna Freud entendía por mecanismos de defensa las distintas modalidades, en parte inconscientes, que el yo pone en marcha con la finalidad de suprimir las excitaciones internas, junto con los recuerdos y fantasmas que compartan.

Los peligros contra los cuales tienen que operar las defensas pueden provenir según Anna Freud de tres  fuentes: de los instintos, de la conciencia moral (Superyó) o de la realidad exterior todas las conductas defensivas son conductas que operan sobre la disociación es decir la divalencia y tienden a fijar o estabilizar una distancia óptima entre objeto bueno y malo. Fueron estudiadas por Sigmund Freud y la escuela psicoanalítica con la denominación de mecanismos de defensa pero son en realidad conductas y deben ser estudiadas como tales.

Ahora se describirán los mecanismos de defensa propuestos por Anna Freud, esta autora concuerda mucho con los mecanismos de defensa que su padre Sigmund Freud había propuesto ya anteriormente. A. Freud (1954) menciona que existen: “Nueve métodos de defensa, bien conocidos y extensamente descritos en la teoría y la practica – represión, regresión, formación reactiva, aislamiento, anulación, proyección, introyección, vuelta contra sí mismo, transformación en lo contrario” (p. 56). Además también menciona que se puede añadir un décimo que es la sublimación o desplazamiento. Es claro que la clasificación que propone A. Freud es muy similar a la propuesta por su padre, aunque también es importante decir que esta autora pone especial énfasis en el mecanismo de la represión como el mecanismo utilizado por excelencia en la mayoría de situaciones y mediante el cual cobran vida los demás mecanismos. Además su clasificación tampoco dista mucho de las clasificaciones de Bleger, autor antes mencionado.

Los mecanismos de defensa propuestos por Anna Freud son:

La represión es un mecanismo de defensa que consiste en rechazar fuera de la conciencia todo aquello que resulta doloroso o inaceptable para el sujeto. El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen interno o externo expulsando de su conciencia o no dándose por enterado cognoscitivamente de los deseos, pensamientos o experiencias que le causan malestar. El componente afectivo puede mantenerse activo en la conciencia, desprendido de sus ideas asociadas.

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