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Procesos Evololutivo: Terapia De Familia


Enviado por   •  26 de Abril de 2013  •  2.174 Palabras (9 Páginas)  •  469 Visitas

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Terapia de Familia:

Procesos Evolutivos

FASES DE LA TERAPIA DE FAMILIA

La terapia de familia puede considerarse como un proceso interaccional y perceptual. Una persona, llamada terapeuta, y una o más personas, llamadas clientes, interactúan entre sí.

Esta “forma especializada de diálogo" evoluciona a través de muchas fases diferentes, algunas de las cuales pueden limitarse a cierta orden, mientras que otras se repiten a lo largo del tiempo hasta constituir un parrón. Estos estadios, que según creemos existen en toda experiencia terapéutica, son:

l. El proceso de derivación

2. El proceso de participación

3. El contrato terapéutico

4. La recogida de información

5. La formulación de hipótesis

6. Las intervenciones formalizadas

7. La evaluación

Aunque no todo modelo de terapia de familia desarrolla todos estos procesos consciente o explícitamente, sugerimos que cada uno se produzca simultánea o consecutivamente como una influencia en el conjunto del proceso de terapia. Estos procesos interaccionales, cuando se combinan con las habilidades y actitudes del terapeuta, forman un marco de trabajo a partir del cual se pueden aplicar las restantes habilidades que se presentan en el resto del libro.

EL PROCESO DE DERIVACIÓN

La derivación es el proceso mediante el cual el cliente inicia la terapia de familia. El Contexto de la derivación es un proceso interaccional, donde, en general alguien decide que existe un problema y alguien inicia la idea de que la terapia es un recurso posible y debería ser solicitado. Cuestiones importantes a formular son:

¿Quién fue la primera persona que pensó en la existencia de un problema?

¿De quién partió la idea de solicitar terapia?

¿Cuándo empezó a pensar en la idea de solicitar ayuda, quién o qué le hizo pensar que la terapia podría ayudarle?

EL CONTRATO TERAPÉUTICO

Aunque algunas escuelas de terapia nunca han mencionado la existencia de un Contrato explícito entre el terapeuta y la familia, creemos que todas las interacciones terapéuticas son parte de un contrato terapéutico verbalizado o no verbalizado. Este contrato consiste en expectativas y objetivos derivados de dos niveles de comunicación: contenido y proceso. La claridad con que hayan sido comunicados los objetivos y las expectativas, influye sobre el grado de cooperación con que trabajarán el terapeuta y los clientes.

Niveles de Comunicación

Toda comunicación presenta niveles informativos (contenido) y prescriptivos (proceso): el nivel informativo está constituido por la información verbal transmitida, el nivel prescriptivo es la manifestación no verbal del modo en que el emisor define la relación. Por lo tanto, el terapeuta y la familia definen la naturaleza de la relación, pero quizá ninguno comunica sus expectativas al otro. Por ejemplo, el terapeuta puede haber optado por .m rol neutral o negociador con la familia. Mientras tanto, la familia puede haber definido al terapeuta como árbitro o incluso como aliado. A medida que estas expectativas se descubren a través de las conductas no verbales (proceso), el conflicto implícito podría interferir con los objetivos explícitamente definidos (contenido). Una vez que la información implícita ha sido clarificada, pueden especificarse los roles de forma que fomenten la cooperación plena. Puede ser útil pensar en el contrato terapéutico como en la especificación de las expectativas y de los objetivos negociados.

Expectativas

Estas expectativas se relacionan con el rol de cada parte, los procedimientos que se seguirán y las condiciones que cada parte espera que sean satisfechas por el otro.

Muchas veces, las familias tienen expectativas irreales en relación a lo que el terapeuta puede hacer realmente por ellos. Algunas veces esperan un milagro; otras disponen de agendas ocultas que son incapaces de explicitar.

Además, muchas veces las familias tienen expectativas en relación a quién será atendido en las sesiones (el hijo sólo, cada cónyuge separadamente, etc.), el modo en que se definirá el problema y los temas que serán comentados o no serán mencionados.

Objetivos

Cada individuo (incluido el terapeuta) no solo tiene expectativas personales sobre el proceso de terapia de familia, también cuenta con objetivos tanto abiertamente especificados como ocultos en su fuero interno. Aunque sean similares a las expectativas, los objetivos se refieren al problema real que se define y se contempla como foco del proceso terapéutico. Las expectativas suelen relacionarse con necesidades personales relacionadas con la naturaleza y estructura del proceso y los objetivos con el problema o aspecto que será contemplado en la terapia y que será resuelto.

En los primeros años de la terapia de familia, la definición de los objetivos solía ser siempre una cuestión difícil.

Muchas veces, las familias acuden a terapia con una definición que ha sido co-creada por otras personas del sistema. Cuando se' negocia un contrato terapéutico, el terapeuta puede influir sobre la definición del problema prescindiendo del punto de vista patologizante.

Si la definición que tiene la familia del problema presenta dificultades para el terapeuta, éste deberá tratar de entender plenamente la importancia de sus puntos de vista antes de diseñar las intervenciones de posteriores fases de la terapia que podrían influir sobre sus percepciones. En consecuencia, al establecer el contrato inicial, el terapeuta acepta explícitamente la definición del problema con que llega la familia y al mismo tiempo examina implícitamente otras posibilidades de cambio futuro. En esos momentos, el terapeuta deberá ser flexible y confiar en la sabiduría de los clientes, confianza que exige una mayor comprensión. El terapeuta puede alcanzar esta comprensión mediante una recogida sistemática de datos.

FORMULACION DE HIPOTESIS

La formulación de hipótesis comprende el modo en que los individuos implicados tanto la familia corno el terapeuta buscan sentido a su experiencia; en otras palabras, combina lo que las personas pensaban sobre lo que sucede y también los presupuestos que con que llegan a la situación. Del mismo modo que la recogida de daros puede ser específica de una teoría, también lo pueden ser las hipótesis formuladas para la terapia. Por lo tamo, defendemos un estilo

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