Pruebas De La Personalidad

1.-PRUEBA PSICOLÓGICA

Las pruebas, test o instrumentos de medición psicológicos son herramientas, y para obtener los beneficios que proporcionan acerca de una persona es necesario tener presente este hecho esencial. Cualquier herramienta puede ser medida para hacer el bien o el mal, dependiendo de cómo se emplee. Las pruebas se han desarrollado a un paso creciente, y cada vez son más las áreas de la vida cotidiana a las que contribuyen. El usuario de los test necesita saber cómo evaluarlos. Que tan buena es esa prueba para el propósito que se pretende que cumpla, que información puede brindar sobre la persona a la que se aplica, como pueden integrarse los resultados en la red de datos que se utiliza en la toma de decisiones. En la actualidad se requiere de ciertos conocimientos básicos sobre los instrumentos de medición no solo entre quienes lo elaboran o aplican, sino también de parte de cualquiera que se sirva de sus resultados como fuente de datos para tomar decisiones acerca de sí mismo o de los demás.

En esencia, la prueba psicológica es una medida objetiva y estandarizada de muestra de conducta. Con las pruebas psicológicas, como con las de cualquier otra ciencia, se hacen observaciones sobre una muestra pequeña, pero cuidadosamente elegida, de la conducta del individuo. A esto respecto, el psicólogo procede de la misma manera que el bioquímico que analiza la sangre de un paciente o el suministro de agua de la comunidad, examinando una o más muestras. Si el psicólogo desea probar el léxico de un niño la habilidad de un escolar para realizar cálculos aritméticos a la coordinación viso motora de un piloto, prueba su desempeño en un conjunto representativo de palabras, problemas aritméticos o pruebas motrices. Que el instrumento cubra adecuadamente a no la conducta considerada depende obviamente del número y la naturaleza de los reactivos de la muestra.

El valor de diagnóstico o predictivo de un test psicológico depende de que tanto funcione como indicador de un área de conducta relativamente amplia y significativa. Únicamente podemos decir que una prueba mide la capacidad en el sentido de que una muestra de la conducta actual puede utilizarse como indicador de otra conducta futura. Ninguna prueba psicológica puede hacer más que medir el comportamiento y que este sirva como índice de otra conducta solo lo establece en un experimento empírico.

Sin embargo la estandarización de la prueba supone la uniformidad de los procedimientos en la aplicación y clasificación de la prueba. Es evidente que si los resultados que obtienen distintas personas han de sr comprobables, las condiciones del examen tienen que ser las mismas para todos. Tal requisito es solo una manifestación de la necesidad de tener condiciones controladas en todas las observaciones científicas. En una situación de prueba, la única variable independiente es a menudo el individuo examinado.

Para asegurar la uniformidad de las condiciones de prueba, quien la elabora proporciona instrucciones detalladas para la aplicación de cada nuevo instrumento. La formulación de las instrucciones es una parte importante de la estandarización de la nueva prueba, y se extiende a los materiales exactos que debe emplearse, los límites del tiempo, las instrucciones orales, las demostraciones previas, las formas de manejar las dudas a los examinados y cualquier otro detalle de la situación de la examinación.

Otro paso importante de estandarización de las pruebas es el establecimiento de las normas. Las pruebas psicológicas no tienen criterio predeterminados de aprobación o reprobación; el desempeño de cada prueba se evalúa sobre la base de los datos empíricos.

Durante el proceso de estandarización, la prueba se aplica una muestra grande y representativa de las personas a las que va dirigida. Este grupo, conocido como muestra de estandarización, sirve para establecer normas, que indican no solo el desempeño promedio si no también la frecuencia relativa de las desviaciones por encima y por debajo del promedio, lo que permite evaluar diferentes grados de superioridad e inferioridad.

Así también en efecto, la aplicación, calificación e interpretación de los resultados serán objetivas en la medida en que seas independiente del juicio subjetivo del examinador. Por una parte, las opiniones subjetivas, las corazonadas y los sesgos personales pueden conducir a afirmaciones extravagantes respecto de lo que puede lograr una prueba o, por la otra, un rechazo obstinado. Las pruebas psicológicas consisten principalmente en determinar su confiabilidad y validez en situaciones especificadas.

Por otra parte La confiabilidad de una prueba en la consistencia de las puntuaciones obtenidas por las mismas personas cuando se les aplica la misma prueba o una forma equivalente. Antes de permitir la libre circulación de una prueba psicológica debe llevarse a cabo una verificación cuidadosa y objetiva de su confiabilidad. Hay distintos tipos de confiabilidad así como los métodos de medición de cada uno. Para comprobar la confiabilidad se comparan las puntuaciones obtenidas por las mismas personas en diversos momentos con diferentes conjuntos de reactivos, examinadores o calificadores, o en cualquier otra condición de examinación pertinente. Es esencial especificar el tipo de confiabilidad y el método empleado para determinarlo, ya que la misma prueba puede variar en esos diferentes aspectos. También hay que informar del número y la clase de personas con las que se hizo la verificación.

Es indudable que la pregunta más importante sobre cualquier prueba psicológica atañe a su validez, es decir, el grado con el que verdaderamente mide lo que pretende medir. La valides proporciona una comprobación directa de que también cumple una prueba su función. Por lo general para determinarla se requiere de criterios independientes y externos de lo que la prueba intente medir .El coeficiente de validez nos permite determinar que tan bien se predice el desempeño que se toma como criterio a partir de las puntuaciones de la prueba. Sin embrago antes de que la prueba antes de que la prueba esté lista para su uso es necesario establecer su validez con una muestra representativa de personas cuyas calificaciones no se emplean con propósitos operativos, si no solo en el proceso de comprobación del instrumento. Si la prueba demuestra ser válida con ese método, puede utilizarse con otras muestras en ausencia de las medidas del criterio.

La validez no solo nos indica el grado en que la prueba cumple con su función, pues al estudiar los datos de la validación podemos determinar con objetividad que es lo que mide el instrumento. En consecuencia, sería más preciso definir la validez como el grado en que sabemos que es lo que mide la prueba. La interpretación

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