Psicología Del Mexicano En El Trabajo

Ensayo del Libro “Psicología del mexicano en el trabajo”

Introducción

Hoy en día vivimos en una sociedad que, en la mayor parte de ella, se conforma con lo poco que le dan o con lo poco que puede conseguir, mientras tenga un trabajo que no los haga pensar de más a lo que acostumbra hacer, para ellos mejor, que hasta en algunas ocasiones también me incluyo yo. Todo viene por nuestras ideas a las que nos vimos forzados llevar, al sobre proteccionismo de nuestros padres que en contadas ocasiones permiten dejar crecer a sus hijos, brindándoles únicamente la confianza para que sigan solos, pero en muchas otras, los padres, el medio, la sociedad y nuestra cultura que traemos a partir de nuestra sangrienta conquista, nos va dando una idea de mediocridad, esperando que los problemas se solucionen solos o que venga alguien más más a solucionarlo, además y en gran medida a la mala educación que hemos llevado.

Los logros que se consiguieron en 1810 y 1910, ya no se ven hoy, simplemente los celebramos porque sabemos que algo importante pasó en esos años, pero no vemos lo que generó esos acontecimientos ni mucho menos nos detenemos un segundo a pensar si estamos haciendo valer las batallas que llevaron a que México se diga que es “Independiente”. Lo digo así porque en realidad, aunque nos digan que somos una patria libre y soberana, no somos más que dependientes de otros países desarrollados, los cuales también aportan topes para que no sigamos creciendo a pesar de ser un gran país donde podemos encontrar de todo para ser una potencia mundial y un país equilibrado, sin injusticias, proveedor de nuestra propia comida, autónomo, turístico, rico en materiales extractivos, sólo por mencionar algunos.

Desarrollo.

La vida del mexicano, está dada por nacer, crecer, subconocer, ir a fiestas, encontrar un trabajo que le dé de comer y lo suficiente para llevarla tranquila, además de sentirse tranquilo y confiado en que está en un lugar donde se podría pasar la vida haciendo exactamente lo mismo día con día hasta que por fin llegue el momento de jubilarse/pensionarse, es decir, el sueño de la mayoría de los mexicanos es poder entrar a trabajar de burócratas en el gobierno. Ahí, solo esperan el sueldo que seguro les llega en la quincena, su aguinaldo al fin de cada año, la fiesta de fin de año donde pueden tomar y emborracharse gratis, si llegan esperar un ascenso, éste viene con un soborno o compadrismo que le ayudará a conseguirlo. No esperan una oportunidad que les ayude a ser mejores, que les cueste tiempo para estudiar y conocer más el trabajo que están realizando para ofrecer un mejor servicio. Todo esto lo sé porque yo estuve trabajando un tiempo como burócrata y es verdaderamente enfermizo y contagioso, se respira un ambiente bastante mediocre trabajando en una dependencia gubernamental. Razón por la cual ya no trabajo ahí.

Al salir de ese trabajo para buscar mejores oportunidades, uno se da cuenta de una de las razones que quizá hagan que muchos tengan ese sueño de ser burócratas, es por las pocas oportunidades de empleo que hay en nuestro país y las pocas oportunidades muy mal pagadas. Pero no quiere decir que sea imposible encontrar un trabajo en el cual con el esfuerzo uno llegue a subir peldaños, peldaños que cada vez se tornaran con más retos, pero que llevarán a mejores recompensas, como un mejor sueldo, mejores oportunidades de desarrollo, mejores prestaciones. Sin lugar a dudas es algo que cada vez exige más y más.

Pienso que el libró “La psicología del mexicano en el trabajo” habla con toda razón sobre lo que los mexicanos hacemos y pensamos al realizar nuestras labores, los límites que nos ponemos nosotros mismos, además de los límites que nos impone el gobierno y muchas empresas, ayudado de los límites externos como lo países desarrollados que no quieren ver crecer a México, quizá por temor porque tenemos lo que se necesita para llegar hacer una economía fuerte.

La triste realidad es que les ha servido lo que han hecho y peor aún, nosotros nos hemos quedado en el intento de ser mejores y de enfrentar nuevos retos para crear empresas mejores más competitivas internacionalmente, que también es un hecho que no apoyamos a las empresas mexicanas si no más bien consumimos productos extranjeros como Mc Donald´s, Burguer King, 7 eleven, etc.

El libro menciona algo mu cierto:

“Tras la destrucción de nuestra cultura originaria en el siglo XVI, no nos quedó otra opción más que lanzarnos en busca de la cultura-padre y, al no encontrarla, buscamos sustitutos imitando modelos extranjeros.”

Y es que si bien, nosotros llevábamos una forma de vivir antes del descubrimiento de Colón y posterior conquista de Cortes, estos dos hallazgos llevaron a nuestra cultura y nuestras creencias a creer en alguien inexistente y tener un espíritu de protección paternalista, por lo cual siempre estamos en espera de algo que nos proveen sin esforzarnos, que llegue del cielo. Estamos en un error, nada cae del cielo, ni el éxito se da la suerte, sino es el resultado de la dedicación, esfuerzo y constancia que ponemos en lo queremos hacer.

Un profesor de la secundaria nos decía: “hoy entran 30 alumnos a este grupo, a esta escuela, pero ¿saben cuántos terminarán? solamente 20, de los cuales 15 entrarán al nivel medio superior, de los cuales sólo saldrán 7 y de ellos sólo 3 realizarán una carrera. Pero no se desanimen, los invito a aumentar esa estadística, y para los que de plano no quieren seguir porque prefieren ser un albañil, o un conductor de autobús, o un carpintero, o lo que sea que no sea una profesión, háganlo lo mejor posible, sean los mejores en lo que sea que hagan, y eso se los recompensará tarde o temprano”. Es algo que traigo muy gravado desde que nos los dijo, y es una pena que no a todos se nos quedó porque, efectivamente, sólo tres de mis compañeros terminaron una carrera, y bueno, yo que voy en camino. Los demás se dedicaron a lo que

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