Trabajo MENTIRA

MENTIRA

CARE SANTOS

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Pau Serrano

David González

2n F

Emociones:

1. p.15, Xenia, Nervios.

Lo peor es tener que hacer los deberes en la cocina solo porque ella quiere “controlar lo que hago” cuando me conecto a internet y mira por encima de mi hombro para saber si hago algo que no le gusta ¡Me pone muy nerviosa!

1.  p.17, Xenia, Feliz y extraña.

Me moría de ganas de hacerlo, de decirle cómo todo estaba cambiando de repente y cómo me sentía. Feliz, extraña y distinta. Hacía días que no pensaba en nada más.

1. p.22, Xenia, Curiosidad.

Aquel mensaje en el fórum despertó mi curiosidad y eso que entonces aún no sabía que “El guardián entre el centeno” es una novela muy famosa, que podría resumirse más o menos así: …

1.  p.37-38, Xenia, Miedo.

Lo que me pasaba era que echaba de menos a Marcelo más que nunca a nadie. Me sentía ridícula por estar colgada de un fantasma. Me daba miedo que pudiera desaparecer para siempre de mi vida.

1.  p.48, Sandra i Xenia, Preocupada.

Si hubiera tenido mi móvil a mano, habría sabido que no era la única que no podía dormir. Sandra también estaba preocupada, pero por un motivo muy diferente.

1.  p.67, Xenia, Culpable.

Aquella noche, cuanto más cuidaba mi madre, más culpable me sentía. Nunca antes le había dicho una sola mentira y ahora me arrepentía mucho. Debería hacer algo y cuando antes, mejor.

1.  p.67, Xenia, Arrepentimiento.

Me metí en la cama, pero no pude conciliar el sueño. Solo pensaba y pensaba. ¿Cómo, qué, cuándo? Y me arrepentía de haber sido tan idiota.

1.  p.80, Xenia, Envidia.

Con Sandra las cosas seguían igual. O incluso un poco peor, porque ahora yo me encerraba en mí misma todavía más que antes. Y ella y su novio me daban todavía más envidia.

1.  p.95, Directora, Pena.

No puedes quitarle el desayuno a Sara, Éric, ni a nadie. Ahora tu amiga se ha quedado sin bocadillo, pobrecita ¿No te da pena?

1.  p.115, Xenia, Rabia.

Con el paso de los años, Ben ya no me revolvía el pelo, pero me veía como antes, como siempre. Como un crio. Entonces me daba un poco de rabia, porque yo ya había cumplido 13 años y no era ningún niño.

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