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Las Religiones Como búsqueda De Sentido


Enviado por   •  11 de Abril de 2013  •  9.479 Palabras (38 Páginas)  •  444 Visitas

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LAS RELIGIONES COMO BÚSQUEDA DE SENTIDO

M. B. ROSA LAURA DELGADO DE CASTRO

ABRIL 2013

Objetivo:

Reseñar los contenidos más generales de las respuestas que ha tenido el hombre de acuerdo a su tiempo y cultura respecto a las interrogantes escatológicas sobre el origen del mundo, el por qué del bien y del mal, tanto físico como moral, así como las bases de la organización social que han de sustentar las normas morales y jurídicas de las sociedades humanas.

La persona humana se pregunta por el sentido de su existencia, sobre su origen y destino. Immanuel Kant compendiaba el quehacer filosófico en la búsqueda de respuestas a las interrogantes: ¿Qué puedo saber? ¿Qué debo hacer? ¿Qué me cabe esperar? Inclusive llega a asegurar que la Filosofía habría cubierto todos sus objetivos si lograse responder a la pregunta ¿Qué es el hombre? (Kant, 2000:92)

De cualquier manera, los hombres se plantean estas cuestiones alguna vez. Esperan de las diversas religiones la respuesta a los enigmas más profundos de la condición humana, que ahora como en la antigüedad, estremecen el corazón de los hombres: ¿Qué es el hombre, cuál es el sentido y el fin de la vida, el bien y el pecado, el origen y el fin del sufrimiento, el camino para conseguir la felicidad, la muerte, el juicio, la sanción después de la muerte? ¿Cuál es el último e inefable misterio que envuelve la existencia y hacia dónde se dirige? (Vaticano II. Nostra Aetate. 2001: 568)

Los Mitos y las Religiones lo han intentado a través de narraciones etiológicas o relatos de orígenes. Así, la Filosofía ha hecho uso de la reflexión analítica y la Ciencia ha optado por los métodos experimentales. Estas interrogantes surgen de la misma estructura reflexiva del hombre, que necesita conocer para decidir y actuar.

La experiencia del hombre desde el principio de su existencia, tanto como humanidad y como individuo, ha sido el temor a lo desconocido y la inseguridad ante cualquier fenómeno natural. Incluso en el tiempo presente, en las civilizaciones menos desarrolladas, como las tribus de indígenas que todavía sobreviven al progreso de la ciencia y de la tecnología se puede observar esta situación.

Asimismo en la sociedad que vive del progreso y de la ciencia. La civilización posmoderna a menudo se observa un regreso al primitivismo religioso, a la religiosidad natural, que se origina precisamente de ese temor y de esa ignorancia. Una religiosidad que manifiesta una profunda inseguridad ante el futuro más inmediato o ante el sentido y fin de la propia existencia.

Ramón Lucas Lucas (2008:143) define a la dimensión religiosa como la capacidad-tendencia-necesidad ontológica del hombre por establecer un vínculo con Dios. La experiencia religiosa es un acto concreto que diferencia por tanto tres niveles:

a) Dimensión religiosa (aspecto ontológico).

b) La religión en sus diversas formas como expresión de la dimensión ontológica.

c) Los actos religiosos como experiencia vívida por personas concretas.

Lucas, Lucas (2008:143) indica que el origen etimológico “religión” viene del latín religio que en sentido estricto para los romanos significaba estar atado a Dios, pero originalmente la significación religiosus quería decir “escrupuloso”, resultando el que no se comporta a la ligera, sino cuidadosamente.

El tema que a continuación se describe, es derivado de la inquietud de las diferentes respuestas a la fe y la búsqueda de un sentido de la vida.

4.4.1. PAGANISMO, RELIGIONES ORIENTALES

La religión responde por encima de las necesidades de la persona y la familia, aún más altas están las precariedades del clan y del pueblo, ya que el bienestar del individuo depende de la población. Por lo tanto, se encuentra con que la religión es su culto exterior en gran medida una función social. Leonardo Polo (1998:226) en su obra Quién es el hombre, opina que la religiosidad humana ha adoptado diversas formas, aunque algunas deficientes y hasta aberrantes, pues los fenómenos de degeneración de la religión aparecen de complicaciones formas primitivas a las que cabría llamar religiosidad pura.

El hombre al comenzar su aventura en la historia, se tropieza con una naturaleza cubierta de incógnitas: no conoce las razones de los fenómenos naturales, de la lluvia, del trueno, de los terremotos. No conoce qué son el sol, la luna y las estrellas; no puede explicar la existencia y evolución de lo que hay de inerte y vivo a su alrededor. Y busca esclarecerlo.

Así los primeros mitos tiene origen; las narraciones de acontecimientos prodigiosos y fantásticos realizados por seres capaces de controlar la naturaleza, que están por encima de ella, como dioses o seres sobrenaturales. Todos los mitos, según el antropólogo Bronislaw Malinowski, en palabras del libro de Harris (1979:87) en su publicación El desarrollo de la teoría Antropológica. Una historia de la teoprías de la cultura, están encaminados a dar una respuesta al sentido de la vida y a sus aspectos más relevantes: el hombre, el mundo, sus costumbres, la vida diaria, las relaciones humanas, los conflictos, las guerras, etc.

Los mitos están presentes en creencias que constituyen la base para las primeras religiones naturales paganas. Las primeras comunidades creen en seres que dan sentido a la naturaleza y a ellos mismos; seres con una fuerza y poder sobrenaturales y de los que los humanos dependen totalmente. Así es como se impone la necesidad de manifestar su devoción con: adoraciones, sacrificios, oraciones y demás, para reconocer la grandeza y poder de aquellos seres.

Es por esto que Harris (1979:87) opina que la religión se distingue en natural y sobrenatural. La primera se entiende el sometimiento de uno mismo a Dios, sobre el fundamento de Dios y los propios poderes sin ayuda. Sin embargo, no excluye las teofanías y las revelaciones divinas realizadas con la finalidad de confirmar la religión de orden natural. La segunda, involucra un fin concedido gratuitamente al hombre, es decir, una unión viva con Dios mediante la gracia gratificante, que se inicia y se alcanza imperfectamente en este mundo, pero que se completa en el cielo, en la que la visión beatífica de Dios será su recompensa imperecedera.

Implica también una revelación divina a través de la cual el hombre llega a conocer ese fin, así como los medios divinamente designado para su

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