CLASE DOMINICAL
Enviado por LILLY_CEM • 22 de Abril de 2015 • 328 Palabras (2 Páginas) • 266 Visitas
Queridos Padres y Profesores:
Junto con saludarles y esperando que nuestro buen Dios esté acompañándoles
en su ardua y hermosa tarea.
Queremos expresar que es importante que nuestros niños(as) aprendan a
comunicarse con Dios, aprendan que la oración es algo que Dios nos ha dado,
un instrumento que nos ayudará a hablar con Él en la alegría o en la tristeza.
Los niños deben saber que Dios quiere que vayamos a Él y que hablemos con
Él. Dios quiere que le digamos lo que tenemos en nuestros corazones y mentes.
Dios es bueno para oír y quiere lo mejor para nosotros. Podemos hablar con
Dios en cualquier momento y en cualquier lugar.
Como cristianos, adoramos a Dios cuando alabamos, confesamos, o pedimos en
oración. Es uno de los hechos más alto en que nos podemos involucrar.
¡Podemos acercarnos al Creador del universo y hablar con Él! ¡Podemos
comunicarnos con el Dios Viviente y Todopoderoso! Podemos decirle lo grande
que es Él. Podemos pedirle perdón cuando nos equivocamos. Podemos darle
gracias por todo lo que ha hecho por nosotros y por los demás. Podemos hablar
con Él de las cosas que nos alegran o entristecen. Podemos pedirle provisión
diaria, también para familiares, amigos, vecinos, misioneros, y otros. El Señor
Jesús mismo oraba y muchas veces hablaba de la oración. Increíble, ¿cierto?
Pero como cualquiera otra disciplina espiritual, nuestros hijos necesitan ser
enseñados sobre la oración y debemos darles oportunidades para que ellos
practiquen hablar con Dios.
Dios les ama y está preocupado tanto y más que nosotros, quiere una relación
con ellos. David dijo en Salmos 34:11 y 15 “Vengan, hijos míos, y escúchenme, que
voy a enseñarles el temor del Señor. Los oídos del Señor están atentos a sus
oraciones.” Este es el cargo de los padres y profesores. ¿Están haciendo todo lo que
pueden para enseñar a los niños del Señor? ¿O los están impidiendo? (Mateo 19:14)
Debemos aprovechar el tiempo cuando los niños son moldeables y como
esponjas para “instruirlos en el camino correcto, para que en su vejez no lo
abandonen.” (Proverbios 22:6)
Confiando que serán de gran bendición para las futuras generaciones,
Janet y Marlenne
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