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Cristo Vive


Enviado por   •  12 de Mayo de 2013  •  2.795 Palabras (12 Páginas)  •  293 Visitas

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Juan 20:19-23

Entonces, al atardecer de aquel día, el primero de la semana, y estando cerradas las puertas del lugar donde los discípulos se encontraban por miedo a los judíos, Jesús vino y se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. Y diciendo esto, les mostró las manos y el costado. Entonces los discípulos se regocijaron al ver al Señor. Jesús entonces les dijo otra vez: Paz a vosotros; como el Padre me ha enviado, así también yo os envío. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, éstos les son perdonados; a quienes retengáis los pecados, éstos les son retenidos

La Biblia tiene dos partes: Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento tiene 27 libros: cuatro evangelios para contar la vida de Jesús, 21 cartas para explicar el significado de Jesús para nuestras vidas, una historia sobre la iglesia primitiva, y una profecía. Los 27 libros hablan de Jesús diciendo que está vivo, resucitado de entre los muertos y que es la realidad central y viviente del universo actual, Él mismo es todo Dios y todo hombre.

Y lo que quiero hacer en este mensaje es mirar con ustedes la primera aparición de Jesús a todos sus asustados discípulos después de la resurrección. Y quiero que vean esto:¿Cómo actuó el Jesús resucitado? Y, ¿qué dijo el Jesús resucitado? Esa primera aparición a los discípulos, como un grupo, ocurre en Juan 20:19-23.

Veamos la primera parte de Juan 20:19, para ver cómo actúa Jesús.

Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, y estando cerradas las puertas del lugar donde los discípulos se encontraban por miedo a los judíos, Jesús vino y se puso en medio de ellos. . .

Tres detalles y cómo lidia Jesús con nosotros

Así que esta es la tarde del domingo en que Él resucitó de entre los muertos. Esa mañana, Jesús había aparecido a María Magdalena (Juan 20:1-18). Pero ahora aparece a todos los discípulos (los once apóstoles), a la vez. Note tres detalles: las puertas están cerradas; los discípulos están asustados; y Jesús viene a ellos y se pone en medio de ellos. Esos tres detalles nos dicen tres verdades que podemos conocer sobre cómo el Cristo resucitado lidia hoy con nosotros.

1. Las puertas estaban cerradas.

Jesús no tuvo que tocar. Ni siquiera tuvo que abrir la puerta. Simplemente estaba allí. Y no era un fantasma. Vea el versículo 20. "Les mostró las manos y el costado”. En otro lugar dijo: "palpadme y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo" (Lucas 24:39). Así que tiene un cuerpo físico, pero no exactamente como el nuestro: el mismo, pero diferente. Estaba simplemente allí, a pesar de las puertas cerradas.

Lo que significa que hoy en su vida, Jesús puede ir donde nadie más puede ir. Él puede ir donde ningún consejero puede ir. Puede ir donde ningún doctor puede ir. Puede ir donde ningún amante puede ir. Puede alcanzarle, y acercarse a usted, en cualquier lugar y momento. No hay lugar donde usted esté, y no hay profundidades de la personalidad queusted es, que Jesús no pueda penetrar. La resurrección de Jesús de entre los muertos le capacita para hacer lo que nadie más puede hacer. No hay otro como Él en todo el universo. Él vive y es el Único Dios-Hombre. Usted no puede imaginar de qué es capaz Él. Y es algo maravillosamente sanador contemplar que todas las capas complejas de la vida, las que ni usted ni otra persona puede comprender, son un territorio familiar para Él.

2. Ellos tenían miedo.

Versículo 19: "Estando cerradas las puertas del lugar donde los discípulos se encontraban por miedo a los judíos. . .". Su líder acababa de ser crucificado como una amenaza para el César. Su temor era completamente comprensible. Y en medio de éso viene Jesús.

Supongo que quiero llevar la atención de ustedes hacia esto por que así es como siento, más a menudo, la necesidad del Jesús resucitado, vivo. El temor. Temor de no estar preparado para lo que se espera de mí. Temor de que la iglesia no prospere, o de que nadie asista a la conferencia, o que la clase no sea ayudada. Temor de que mis hijos naufraguen en su fe. Temor de no tener la fe para morir bien. Temor de que resbalar hacia la mundanalidad e inutilidad.

Y lo que Jesús está diciendo en esta acción es: Vengo a los míos cuando tienen miedo. No espero que ellos comprendan su rol juntos. No espero que tengan suficiente fe para vencer el miedo. Vengo a ayudarles a tener suficiente fe para vencer el miedo. Y testifico, después de cincuenta años años de ser cristiano, que esto es todavía cierto. El Jesús resucitado, viviente, aún actúa así. Él viene cuando clamamos a Él por nuestro temor. Él nos ayuda. Lo he llamado mil veces: "Jesús, por favor, ayúdame", y Él se ha acercado con la promesa: "No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. [...] ciertamente te ayudaré" (Isaías 41:10). Él lo hará por usted también, si le recibe en su vida por quien realmente es.

3. Jesús viene a ellos y se pone en medio de ellos.

Versículo 19: “. . . estando cerradas las puertas del lugar donde los discípulos se encontraban por miedo a los judíos, Jesús vino y se puso en medio de ellos". El mensaje aquí es que Él vino justo en el medio de su reunión. No vino al borde y llamó a través de la pared y lidió con ellos como una deidad distante. Él no estaba jugando con ellos. No estaba jugando con su fe. Quería que le vieran y le conocieran y creyeran en Él y le amaran.

Éso es lo que quiere para usted hoy. Y éso es lo que quiero para usted hoy. Quiero que experimente al Jesús viviente. Yo lo conozco. Para que le tenga cerca en su vida, donde nadie más puede ir. Para que le ayude en su temor, como nadie más puede ayudarle. Y que le vea venir a usted, acercarse a usted, no llamándole desde una distancia, sino viniendo justo en medio de usted. Eso es lo que pido en oración para este servicio.

Tres regalos en lo que dice Jesús

De modo que así es como actúa el Cristo resucitado, vivo. Ahora, ¿qué dice? Y lo que vemos es que en esta primera aparición a los discípulos, dice tres cosas, o cuatro, dependiendo de cómo usted las cuente. Y esas tres cosas vienen a ser los tres regalos a usted: el regalo de la paz, el regalo de poder, y el regalo de propósito. Lo opuesto a la paz es el conflicto. Lo opuesto al poder es la debilidad. Lo opuesto al propósito es la indeterminación.

Muchas, muchas vidas, están arruinadas por el conflicto, la debilidad, y la indeterminación. Jesús no vino al mundo para morir y resucitar nuevamente para arruinar nuestras vidas, sino para salvarlas. Y lo que veremos es que Él nos salva de arruinar nuestras

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