El Buen Pastor

JUAN 10, 1-20 PARÁBOLA DEL BUEN PASTOR

En sencillo pasaje del Evangelio conocido como la Parábola del Buen Pastor, Jesús nos quiere transmitir dos ideas. El mensaje lo divide en dos partes, en una primera nos habla de la misión de la puerta de un redil, así como nos adelanta algunas de las características que debe tener un “buen pastor”, siendo esta primera parte una introducción al símil que se va a aplicar a Él mismo. En una segunda parte es donde se compara Él mismo con los dos elementos descritos en la primera parte.

La Puerta del Redil

Como he avanzado anteriormente, una de las ideas que nos intenta transmitir Jesús con este texto, es la de la existencia de una sóla puerta en el redil para acceder al mismo. De esta misma forma y más abajo, Jesús, Él mismo se declara como único camino para llegar al Padre, único camino de acceso al Reino. Pero no se queda en dicha comparación, sino que nos quiere transmitir que la entrada por El mismo implica unas exigencias, el que se comporte de manera similar al mismo Jesús, ese será salvado y accederá al encuentro con Dios, al otro lo tacha de ladrón o salteador. Pero también añade, que aunque este esfuerzo nos dará más vida (la Salvación, llegar al Reino).

El Buen Pastor

La idea más potente que podemos sacar de este pasaje, es la que hace referencia al Buen Pastor. Dicha figura asociada a Cristo, ha sido muy utilizada a lo largo de la historia, son muchos los cuadros representando la figura de Jesús como un pastor, y muchas las citas del Antiguo y Nuevo Testamento, en las que aparece la figura del pastor de hecho por ejemplo Moisés y David eran pastores de ovejas. En el Antiguo Testamente dicha figura se le asocia a Dios como Apacentador, Guía de ovejas, El que cuida, dirige, atiende, alimenta y protege, así ejemplo de ello es este Salmo:

El Señor es mi pastor, nada me falta,

en verdes pastos él me hace reposar

y adonde brote agua fresca me conduce.

Fortalece mi alma,

por el camino del bueno me dirige

por amor a su nombre.

Aunque pase por quebradas muy oscuras

no temo ningún mal

porque tú estás conmigo

tú bastón y tu vara me protegen....

En este pasaje es el mismo Jesús el que se atribuye a sí mismo esta comparación. Lo hace describiendo en una primera parte las cualidades de un “buen pastor” de ovejas, que ya se le atribuían anteriormente a Dios Padre:

 Sentido de camino y guía para las ovejas.

 Capacidad de mantener unidas a dichas ovejas.

 Conocimiento personal de cada una de sus ovejas que forman parte del rebaño.

 Completo servicio y entrega a las mismas, sin dejarla desamparadas ante

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