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ALIMENTOS TRANSGENICOS SEGUROS PARA EL CONSUMO HUMANO


Enviado por   •  16 de Marzo de 2015  •  1.814 Palabras (8 Páginas)  •  200 Visitas

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ALIMENTOS TRANSGENICOS SEGUROS PARA EL CONSUMO HUMANO

Se define como alimentos transgénicos u organismos modificados genéticamente (OMG) a aquellos los que se les han insertado genes exógenos (de otras plantas o animales) en sus códigos genéticos.

La ingeniería genética se puede hacer con plantas, animales o microorganismos. Históricamente, los granjeros producían cultivos y criaban animales para obtener especies con características deseables durante miles de años. La cría selectiva con el tiempo creó amplias variaciones, pero el proceso dependía de la naturaleza para producir el gen deseado. Los humanos entonces optaron por aparear los animales o plantas individuales que portaban ese gen particular, con el fin de hacer que las características deseadas fueran más comunes o más pronunciadas (Medline Plus, 2012).

La ingeniería genética permite a los científicos acelerar este proceso pasando los genes deseados de una planta a otra o incluso de un animal a una planta y viceversa.

Los posibles beneficios de los alimentos transgénicos son:

• Alimentos más nutritivos

• Alimentos más apetitosos

• Plantas resistentes a la sequía y a las enfermedades, que requieren menos recursos ambientales (agua, fertilizante, etc.)

• Disminución en el uso de pesticidas

• Aumento en el suministro de alimentos a un costo reducido y con una mayor durabilidad antes de la venta

• Crecimiento más rápido en plantas y animales

• Alimentos con características más apetecibles, como las papas que absorben menos grasa al freírlas

• Alimentos medicinales que se podrían utilizar como vacunas u otros medicamentos

Los riesgos potenciales son, entre otros:

• Plantas y animales modificados que pueden tener cambios genéticos inesperados y dañinos

• Organismos modificados que se pueden cruzar con organismos naturales y los pueden superar, llevando a la extinción del organismo original u otros efectos ambientales impredecibles

• Plantas que pueden ser menos resistentes a algunas plagas y más susceptibles a otras

• Fuentes alimenticias

Desde hace apenas unos años, ha comenzado a introducirse en el lenguaje coloquial de las personas, términos como “transgénicos” o “alimentos transgénicos” cuya sola mención provoca desconfianza y muy a menudo un debate social con opiniones controvertidas. En cualquier caso, lo que es innegable es que cualquier avance científico que permita al hombre producir mayor cantidad y mejor calidad de los alimentos, siempre en condiciones de seguridad, debe ser bien recibido, pues no se puede olvidar que, hoy en día, millones de seres humanos sufren y mueren como consecuencia del hambre en extensas regiones del mundo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se espera que la agricultura permita alimentar a una población humana en constante aumento, que para el 2020, se calcula en unos 8 mil millones. Dentro de estos, más de 840 millones de seres humanos pasan hambre y unos 1.300 millones carecen de agua limpia, igual número que los que se considera que sobreviven con menos de 1 dólar al día. La biotecnología, de la que surgen los alimentos transgénicos y otros organismos y microorganismos, aporta directa e indirectamente una influencia incuestionable y puede ayudar decididamente a combatir estos efectos.

De acuerdo con Vidal (2004), actualmente se comercializan más de ochenta alimentos transgénicos en todo el mundo, sobre todo en EE.UU., Australia, Canadá y China. Los más conocidos son la soya resistente al herbicida glifosato y el maíz Bt. El glifosato es un herbicida cuya base química es la N-fosfonometilglicina. Su toxicidad sobre mamíferos es mínima y, además, es rápidamente degradado por la microbiota del suelo. Por ello resulta interesante desarrollar plantas transgénicas de soya que resistan este herbicida. Para ello se ha partido de algunas bacterias del suelo que resisten el ataque del glifosato al tener un gen mutado cuyo producto génico no es alterado por el herbicida. Dicho gen se ha clonado y se ha transferido al genoma de variedades comerciales de soya. De esta forma es posible tratar la plantación transgénica con el herbicida y eliminar sólo las malas hierbas. Con respecto al maíz, una de las principales plagas de este cereal es la larva conocida como taladro que se combate con insecticidas químicos, si bien desde hace años se sabe que la bacteria Bacillus thuringiensis sintetiza una proteína denominada Bt que destruye el tubo digestivo de estos insectos. El gen que codifica la proteína Bt se ha clonado desde el genoma de la bacteria y se ha introducido en el genoma del maíz, generando un maíz transgénico que resiste el ataque del taladro sin necesidad de usar insecticidas.

Aunque estos son los ejemplos más conocidos existen muchos más. Son de gran importancia los que hacen referencia a la mejora nutricional de los alimentos. Por ejemplo, el arroz es deficitario en lisina, pero se ha logrado construir una variedad transgénica que contiene el gen que codifica una proteína de reserva de la semilla de la judía rica en este aminoácido. Con ello en la planta transgénica el contenido global de lisina pasa del 3,4 al 6%. Pensando en países del Tercer Mundo, se han conseguido variedades transgénicas de palma en las que se ha reducido considerablemente la expresión del gen que codifica la enzima palmitoil ACP tioesterasa e incrementado la del gen que codifica la enzima β-ceto acil ACP sintasa II. Con ello se logran aceites de palma con menos palmitato y más oleato, sin afectar los niveles de carotenoides, tocoferoles o esteroles. También se han conseguido variedades de arroz transgénico con un alto contenido en provitamina A capaces de solventar los problemas de avitaminosis en zonas del sudeste asiático donde este cereal es la base de la dieta y tomates transgénicos con distintas proporciones de tocoferoles. Además se dispone de algunos alimentos transgénicos que, al expresar genes que codifican determinados antígenos, inmunizan contra enfermedades. Se les denomina vacunas orales y ya hay ejemplos de ellas que inmunizan contra el virus Norwalk, el coronavirus transmisible responsable de la gastroenteritis

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