Enseñanza Efectiva De Las Matematicas

Las matemáticas, tienen potencialidades que trascienden los límites de una sola asignatura, incidiendo en el desarrollo del pensamiento lógico y la creatividad. De ahí que se recomienda una enseñanza matemática científicamente fundada, construida sistemáticamente desde el primer día de escuela. (Gálvez, 1988)

Enseñar matemáticas implica problematización, requiere de docentes posicionados en el análisis de los procesos que dan lugar a la construcción de conocimientos didácticos, las características y las relaciones de esos conocimientos, el papel que juegan los contextos particulares, el espacio dado a las estrategias personales, la manera de validar las soluciones y la intervención sobre las interacciones sociales.

Agustín Ferreiro plateaba al respecto: “El trabajo siempre se propondrá como problema, en la acepción exacta del término: es decir, que no sean caminos ya recorridos y que exijan esfuerzos dignos de tal nombre, adecuados, es claro a las posibilidades de cada clase, y si es necesario de cada niño…

Toda actividad, para ser esencialmente educativa debe tener algo que resulte novedoso para el niño, debe de plantearse como un problema y no solo como un simple ejercicio.

La razón de la enseñanza de esta asignatura en particular es aportar en el desarrollo del pensamiento lógico, el razonamiento abstracto, la creatividad, seguridad en si mismo y lograr la alegría por aprender, el desarrollar un pensamiento matemático es de utilidad al poder interpretar críticamente la realidad, actuar sobre ella y modificarla.

Otro de los objetivos principales es lograr que los alumnos hagan conjeturas, construyan argumentos, analicen la pertinencia de los resultados obtenidos y logren comunicar los procesos y razonamientos realizados, además de construir un conocimiento matemático a través de la apropiación de lo9s conceptos y sus relaciones.

La sociedad actual, está caracterizada por el uso generalizado de la matemática en todas las actividades humanas y por una fuerte tendencia que nos lleva a la globalización económica, lo cual exige de todos los ciudadanos verdaderas competencias personales, sociales y pedagógicas; para poder afrontar los continuos cambios que imponen, en todos los ámbitos, el rápido avance de la ciencia, la tecnología y la nueva economía global (Morales, 2006).

En ese sentido, las necesidades de formación de los ciudadanos se prolongan más allá de la primera escolarización y se extienden a lo largo de toda la vida. En consecuencia, la formación académica por parte de los docentes continua , es prioritaria para la asimilación y adaptación al aula de los cambios que la sociedad impone. Particularmente, en el campo de la matemática, la actualización permanente del docente de educación básica, resulta cada vez más imprescindible, debido a las exigencias derivadas tanto del entorno social y personal, como profesional (Ponce, 2009).

Ahora, para poder participar eficientemente de las nuevas prácticas sociales se ha tenido que actualizar los conocimientos y desarrollar nuevas habilidades con el fin se ser participes en la enseñanza de las matemáticas en la presente generación aunque no se asegura que método será el que prevalezca no se trata de enseñar técnicas metódicas o estandarizadas sino brindarles a los alumnos las herramientas y las competencias para que puedan continuar en constante a aprendizaje que les permita enfrentar situaciones cotidianas.

Basado en los cuatro pilares de la educación los cuales son: aprender a ser, aprender a hacer, aprender ser y aprender a convivir se definen en el sistema educativo los perfiles de egreso de la educación básica que son los ejes a seguir en busca del logro e interiorización de las competencias para la vida.

“Las competencias contribuyen al despliegue de una vida personal exitosa y al buen funcionamiento de la sociedad, porque son relevantes para las distintas esferas de la vida e importantes para todos los individuos". Así, cada competencia reposa sobre una combinación de habilidades prácticas y cognitivas interrelacionadas, conocimientos y saberes (incluyendo el conocimiento tácito), motivación, valores, actitudes, emociones y otros elementos sociales que pueden ser movilizados conjuntamente para actuar de manera eficaz (OCDE, 2003).

Específicamente las competencias matemáticas según la OCDE las define como: La capacidad de un individuo de identificar y comprender el papel de las Matemáticas en el mundo actual, emitir juicios bien fundamentados, utilizarlas y comprometerse con ellas de manera que puedan satisfacer las necesidades de la vida del sujeto como ciudadano constructivo, comprometido y reflexivo.

Dichas competencias consisten en la adquisición de las habilidades para aplicar con precisión y rigor los conocimientos y el razonamiento matemático en la descripción de la realidad y en la resolución de problemas de la vida cotidiana.

El sistema educativo Mexicano plantea que todo alumno al término de sus estudios debe de dominar

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