Ética Y Entorno Natural: Amenazas

COMO GIRA LA ETICA EN TORNO A LOS NEGOCIOS Y SU INFLUENCIA EN LOS NUEVOS EMPRESARIOS

El mundo empresarial de hoy día, sobre todo en países donde el desarrollo de nuevas industrias es cada vez más competitivo, debe superar retos cada vez más complejos desde el punto de vista legal, financiero y fiscal.

Una organización no solamente debe brindar rentabilidad a sus inversionistas, y proveer de un margen de utilidades que le permitan satisfacer sus necesidades y obligaciones con sus proveedores, con su personal y con el estado, sino que también debe cumplir requerimientos legales y fiscales dentro del marco jurídico donde esté establecida. Evidentemente la empresa busca el beneficio económico. Pero no sólo porque eso redunda en bien para el propietario, sino también porque ése es el indicador más seguro de que la actividad productiva que está desarrollando es aceptada por la sociedad. Ahora bien, esa búsqueda del beneficio por lo general

Una empresa sólida y con un alto sentido de compromiso, debe ser capaz de atender a estas necesidades y además regirse por un código de conducta que normen sus interacciones y las de sus empleados, de acuerdo al marco normativo y legal vigente. Es así que encontramos procedimientos, códigos y leyes que regulan estas interacciones a fin de poder hacer más transparente un mercado de perfecta competencia.

Sin embargo, y en contradicción a lo antes expuesto hemos notado un estado de indiferencia hacía el ambiente que ha hecho eco de presencia entre los gobiernos. Su surgimiento y revolución data inicialmente desde el 11 de diciembre de 1997 en Kioto, Japón, cuando en la Convención Marco de las Naciones Unidas hacen referencia a la emisión de gases de efecto invernadero y sus terribles consecuencias. No es sino hasta el 16 de febrero de 2005 que entró en vigor una resolución denominada Tratado de Kioto o Protocolo de Kioto. En noviembre de 2009, eran 187 estados los que ratificaron el protocolo, siendo EE. UU el mayor emisor de gases de efecto invernadero mundial quién no ha ratificado el protocolo . Este tratado también incluye nocivos sobre la salud, sobre enfermedades como el Cáncer y el SIDA.

La permanencia de actividades lícitas dentro de un marco comercial, no sólo influye dentro de la estabilidad económica de una entidad jurídica, sino también sobre su entorno, de allí que existan regulaciones que involucren también la participación de las organizaciones, con responsabilidad sobre el medio donde co-existen y al cual influyen permanentemente con sus mecanismos de producción.

Hoy por hoy, la existencia racional y condicionada de la responsabilidad empresarial, es determinada por acciones de marco jurídico, legal. Tales acciones están comprendidas dentro de entes y organismos cuyo fundamento es vincular las acciones de las organizaciones y su utilidad bruta con la responsabilidad social y ambiental que determina su presencia en una determinada nación.

Aquí vemos la naciente identificación de un marco ético y comprometido, no solo relacionada hacia la empresa, sino también hacía quienes dirigen estas industrias, grandes empleadores, ejecutivos, corporaciones, demandan que cada vez sus directivos tengan un alto grado de responsabilidad, conciencia cívica, pero por sobre todo sensibilidad hacía los factores sociales, ambientales y económicos de sus integrantes, considerando a estos últimos, como a todos quienes participan dentro de la organización con roles y actividades claramente definidas para la consecución de los objetivos de la empresa.

La determinación y el concepto de ética de cada individuo y ejecutivo, debe estar directamente relacionado con la cultura y valores de la organización. “Los valores organizacionales son la convicción que los miembros de una organización tienen en cuanto a preferir cierto estado de cosas por encima de otros (la honestidad, la eficiencia, la calidad, la confianza, etc.)”

La ética, es uno de los principios que crean cimientos sobre valores culturales, sociales y familiares que dictan la correcta interacción de nuestros ciudadanos. Su familiarización debe verse involucrada de forma natural, espontanea y con convicción sobre la correcta manera de obrar y ver las cosas, de allí que autores, psicólogos, libres pensadores y filósofos en la materia aseguren que su conocimiento debe venir desde las raíces más profundas de nuestra niñez, desde nuestro hogar.

Un individuo con alto valores éticos, corresponde a su entorno en el correcto uso y comportamiento de sus acciones, pero también influye sobre su entorno, el entorno que puede influenciar, sobre el que tiene inherencia y sobre el que puede opinar, haciendo no sólo uso de su autoridad en la escala jerárquica, sino también de sus derechos como ciudadanos, sin violentar los derechos de los demás. Es importante entender que un individuo con una correcta formación de valores, busca el dialogo abierto, la opinión crítica, pero sobre todo el despertar de una conciencia que este en armonía con su formación y con su entorno.

Es así como el autor Francisco J. Alardos en su texto: “10 palabras clave en la construcción personal” define el doble significado de los valores en torno a la construcción biográfica del individuo, y es que “…en primer lugar, …/… los valores no existen como entidades eidéticas por sí mismas, sino como concepciones semióticas encarnadas en las conciencias racio-emocionales de las personas. Y, en segundo lugar, porque los valores representan e identifican la idiosincrasia, la ideas y las creencias de las personas que los aceptan o ponen en práctica como una pertenencia”.

De esta afirmación se puede desprender que la construcción y aceptación de cambios que influyen dentro de la psique del individuo, dentro de su conciencia y donde éste encuentre un mayor arraigo e identificación vienen dados a partir de estados de formación temprana, lo cual influyen de forma importante en su marco de creencias y donde el individuo generé mayor pertenencia y dominio.

De allí que el marco de valores los cuales identifican respeto a la autoridad, conciencia ciudadana, conciencia ambiental y responsabilidad social debe estar desde temprana edad presente en nuestra formación como ciudadanos. Este impulso reafirma en el futuro la correcta disposición de los individuos en sus distintos roles dentro de una sociedad. Productores, consumidores, empresarios, ejecutivos y miembros de la actividad productiva de una nación mostrarían una mayor armonía en el cumplimiento de sus deberes como ciudadanos. El cumplimiento de leyes, que fomenten la preservación del ambiente tomaría más fuerza,

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