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ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA IDENTIDAD (Y SUS NARRATIVAS)


Enviado por   •  25 de Mayo de 2013  •  2.519 Palabras (11 Páginas)  •  367 Visitas

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ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA IDENTIDAD (Y SUS NARRATIVAS)

Principio para un documento que debe culminar en las funciones de las

narrativas en los procesos de identificación.

Para iniciar la exposición del contenido suscinto en el título, tomamos la

definición de H.E.Erikson sobre la identidad personal:

SENTIDO SUBJETIVO DE UNA EXISTENCIA CONTINUA Y UNA MEMORIA COHERENTE.

Esta definición supone la mismidad, trascendentalidad, permanencia y una

historia que permita responderse en un primer momento acerca del

qué-quién-cuándo-dónde-cómo para-sí-mismo. Sin embargo, en perspectiva parece

que la IDENTIDAD también se relaciona con otras condiciones

espaciotemporales como otros objetos, como FAMILIA, MILITANCIA POLITICA,

ALTRUISMO y otras categorías (en cuanto universalidades).

No solo por cuestiones de método sino por necesidad teórica y decisiones

prácticas esta relativa exposición debe iniciarse con una consideración

general sobre las relaciones de la IDENTIDAD ( y en la segunda parte su

posibles narrativas).

Una síntesis moderada de los autores más reconocidos sobre la temática, nos

sitúa en una molécula orgánica (según el modelo de una gran molécula de la

llamada Química Orgánica) que en su esencia corresponde la la definición

planteada al comienzo.

Se habla de IDENTIDAD como de:

"...coincidencia del simismo con lo otro inicial..."

"...singularidad del individuo con su historia intercambiable..."

"...síntesis interna de la integración grupal..."

"...inconfundibilidad dentro de la reconocibilidad..."

(Autores varios citados en la Enciclopedia

de las Ciencias Sociales)

Esencia de definiciones que apuntan a la identidad, pero que no agotan la

definición dialéctica que contiene relaciones sociales concretas de

asimilación; desfases ante la versión imperante; contradicciones entre las

soluciones personales y los conflictos colectivos; identificaciones grupales

ante lo negativo; roles de las élites autoelegidas como las

"representativas"; roles de los individuos extraordinacrios que niegan lo

"identitatario" para fundar las nuevas identidades y finlamente, por esta

ocasión, el papel de las identidades positivas en la regeneracion de las

sociedades.

Es sano así mismo abocar las direcciones que ven en las crisis de identidad

una relación concomitante con las crisis históricas en cuanto "...cuando los

proyectos de asimilación social fracasan mayoritariamente".

Aquí es ilustrativo plantear como la época culmen la mentada "de los 60" a

la que se llega de la crisis post-Hiroshima, pero que a su vez pone en

crisis todos los aparatos y estructuras estatutarios de la historia de

Occidente.

Ahora, en la situación colombiana todo lo anterior se cumple

extraordinariamente.Colombia es una nación que lucha por sus proyectos -como

lo plantea William Ospina en es gran constructo poético y certero sobre la

identidad nacional que es "LA FRANJA AMARILLA". Colombia avanza similar a

cualquiera de sus ríos caudalosos que saliendose y entrandose de madre,

recorre todas las accidentalidades de un cauce y que en sus grandes

extensiones parece avanzar perezosamente pero con una poderosa fuerza

cósmica en sus entrañas.

Es un´país-nación en conflicto. Escenario en el cual cabe la definición que

da de IDENTIDAD un diccionario de Psicología:

"El desfase entre la finitud del espíritu humano y la diversidad infinita de

la realidad".

Suponiendo superado el debate sobre la necesidad de una identidad nacional

(no nacionalista y mucho menos "patrióta") e instalándolo en las coordendas

de la búsqueda de identidad (lo cual no tiene sentido si se acepta que esa

búsqueda ya provee de una identidad hipotética), coincidimos con Víctor Díaz

Gajardo cuando pone el sentido en el triángulo escaleno de

RESCATE-RECONSTRUCCIÓN-REFUERZO (de una identidad latinoamericana).

Rescatar una identidad secuestrada en el complejo productivo-mediático

inspirado en Hegemón: Reconstruír aquella parte de la identidad que luego

devino en resistencias. Reforzar luego los tallos que logran sobrevivir.

¿ QUE IDENTIDAD ?

Debe establecerse que aunque el respeto liberal deje hacer y pasar la

identidad de individuos o grupos según su "leal saber y entender", la

escuela y consecuencialmente la familia y los medios no-masivos de

teorización (en el sentido práctico) están obligados a lo que denomina

Erikson una Nueva Etica Ilustrada; y por lo cual debe abocarse un horizonte

(sentido) de identidad que recobre el sentido clásico de la Etica como la

razón práctica para la convivencia para el bien común.

En el mundo de la Escuela, primer espacio institucional de socialización (se

recuerda para siempre a los primeros amigos del recreo por sobre muchos de

los tópicos de los conocimientos adquiridos en las aulas), se establecen los

pactos adecuados y pertinentes al proceso educativo; pero esencialmente se

trata de construir ciudadanos para una sociedad paradigmática. Por todo esto

el componente del complejo de la identidad, correspondiente a la escuela, y

al maestro como su personero, debe definir o dar estatutos a lo que se puede

llamar un qué tipo de identidad y cuáles los modos correspondientes que se

debe propiciar en orden a la construcción de un hombre en concordancia con

una sociedad integral de bien y bienestar común que alcance a los núcleos y

periferia de la familia, la localidad, la comunidad, la ciudad y la nación;

sin que sacrifique o mutile la identidad personal positiva.

LOS ESPACIOS Y DOMINIOS DE LA IDENTIDAD

Debe reiterarse que el maestro debe analizar la compeljidad -y completitud-

de la globalidad conceptual denominada IDENTIDAD. El no hacerlo ha llevado a

simplismos y relativizaciones empobrecedoras. Reducir la identidad a lo

patriótico, a los modelos e iconos deportivos o espectaculares o a un

sentimiento que aflora en momentos de euforia colectiva o sensibilidad

solidaria con lo nacional, determina un deterioro del proceso vital de

identificación.

La identidad debe atravesar los estados de fundamentación, constitución e

institución y aún debe dar luces en los momentos de precariedad o de franca

destrucción.

Los estatutos son un problema desde la familia, no un recurso de

obligatoriedad de la escuela que en este como en muchos casos es el puerto

de servicios y mantenimiento donde los padres estacionan a sus hijos durante

la temporada -más que época- escolar, si es que se supera el triste criterio

de guardería continuada.

Así mismo el largo periodo de constitución -como cosntrucción cuidadosa-

debe abocar al individuo pertinente como un árbol que se cuida según la

metáfora de Píndaro para la perfección y construcción del bien.

Es el momento en que se debe haber logrado hacer del individuo un

sujeto-instituído que responde a una especie de carta magna frente a sus

esferas de

identidad-responsabilidad. Ahora debe continuarse el cuidado de esta

institución constituyendo instancias de lo que podríamos llamar una Corte

Constitucional Personal.

Se ha considerado apartae del proceso educativo de identificación ése camino

de toda la vida que en su complejidad contiene los estados de naturaleza,

cultura, sociedad y ahora virtualidad. Esto conlleva otra serie de

defecciones y falencias de toda lógica. El cuerpo y todas sus relaciones de

"animalidad" tienen que ver con la escencia de los fundamentos de identidad.

Es en su cuerpo donde el individuo comienza a reconocerse y a impulsar sus

posibilidades de inter-relación.

En la concientización de su interioridad -aún en la más profunda-, residen

las fuerzas primigeneias que en-redadarán la personalidad identificada.

Más adelante, cuando se enfatizan y multiplican los factores culturales -más

allá de la escuela o las expresiones clásicas estéticas-, se dan las grandes

batallas por los dominios de la identidad. Se asumen aquellos elementos que

algunos llaman ideales, otros llaman valores, otros ideologías o lo que se

les asimile, como banderas no sólo distintivas

-distanciamientos-, sino emblemáticas y guiadoras allá en lo alto o por

sobre la confusión de las "asambleas de espadas", como J.L. Borges descubre

en las metáforas islandesas. Valores e ideales que motivan muchas de las

costumbres -secularización de las ideas para la coletividad. Costumbres que

solidifican lo identificatorio.

Al culminar -como culmen, no como final- el sujeto-institución su llegada a

los espacios y territorios sociales, la globalidad y la profundidad del

complejo identificatorio muestra su talante. O bien porque se calcan los

modelos sociales más que las identidades para la acción, o porque se les

opone como rechazo a la aisimilación o en el mejor y más plausible de los

casos, actuando sin desfaces, farsas o aparentamientos. Esta instancia

denota claramente la jerarquización de las élites del poder. Se dice que

estas altas personalidades tienen una idea clara de lo que son; aunque poco

se aclara que el poder da seguridad y aúpa la exhibición de la identidad.

Pero por aquellas paradojas dialécticas, estas élites imponen -imperan, in

péctore- su prestancia de identidad con base en valores o ideales de las

metrópolis mundiales. Son élites que han forjado su identidad en

universidades hegemonizantes, que mantienen sus líneas de negocios y

ejecuciones directamente conectadas con esos nichos culturales imperiales y

que en realidad en la mayoría de los casos son embajadores culturales de ese

allá donde se formaron o donde mantienen sus cuentas de ahorro en dólares,

auténtico valor identificatorio "a la hora de la verdad".

En los recientes 30 años se ha venido poniendo en el frente más luminoso de

universalización -en realidad mundialización orientada desde el antiguamente

llamado "primer mundo"-, una especie de identidad de acceso directo,

facilmente integrable, rápidamente cuantificable. Es la identidad en la

virtualidad.

Esta época comenzó cuando las empresas multilaterales, transnacionales,

satelizadas y bursatilizadas, debidamente formadas en las citadas

ciudades-universidades (Harvard, MIT, UCLA, School of Economics, Cienspol,

etc.), rediseñaron las cordenas de

tiempo-espacio-modo. El dinero como billete trascendió al llamado "dinero

plástico" y a continuación, se desplazó hasta un mundo aparentemente

accesible para los socios de la sociedad anónima del poder, en cifras de

tableros electrónicos en perennne movimiento que hicieron de la especulación

de todo tipo el modus operandi para todos los objetos del mundo

norte-occidental -que incluye en sí a casi todo lo oriental y sur-, en sus

instancias económicas, sociales, culturales, filosóficas, políticas. Es la

suprema alienación mundializante, hoy eufemística y globalmente denominada

globalización.

No porque "el dinero lo puede todo" según el adagio, sino por la propia

lógica de propiedad-apropiación que va incluyendo centrípetamente todo

producto material o espiritual, sin cuya inclusión la exclusión es la muerte

conceptual y aún la muerte por guerra inducida.

Hoy la iodentidad virtual se ultrasintetiza en las siglas www

-world-war-word ?

Y es en este web-site donde, según las definiciones de espacio, el espacio

extenso no existe. Es donde se precipitan todas las relaciones y se generan

millones de nuevas relaciones, como en una especie de agujero negro en

cualquier color de pantalla de monitor.

En este espacio que se mide en distancias atómicas, el tiempo transcurre no

en pendulaciones de medio segundo, sino en modulaciones de nanos. Así los

modos generados entre los micrones y los nanos tiene que ser necesariamente

duraderos, sólidos, identificatorios, solo en función de las nuevas

microdimensiones.

El yo trascendente, en lucha de distinciones, diferencias y diversidades

hacia su propia identificación multidireccional, ´puede asumir modos

solapados y efectistas de tales maneras que todas las definiciones que

concurren en el proceso de identidad quedan transformadas hasta justificar

la famosa frase-plan de Marx-Berman:

TODO LO SOLIDO SE DESVANECE EN EL AIRE o en traducción coloquial TODO LO QUE

ES SIMISMO PUEDE SER OTROMISMO.

LA IDENTIDAD Y LAS COMPETENCIAS

No puede haber competencias integradoras sino a partir de un estado de

identidad.

En cualquier instancia, el SENTIR-SABER-HACER se basa en los procesos

ininterrumpidos de identificación.

Acudimos al cuetionario esencail propuesto por Kant para el sujeto que debe

responder a las tres cuestiones definitorias:

1-¿ Qúe puedo pensar ? (Razón) 2-¿Qué me está permitido? (Eética) 3-¿Qué

debo hacer ? (Juicio).

El sujeto -cosnciente de sí- en su mismidad puede abocar auténticamente

estas tres críticas. Individuos razonadores en los tres momentos críticos

hacen al mundo razonable (no objeto de estupidez), distanciandose de

razonamientos deleznables o inducidos primordialmente desde muindos que en

la mayoría de los casos en esencia agregan a los individuos masificados a

sus propias fuerzas hegemónicas dentro de sus predeterminaciones.

MUNDOS PARA LA IDENTIDAD

El complejo de la identidad actúa dentro de la concomitancia con todos los

mundos (de acción o contexto) del sujeto.

Es necesario desechar el "concepto" simplista de que a partir de una

respuesta a un simple "¿Quién soy ? se emprenda el resto de la vida con un

pie "ceniciento" en busca de la zapatilla adecuada o de un adecuarse a las

zapatillas eventuales en los distintos mundos de la vida.

El primer mundo es el de la SUPERVIVENCIA.

Se trata de la alimentación, la reproducción, la territorialidad; en esencia

del cuerpo fundamental.

Este mundo de lo natural trasciende en la medida e que el individuo vive sus

dimensioness de cultura y sociedad. Se es un ser interactuante desde el

genoma, las huellas digitales o el tipo Rh; en los sistemas metabólicos

-"uno es lo que come"- en las necesidades o peseudonecesidades

territoriales.

Se debne estudiar a fondo este estado total y partir de él. El puede acopiar

la obra de autores como Darwin, Lorenz, Freud, Gould, en los mismso

reservorios que Rousseau, Piaget, Marx, Cortina, u otros autores, según el

caso. Es el momento definitorio de saber de identidades (el haber olvidado

al niño o joven en su estado de naturaleza ha llevado a muchas perversiones

educativas).

El mundo de la constitución (construcción) desde ya incluye el mundo de los

cuidados

(alimentarios, afectivos, psicológicos). En una casa deberían vivirse

plenamente las instancias de familia, hogar, habitat, vivienda, maternidad,

fraternidad, etc. Sinembargo la tendencia resultante en la actualidad es a

distanciarlos (cosa que además favorece a los dominadores del mercado). Esto

desde ya horada el procesos fundamentador de identificación. Aquella

situación continuada de seguridad, de sentirse querido, importante,

complementario, es algo imprescindible.

LOS OBJETOS-COSAS DE LA IDENTIDAD

Contra muchas opiniones acerca de la reificación (cosificación) hay que

hacer distinciones. El mundo de los objetos-cosas propicia apropiaciones,

querencias, imaginarios, propósitos. En el niño, en el joven o en el mayor,

el mundo material de sus espacios y territorios está poblado de personas y

sustentado en muchas dimensiones en las cosas queridas. Precisamente porque

esta querencia se sacó del proceso de formación, sus espacios los llenarom

de inmediato los objetos efímeros, netamente exteriores y sobre todo

diseñados para el desapego y la necesidad de cambio por cambio.

FAMILIA Y ESCUELA

Asumiendo la versión de que la familia y la escuela son las dos puntas del

mismo camino, se puede analizar la formación sociocultural en estos, donde

espacios, tiempos y modos van a ser modificados primordialmente tal vez sólo

por tres circunstancias : el amor, el trabajo y lo mediático, o mejor el

éxito o el fracaso social en estos.

En el mundo de la cultura -que por obvias razones tambien es el ámbito desde

los primeros tiempos de la formación natural, pero que se esquematiza para

el análisis-,

se constituyen los llamados valores, se materializan y asimilan las

costumbres -"...la fuerza de la costumbre..."; "...la costumbre hace

ley..."-, se conforman los grupos, las pequeñas sociedades, las

organizaciones -continua o intermitentemente; aleatoria o concomitantemente-

y se van elaborando y "editando" todas las gamas de expresiones folklóricas,

populares, "cultas" o clásicas. Es la etapa de las instituciones -en el

sentido más amplio. Es el cuándo prolongado y el dónde en extendido, de lo

cultural. Y es en su esencia la solidificación de los procesos de

identificación.

Cuando un individuo-sujeto delibera para decidir y escoger -renunciar a lo

demás...-

los elementos funcionales de su cultura, está determinado por las moléculas

agitadas de su identidad.

Expresiones como "mi libro favorito, me gusta este cuadro, me siento dentro

de él, cuando danzo soy yo, me he repetido muchas veces tal película, mi

lema de vida es...etc." son resultados de la pulsación perenne

cultura-identidad-cultura.

Los modelos del vestir, los anhelos de vivienda, las comidas personalizadas,

etc. son

a la vez expresiones de sus cultivos-cuidados y huellas de su identidad.

Y todo esto se cocina a fuego lento entre la escuela y la familia.

Así se presenta el sujeto en el momento culminante de su asimilación por una

sociedad que es el auténtico e ilimitado campo de las batallas para ganar,

si no la guerra, una serie de posiciones de atrincheramiento, puntos de

avanzada, refugios de retaguardia, valle de los caídos o camposanto de los

derrotados.

Llegar al escenario de la sociedad hegemónica promedio actual es en cierta

perspectiva una cuestión de aciertos, reconstrucciones y refuerzos del mundo

de la identidad.

Todo lo anterior resulta en un plano específico, superandio y deswechando

las definiciones de identidad como la respuesta simple al "¿Quién soy yo?",

"uno es su patria", "me siento identificado con... "

La identidad es el mayor de los complejos comprensivos.

Es Apropiación, Pertenencia, Participación, Representaciones, Imaginarios,

Reconocimientos, Compasión, Solidaridad y en fin toda la vida que está en mi

muy cerca del YO, para distinguir y querer el TU, acordar sobre el EL,

actuar en el NOSOTROS y acercarnos o alejarnos del ELLOS.

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