Aula Cerrada- Martin Descombe

EL AULA CERRADA

Martyn Descombe

Es una lección que nos dice que el aula cerrada es una característica de enseñanza convencional, que es un escenario físico donde se imparte la mayor parte de la enseñanza y consiste en áreas rectangulares independientes alejadas de otras separadas por corredores o pasillos y conteniendo un maestro y un cierto número de alumnos.

El maestro y el alumno están tan familiarizados con este escenario que pasa por desapercibido que el aula se ve como algo tan común y natural que se toma como una característica de la organización escolar.

El aula cerrada refleja y refuerza la responsabilidad individual del maestro, ha sido considerada un "santuario" del maestro, contra la interferencia de administradores, padres y colegas en los asuntos propios del salón de clase, y como un "margen estructural" en la organización de la escuela aumenta las aspiraciones del maestro dentro de su vida profesional. El aula cerrada protege al maestro y proporciona un mayor grado de libertad, de lo que sería posible con otros arreglos, permitiendo mayor elección y discreción profesional dentro del proceso de la enseñanza.

Las formas en que las presiones externas interfieren en el aula cerrada son de dos. La primera se refiere a lo que esperan los miembros del grupo y la otra se refiere a las fuentes de información que trascienden el aislamiento del escenario. El aula cerrada como es una unidad social está sujeta a expectativas particulares de comportamiento, no está totalmente aislada de las circunstancias sociales en el lugar donde está situada y esto influye en el orden del salón también en las actitudes de los participantes, provenientes de sus experiencias en otras esferas de la vida social.

El ruido es una forma por la cual el maestro se da cuenta de lo que sucede en otros salones, a pesar del hecho que no se pueden observar los eventos pero el ruido trasciende el aislamiento del aula cerrada y se convierte en un factor altamente significativo en la práctica del docente.

El ruido es un problema que los maestros ven como obvio y no como descubrimiento, los maestros hábiles ya saben que el ruido plantea un problema para su actividad rutinaria y adoptan medidas para mantener el ruido dentro de lo que ellos consideran un límite aceptable. El ruido entorpece la enseñanza por parte del maestro y la concentración del alumno y, por lo tanto, obstaculiza el proceso de aprendizaje.

Los intentos de controlar el ruido pueden derivarse del deseo de evitar el efecto fatigante de trabajar con un constante nivel alto de ruido.

Una característica crucial del problema del ruido es precisamente que tiene implicaciones dentro de una comunidad de maestros porque proporciona una fuente analíticamente distinta de la predisposición del maestro

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