COMPONENTES DEL PARADIGMA DE LA COMPLEJIDAD

COMPONENTES DEL PARADIGMA DE LA COMPLEJIDAD

La inquietud inicial, que motivó la redacción de esta ponencia, surge a partir de una conferencia que disertó Edgar Morin en la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, hace algunos años, y que en la actualidad se perfila pertinente, ya que aborda el problema de la complejidad desde la perspectiva del Trabajo Social.

Partiendo de la premisa de Morin, donde plantea que:” hace falta una reforma del pensamiento”, y afirma que es indispensable complementar el pensamiento que aísla, con el pensamiento que une, a fin de superar el principio de simplicidad, que impone separar y reducir, pues lo complejo significa que esta tejido junto, y en consecuencia, pensamiento complejo es pensamiento que trata a la vez de vincular y de distinguir pero sin desunir”.

Los procesos sociales en los que se encuentran inmersos laboralmente, los profesionistas de Trabajo Social y específicamente en el campo de la salud, son procesos complejos, donde un enfoque de esta naturaleza impide el cometido esencial de la propia profesión: la unión, la interrelación. La complejidad y con ello, el conocimiento integral de los procesos sociales, ya que el abordaje que se realiza en el conocimiento de la realidad se hace desde parcelas que no permiten trascender en la intervención, es decir ir más allá de la superficialidad, de la atención paliativa, dotada de sentido común, que es característico del montón.

Existen diferentes posturas en este aspecto, puesto que la profesión es desdeñada, poco reconocida y sobre todo vista como una profesión técnica, carente de aportaciones teóricas, por lo que se puede pensar que este pensamiento complejo, poco tiene que ver con la profesión, puesto que a decir de algunos críticos de la profesión, poco tiene que retomar de esta propuesta, y esto deviene desde los espacios formadores de los profesionistas de Trabajo Social, ya que aun cuando se busque una formación integral y con perspectiva holística, en la formación sigue predominando una perspectiva unidimensional, como consecuencia el diálogo entre las disciplinas es esporádico y poco trascendente.

Nuestra sociedad requiere de la intervención de profesionales que a través de la acción y la participación social, resuelvan los problemas sociales, y en este sentido nos obliga a una reflexión teórica, que nos remite a ubicar al Trabajo Social en las fronteras de los “como”, es decir ¿cómo hacer?, para irradiar su especificidad en el ámbito de la intervención, en este caso en el campo de la salud, ya que en la mayoría de la instituciones, no existe claridad sobre las funciones, actividades y tareas que realizan los y las Trabajadoras Sociales, generando una indefinición profesional, que se presenta evidente en un aspecto fundamental: el saber hacer.

En resumen, podemos decir que el Trabajo Social, es una profesión

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