Capítulo 2: La familia y la educación en valores

Capítulo 2: La familia y la educación en valores

Este capítulo del libro nos habla acerca del pensamiento erróneo que tenemos respecto a la educación de nuestros hijos, pensando que la escuela, como tal, es únicamente la encargada de brindar conocimientos y valores a los educandos.

Creemos tontamente que en ella encontraran los valores y las experiencias necesarias que les harán adoptarlos para que el día de mañana  los lleven a cabo, siendo esto un grave error. La escuela pasa a ser algo “secundario” en el aprendizaje de valores, estos se adquieren en el hogar, en casa, de ahí es de donde realmente se adquiere el valor, puesto que es el lugar en el que el niño-adolescente-educando pasa la mayor parte del tiempo, por consiguiente es indispensable que desde el hogar se enseñen y se lleven a cabo día con día. La familia-hogar es la primera escuela y puede ser buena o mala, según eduquemos a nuestros hijos.
La escuela pues, pasa a ser “segundo” término en este ámbito de la educación. En ella los planes escolares pueden ajustarse a las necesidades que se están viviendo, pero como se mencionó antes, el niño realmente necesita que los valores se aprendan y se vivan en casa ya que las actitudes y personalidad que el niño desarrolle está ligada a la influencia de la familia sobre el mismo, es decir, un menor se desarrollara psicológicamente sano si en su casa recibe el apoyo emocional por parte de la familia, caso contrario con las actitudes y personalidad negativa, ya que este mal “comportamiento” está asociado a la falta de alguna figura ya sea paterna o materna o bien, a la falta de educación dentro de ese entorno. Algunos especialistas explican que los niños que sufren de abandono o tienen poco trato con sus padres pueden llegar a sufrir trastornos o alguna enfermedad psicológica. A pesar de esto se sigue creyendo que la educación familiar es algo menos importante, intrascendente, algo que puede dejarse para después… cuando la realidad es otra. Esto no quiere decir que la familia sea el único lugar en donde se pueden aprender,  ya que la estructura de la sociedad, así como sus propósitos juegan un rol importante, es decir; el educar a las personas, el asentamiento de una cultura de tolerancia, la participación del ciudadano en asuntos públicos, etc… crea un entorno en la formación de los ciudadanos de hoy. De la misma manera, los medios de comunicación desempeñan un rol importante en la manera de pensar y de vivir. Por tanto, la familia es la mayor influencia en la adopción de valores, en aprender buenas conductas y el escenario más adecuado para hacerlo.

Es importante mencionar que no basta con saber el significado del valor, sino que es necesario que se refuerce con acciones, con experiencias, con momentos en donde se pueda aplicar el valor aprendido, solo así, llevándolo a la práctica constantemente adoptamos ese valor.  

Los seres humanos pues, nacemos sin saber nada, sin tener conocimiento alguno de la ciencia del saber y de valores, siendo este último un tanto más difícil ya que no  hay un modelo exacto para vivir y solo llevándose a la práctica es como se aprende y se adhiere a uno.

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