Comunicación De Masas

Cultura Popular y Comunicación de Masas

Largo proceso de enculturación

Proceso de centralización política producida por:

1. Estado-Nación incompatible sociedad polisegmentaria (múltiples clases, subgrupos…) con equilibrio interno regido por rituales religiosos y festivos  Las supersticiones y particularización regional son considerados como obstáculos de la unión nacional.

2. Implantación y desarrollo vertical donde cada sujeto es relegado a la autoridad central. Esto lleva a:

• Se destruye la tradición cultural popular (familia, clanes…)

• Unión cristiano y divinidad a través de la jerarquía eclesiástica.

• Alzamiento del Estado y la Ley como único aparato jurídico.

La destrucción de culturas populares y la enculturación implicada se inicia con la destrucción económica y política a través de una serie de procedimientos, destacando:

• Deformación de las fiestas: Transformación de las fiestas populares en espectáculos (Procesiones= donde la masa solo mira.

• Persecución de brujas: Mujer considerada como forma de transmitir la cultura popular. Perseguidas.

La destrucción supone un vacio en la masa popular que se transforma en violencia social. Para llenar ese vacío y calmar la violencia, surge la idea de moralidad de trabajo (marginación del que no trabaja) y una nueva temporalidad (el tiempo ya no se pasa, se gasta), donde se le otorga al tiempo un gran valor, y las fiestas son consideradas como pérdidas de tiempo y derroche para productividad mercantilista. Aparecen nuevos conceptos como la división del trabajo y los estímulos salariales.

Movimientos de protesta y cultura popular

Las clases populares pasan a ser sujetos activos de un movimiento de resistencia y protesta (motines de subsistencia o turbas). La composición social de estas turbas se basaba en una búsqueda, desde una ideología de izquierdas, de superar los prejuicios impuestos desde la derecha sobre el populacho.

Los motines se llevan a cabo con el fin de denunciar el atropello que la economía de mercado ejerce sobre el concepto establecido por Thompson de “economía moral” de los pobres.

Ante la convicción de las masas que los precios deben estar regulados por mutuo acuerdo, sobre todo en tiempos de escasez, se llegaba a la materialización de derechos, costumbres y prácticas legitimadas por consenso popular. Esto lleva a que la causa de los motines sea la defensa de una economía del deber ser y de reciprocidad entre las obligaciones de los hombres, y que no se acepte una economía natural y autorregulable, ni la abstracción mercantil.

El movimiento popular tendía a la descentralización y la autonomía local, por lo que se presenta un conflicto entre los comportamientos no económicos de la cultura popular y la

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