¿Cómo Tratar Con Personas Dificiles?

¿Cómo tratar con personas difíciles?

Es inevitable no encontrarse con personas que sean difíciles de sobrellevar, independientemente de cuál sea la razón por la que se comportan así, sus personalidades nos llevan a reaccionar de manera negativa cuando nos enfrentamos a ellas. Por eso es importante, primeramente, conocernos a nosotros mismos, identificar nuestros defectos en cuanto a personalidad para que, de esa forma, podamos, no solamente comprender a los demás, sino, ayudarles a cambiar para bien.

Es importante saber controlarnos cuando hay una persona difícil de relacionarse. No enfadarse o tratar de desquitarse de la misma manera es un buen comienzo para no caer en una discusión sin sentido con dicha persona. Hay que recordar: “El que se enoja pierde”. Esto no significa que hay que aguantarnos todas las cosas malas que nos hagan injustificadamente (ya sean críticas o insultos); el punto no es quedarse callado y tampoco reaccionar enojado sino, saber cómo dar una respuesta que permita el dialogo tranquilo entre los interlocutores, una respuesta que sea realista pero usando palabras adecuadas.

Esto no es fácil de hacer porque hay que saber detectar muchos tipos de conducta y al mismo tiempo saber el tipo de reacción que debemos reflejar cuando nos enfrentemos ante estos personajes.

Hablando en un sentido general hay tres tipos de conducta. El primero de ellos es la conducta agresiva. Este tipo de conducta es fácil de percibir y resulta ser exasperante e intimidante ante aquellas personas sensibles. Las personas con conducta agresiva les gustan intimidar verbalmente a modo de tener controlado a todo mundo y así cubrir sus inseguridades. Normalmente exalta mucho sus características positivas como pueden ser su fuerza, inteligencia o logros adquiridos. Sin embargo es una persona solitaria por el tipo de comportamiento antes mencionado; la gente lo evita y eso hace que la persona agresiva se sienta “única” y “diferente” pero al mismo tiempo provoca un sentimiento de agresividad que lo lleva a cometer el mismo error con las personas que lo rodean.

Normalmente las personas agresivas presentan un lenguaje verbal como el siguiente: “No puedes hacer nada”, “Haz lo que te he dicho”, “¡Empieza ya!”, “Quiero que…”. Y, en cuanto a su lenguaje corporal reflejará los siguientes aspectos: Postura rigida, brazos cruzados, grita con frecuencia, señala con el dedo, está de pie quieto, etc.

Por otro lado tenemos a las personas con conducta pasiva. Al principio este tipo de personas puede que sean agradables, pero al convivir mucho tiempo con ellas, resultará incomoda su presencia. Las personas pasivas tienden a sentirse inseguras e inferiores, carecen de autoestima, aceptan las críticas de los demás sean justificadas o no y por ende, son una presa fácil para las personas agresivas que aprovecharan para someter a las personas pasivas.

A pesar de todo,

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