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Derechos Humanos


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2014  •  3.867 Palabras (16 Páginas)  •  137 Visitas

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Origen Conceptos y Filosofía de los Derechos Humanos.

Introducción.

El proceso de globalización, cada vez más dinámico y complejo desde hace casi veinte años, ha estado acompañado de una fuerte y continua atención en torno a la cultura y a los temas de los derechos humanos. Era inevitable, tal vez, que todo esto ocurriese: puesto que el proceso de globalización se ha acelerado por la fase de transición hacia la democracia, emprendida por decenas y decenas de países (y a la cual el desplome del comunismo contribuyó a profundizar y a extender), y porque de nuevo puso interés en una visión del derecho desanclada de límites territoriales y substraída al predominio no contrastado de la soberanía nacional.

Esta visión estaba ya presente, en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre de 1948, que consideraba iguales a todos los individuos “sin distinción alguna”, incluyendo la del lugar de nacimiento o de residencia y trabajo. Sin embargo, después del largo paréntesis de la guerra fría, que en parte había hibernado y en parte había politizado al periodo fecundo de la refundación de los derechos humanos después de la tragedia de la Segunda Guerra Mundial, en la última década del siglo XX se abrió una nueva e importante etapa para la cultura de los derechos humanos en cuanto a su difusión y conciencia en todos los rincones del mundo.

En realidad, también en ese periodo pareció que la desatención de los derechos humanos alcanzaba su nivel más alto cuando, en la primera mitad de los años noventa, las guerras en la ex Yugoslavia y el genocidio de los tutsi en Ruanda desafiaron la capacidad colectiva de comprender lo que estaba sucediendo y de intervenir de manera adecuada. Desde ese momento, no obstante, se ha desarrollado la atención hacia los derechos humanos, paralelamente a la discusión cada vez más encendida y contradictoria acerca de los modos para poderlos defender, realizar y difundir a escala global.

El incremento de un discurso acerca de los derechos humanos no ha traído consigo de manera automática un incremento paralelo de su práctica y puesta en marcha, con lo cual se ha vuelto aún más contradictoria una realidad, al mismo tiempo marcada por una conciencia acentuada, por un esfuerzo intelectual de definición y de planeación, y también por una hipocresía dictada por un realismo egoísta y por una instrumentalización política. El llamado al respecto de los derechos humanos hoy parece haberse hecho común, aun cuando en ocasiones tal llamado solo sucede para justificar acciones que más bien parecen perpetrar otras violaciones y otros abusos. Sin embargo, esto es un signo de cómo la cultura de los derechos humanos ha conquistado para sí, en pocos años, un espacio relevante y autónomo, a pesar de que en ciertos momentos corres el riesgo de convertirse en una ideología y, en consecuencia, someterse a torsiones e instrumentalizaciones contrarias a su inspiración más genuina.

Así pues, a la vuelta de pocos años, bajo el impulso convergente de una transformación de época (la globalización) y de un profundo cambio en los regímenes políticos (la transición a la democracia en muchos Estados), hemos sido testigos de una ampliación del terreno tradicional del derecho que ha involucrado de manera cada vez más extensa a la política y a la sociedad. En consecuencia, la cultura de los derechos humanos ha conocido una dilatación disciplinaria que ha incorporado a la historia y a la economía, a las relaciones internacionales y a la antropología, llevando el derecho a replantearse a sí mismo y a enfrentar inéditos desafíos conceptuales, teóricos y metodológicos. El creciente papel de los medios de información en el proceso de globalización, si bien por una parte ha favorecido la difusión del lenguaje sobre los derechos humanos, por la otra ha tendido a reducirlo a un discurso teórico y bueno para diversas ocasiones, con lo cual ha creado, a veces, dependencia y confusión, antes que interés y capacidad de explicación.

1.1. Origen y evolución de los Derechos Humanos.

El reconocimiento de los derechos es un elemento estructutal en la teoría constitucional desde sus inicios, aunque el origen de su fundamentación haya sido explicado atendiendo a diversas teorías: la teoría historicista, la teoría iusnaturalista y la teoría iuspositivista, actualmente dominante, que fundamenta la validez y eficacia de los derechos en virtud del reconocimiento que de los mismos realiza un ordenamiento jurídico concreto.

Frente a la fundamentación historicista de los derechos, en la que la titularidad de los mismos aparecia condicionada por la pertinencia del individuo a un status o grupo social determinado y cuyo objeto consistía, no en suprimir, sino en adaptar el esquema del antiguo régimen a determinadas pretensiones del pensamiento liberal ilustrado, la Declaración francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 se asienta sin embargo sobre un modelo diferente de fundamentación de los erechos, más coherente con la crítica que se estaba produciendo en ese momento de todo el entramado de absolutismo yaristocracia precedentes, y con la defensa del derecho común frente al privilegio y el necesario reconocimiento universal de los drechos.

En ese sentido, nos referimos al modelo propio de la filosofía iusracionalista (iusnaturalista), en virtud del cual se ponía el acento en el sujeto en sí mismo considerado con independencia de su grupo social de pertenencia. En efecto, una vez que se reconoce que “los hombres nacen libres e iguales en Derecho”, la titularidad de los derechos se desprende de la propia condición humana y de ahí, la propia pretensio de universalidad de estas primeras declaraciones de derechos humanos.

Conforme a esta teoría iusracionalista (iusnaturalista), el origen de los derechos no se encuentra en la historia, tal y como defendía la vertiente historicista, sin o en un Derecho natural suprapositivo que se desprende de la propia condición humana y que un concreto ordenamiento jurídico reconoce (no crea en tanto en cuanto preexiste al mismo) cuando los individuos, conscientes de la necesidad de poner solución a los conflictos que produce la titularidad universal y sin limitaciones de los derechos del hombre en el estado de naturaleza, deciden constituitm a través del pacto social, una sociedad y un Estado con su correspondiente ordenamiento jurídico, renunciando, por consiguiente, a la existencia absoluta de sus derechos naturales que ahora devienen derechos civiles, esto es, derechos preexistentes y universales pero delimitados, bien horizontalmente (en susrelaciones con los particulares), bien verticalmente (en sus relaciones con el poder público).

Los

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