ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

EL DELITO


Enviado por   •  14 de Enero de 2013  •  8.922 Palabras (36 Páginas)  •  305 Visitas

Página 1 de 36

INRODUCCION:

El delito no se controla con represión dura, con garrotes, o con muerte.

es un emergente de una sociedad que se encuentra alterada. Se dice que hombre no es malo por naturaleza, ni esta biológicamente programado para agredir, robar o matar La acción humana es siempre tendente a un fin, es finalista. este carácter se fundamenta en que el hombre, que conoce los procesos causales, representa dentro de ciertos limites los resultados que su conducta puede acarrear y los quiere en el sistema casualista, la acción consiste en una modificación causal del mundo exterior.

Negación del Libre Albedrío de alguna manera es la que escuela afirma que el hombre no escoge libremente y de manera consciente el mal sobre el bien; puesto que es un ente natural y, en algunos casos, con anormalidades que evitan su sano y libre discernimiento, no puede elegir. Al respecto, cabe destacar la influencia de Cesar Lumbroso.

Es por ello que la antijuricidad no puede ser considerada como un elemento más junto a la acción o hecho humano y la culpabilidad, Según el finalismo, la consideración de la acción nunca puede prescindir de los fines perseguidos por el actor, ya que la finalidad da sentido al proceso puramente causal y es, esencialmente, inseparable de éste. No obstante dentro de las especies del delito, que por ser varias, conforme a los fines que se persigan para su tipificación, o conforme al bien jurídico que tutela la ley, entre otros aspectos, como la que se ha realizado al principio de este acápite, tenemos ahora: Conforme a su gravedad, tenemos delitos y ; habrá delito siempre que se realice la conducta prevista y sancionada por la ley penal o en alguna otra ley especial.

Como el delito es un hecho jurídico voluntario, supone que él es ante todo un hecho humano y no un hecho natural. Es una acción, un obrar con efectos comprobables en el mundo exterior, y no una simple declaración de voluntad

Que es delito:

Un delito es un comportamiento que, ya sea por propia voluntad o por imprudencia, resulta contrario a lo establecido por la ley. El delito, por lo tanto, implica una violación de las normas vigentes, lo que hace que merezca un castigo o pena.

Más allá de las leyes, se conoce como delito a toda aquella acción que resulta condenable desde un punto de vista ético o moral. Por ejemplo: “Gastar tanto dinero en unos zapatos es un delito”, “Mi abuela me enseñó que arrojar comida a la basura es un delito”.

En el sentido judicial, es posible distinguir entre un delito civil (la acción que se desarrolla intencionalmente para dañar a un tercero) y un delito penal(que además se encuentra tipificado y castigado por la ley penal).

En el sentido judicial, es posible distinguir entre un delito civil (la acción que se desarrolla intencionalmente para dañar a un tercero) y un delito penal (que además se encuentra tipificado y castigado por la ley penal).

Existe una clasificación bastante amplia de los distintos tipos de delito. Un delito doloso es aquel que se comete con conciencia, es decir, el autor quiso hacer lo que hizo. En este sentido, se contrapone al delito culposo, donde la falta se produce a partir de no cumplir ni respetar la obligación de cuidado. Un asesinato es un delito doloso; en cambio, un accidente donde muere una persona es un delito culposo.

Un delito por comisión, por su parte, se produce a partir del comportamiento del autor, mientras que un delito por omisión es fruto de una abstención. Los delitos por omisión se dividen en delitos por omisión propia (fijados por el código penal) y delitos por omisión impropia (no se encuentran recogidos en el código penal).

Delito y sociedad

Una sociedad moderna, donde el hombre sea el centro del sistema, y su dignidad una constante, debe instalar este concepto en todas sus instituciones, utilizando la educación y la formación humanista como herramienta base del desarrollo. Es sabido, el estado actual de nuestra educación, y de nuestra cultura. Por múltiples razones, que han sido debatidas hasta el hartazgo, existe una cultura y una subcultura en constante colisión El deterioro económico, la marginación, el difícil acceso a niveles de excelencia en la educación, y a la formación de entes generadores de cambios conceptuales acordes con lo que una sociedad sana debe priorizar. En este contexto, navegan realidades que no podemos obviar, o desconocer. Nuestra sociedad ha generalizado un concepto dramático en relación al delito, el delincuente y su posibilidad de rehabilitación y reinserción social. Ese hartazgo por necesidades insatisfechas, por altas dosis de impunidad, por nuevas y crecientes modalidades del delito, la difícil y a veces imposible función de evitar y prevenir dichas conductas, hacen que se instalen conceptos, como decíamos dramáticos tales como: "que el delincuente se pudra en la cárcel", "mano dura", "no hay justicia", los delincuentes entran por una puerta y salen por otra", etc. Lo grave de estas afirmaciones internalizadas, es que provienen de diversos sectores sociales, no de uno en especial.

Así muchas veces lo afirman políticos, funcionarios, y el pueblo mismo, lo que demuestra la gravedad del problema cultural, y el encono, fruto de la desesperanza que lleva a olvidar principios sagrados que deberíamos observar estrictamente, y que hacen referencia a la libertad, los derechos humanos y la dignidad humana. Esos derechos humanos, y esa dignidad que pregonamos y requerimos, con sobradas razones, para nosotros, para nuestros hijos, en definitiva para toda la sociedad, se encuentran ausentes en nuestro sistema de prevención, contención y represión del delito. Basta acercarse a un calabozo de una seccional policial, para advertir tamañas violaciones a esos principios. De igual manera en los lugares de detención, cárceles, cárceles modelo, cárceles abiertas, etc.

El delito no se controla con represión dura, con garrotes , o con muerte. El delito es un emergente de una sociedad que se encuentra alterada. El hombre no es malo por naturaleza, ni esta biológicamente programado para agredir, robar o matar. En su esencia natural, prioriza su subsistencia, y por medio de su inteligencia, busca las formas e instituciones que le permitan convivir armónicamente, sin diferencias degradantes con los demás. Obviamente la realidad nos muestra ese otro contexto de que hablábamos, una sociedad que margina, una sociedad con alarmante diferencias sociales , de educación , y

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (54 Kb)  
Leer 35 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com