EL HUMANISMO PEDAGÓGICO DE LOS SIGLOS XV – XVI

EL HUMANISMO PEDAGÓGICO DE LOS SIGLOS XV – XVI

El humanismo es considerado como un movimiento intelectual, estudiosos de los libros escritos para afirmar lo que expresan lo más fielmente posible con el respaldo de la cultura en que fueron desarrollados, así como las teorías y pensamientos de personajes relevantes y la aspectos culturales de Europa, unido estrechamente al Renacimiento, originándose en la península Itálica (Florencia, Roma y Venecia) con personajes como Dante, Aligheri, Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio. Su trabajo radica en ver dos ambientes, la Antigüedad Clásica y el antiguo humanismo griego del siglo de oro manteniendo su dominio en su mayoría en Europa hasta fines del siglo XVI, cambiando y transformándose por los cambios espirituales , siendo dañados con los principios propugnados por las reformas (luterana, calvinista, etc.), la Contrarreforma católica, la Ilustración y la Revolución Francesa.

El humanismo es un complejo movimiento de renovación de la literatura, de las artes y del pensamiento. Al principio fue un fenómeno predominantemente italiano y se vinculó a una tradición secular que nunca se había apagado por completo. Después, se propagó por otros países europeos. Su originalidad específica consistió en haber tomado conciencia de ese trabajo, en haber entendido claramente y proclamado, la separación de la propia intuición de la vida.

DIFERENCIAS ENTRE HUMANISMISMO Y RENACIMIENTO:

El humanismo retorna del existencialismo la importancia de la persona como un ser que existe, que nace, se desarrolla y no se limita a impulsos, condicionamientos ni ideas y propone que solo es posible conocerle por él mismo.

El Renacimiento es el fruto e la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo.

Renacimiento

Es un movimiento cultural, provocado por los grandes inventos, el enriquecimiento de las ciudades, la influencia cultural Helenística, la fecunda labor intelectual de los humanistas. Se caracteriza porque se produce en el seno de la sociedad feudal, nacimiento de una nueva clase: la burguesía, crecimiento de las ciudades y desarrollo de la manufactura y del comercio.

HUMANISMO Y PEDAGOGÍA

Imprimió de forma natural un nuevo impulso y una nueva orientación tanto a la práctica educativa como al pensamiento pedagógico. Todo maestro humanista aspiró a crear su escuela, para defender su método, para formular sus cánones didácticos. En este período, las escuelas estuvieron identificadas con la persona del maestro. Nacieron con él y decayeron o murieron al desaparecer. Este movimiento tuvo carácter aristocrático (l a educación se dirigió a clases nobles, círculos selectos, formación de una élite).

Se caracterizó por un cambio radical en el modo de considerar la naturaleza y el fin de la educación. Con el humanismo volvieron a tener auge Quintiniano y Plutarco.

PRECURSORES FUNDAMENTALES:

DESIDERIO ERASMO: el más famoso representante del Humanismo. Nació en 1466 en Rotterdam, después de su larga permanencia en Francia, fue a Inglaterra, su retirada morada, estrechó amistad con los jefes del humanismo inglés. Juan Colet, Grocyn y Tomás Moro. Fue indudablemente el estudioso más universal y más influyente entre los humanistas no italianos. Combatió los fundamentos de la teología luterana, en especial la proclamación de “arbitrio servil”. Lo que más acercó a Erasmo a las tradiciones y a las aspiraciones efectivas de los pueblos alemanes e ingleses, fue el carácter polémico y proselitista que caracterizó su obra literaria.

El pensamiento pedagógico erasmiano no fue original, se inspiró por un lado, en Quintiniano y en los grandes educadores italianos del primer Humanismo así como en los “Hermanos de la Vida Común” (donde vivió y fue educado en sus primeros años). Sin embargo, dichas combinaciones fueron capacidad para conquistar para el Humanismo las aristocracias intelectuales de las lenguas alemana e inglesa.

VICTORINO DE FELTRE: tuvo como maestros a Juan de Forli (ciencias físicas y astronómicas), después en Venecia se perfeccionó en griego con Guarino. Se puede decir que con su enseñanza alcanzó a realizar con un admirable espíritu de espontaneidad y de armonía, la aspiración más profunda del primer Humanismo Educativo: la tentativa

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