ESTADO CON AUTONOMÍAS

Uno de los cambios más sustantivos en el nuevo modelo de Estado adoptado en la Constitución Política del Estado tiene que ver con el reconocimiento de las autonomías (en plural). Se trata de una transformación profunda toda vez que, por una parte, implica asumir una nueva organización territorial del Estado y, por otra, supone que la facultad legislativa deja de estar reservada exclusivamente, como era anteriormente, al nivel central del Estado. El Estado con autonomías, pues, constituye un salto cualitativo fundamental para democratizar el ejercicio del poder público y la toma de decisiones colectivas.

El camino de las autonomías en Bolivia ha sido complejo. Se vincula con una tensión irresuelta de la historia larga entre las demandas regionales y el centralismo. Dio lugar incluso, a fines del siglo XIX, a una Guerra Federal. Y se replantea con frecuencia como exigencia de autodeterminación, en especial desde las naciones y pueblos indígena originario campesinos. En la historia reciente esta demanda generó un importante cauce de descentralización administrativa a nivel departamental, así como un profundo proceso de democratización a nivel local con la conformación de gobiernos municipales autónomos. Y en los últimos años, bajo la bandera de la autonomía y en un escenario de disputa, adquirió reconocimiento constitucional y marco normativo para su ejercicio.

¿Cómo se organiza territorialmente Bolivia? De acuerdo a la Constitución Política del Estado, Bolivia se organiza en cuatro niveles territoriales: departamentos, provincias, municipios y territorios indígena originario campesinos. La región también puede ser una unidad territorial de acuerdo a lo establecido en la Ley Marco de Autonomías y Descentralización. Actualmente Bolivia tiene 9 departamentos, 112 provincias (una de ellas, el Gran Chaco en Tarija, es la primera región autónoma) y 327 municipios (11 de los cuales se convirtieron mediante referendo en autonomías indígena originario campesinas). Todas estas unidades territoriales, cuya institucionalidad se denomina entidad territorial, pueden optar por la autonomía. Tenemos, pues, autonomías departamentales, regionales, municipales e indígena originario campesinas.

¿Qué es la autonomía? Es la cualidad gubernativa que adquiere una entidad territorial e implica las siguientes cualidades:

a) La igualdad jerárquica o de rango constitucional entre entidades territoriales autónomas, es decir, ningún nivel de autonomía tiene jerarquía respecto a los demás.

b) La elección directa de sus autoridades y representantes, mediante el voto, por las ciudadanas y los ciudadanos.

c) La administración de sus recursos económicos para el ejercicio de las competencias establecidas en la Constitución Política del Estado y la Ley Marco de Autonomías y Descentralización.

d) El ejercicio de facultades

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