EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS PENALES

EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS PENALES

En el hombre, como en el animal, un obrar que satisface sus necesidades se hace costumbre; la costumbre automatizada, mecanizada, viviente sin transportar los umbrales de la conciencia, se hace instinto. Con el hecho constante de la existencia de los hombres sobre la tierra, fueron naciendo los instintos de sociabilidad y, por tanto, la fuerza de aproximación de unos a otros. En el reino de los instintos, en la humanidad primitiva, la aproximación produjo, no obstante choques y pugnas que culminaron con el predominio del más fuerte y luego, del que además fuera más inteligente o astuto. Sobre la fuerza, la inteligencia y la astucia, vinieron por últimos los intereses generales creando fórmulas de derecho, de paz jurídica, para regular los intereses de todos y hace posible la convivencia social de unos y otros. Y como la función crea el órgano, así las penas fue crenado el derecho penal. (Derecho Penal Mexicano Raúl Carrancá y Trujillo)

VENGANZA PRIVADA: En este período, la persona que sufría algún daño, tomaba revancha de manera personal en contra de quien le dañó o ser vengado por los suyos; la venganza variaba desde la Ley del Talión “ojo por ojo, diente por diente, rotura por rotura”, hasta el daño a las personas que rodeaba al agresor, en la venganza privada no existían limitaciones. En los casos en que el daño era de tipo material, la pena podía ser de algún tipo de compensación física, el pago de manera monetaria para conmutar la pena, hasta la mutilación de algún miembro del cuerpo.

VENGANZA DIVINA. Schiappoli sostiene que el derecho canónico se inspiró en la vindicta malefactorum de San Pedro. Confundiendo pecado y delito el derecho canónico vio, por ello, en el último una ofensa a Dios; de aquí la venganza divina en sus formas excesivas de expiación y penitencia y el concepto retributivo de la pena. El delito es pecado, la pena penitencia. (San Agustín, Santo Tomás). Al asumir la iglesia poderes espirituales, pasó al brazo secular la ejecución de las penas, a veces trascendentales. En cuanto al procedimiento fue sustituido el acusatorio por el inquisitivo, considerándose la confesión como la “prueba de las reinas”, la regina probatorum. (Derecho Penal Mexicano Raúl Carrancá y Trujillo)

La venganza privada evoluciona para dar paso a la VENGANZA DIVINA, la cual sancionaba los delitos cometidos a nombre de la divinidad, con la finalidad de calmar la ira e indignación de ésta; la justicia era aplicada por el clero, quienes se creían representantes de la divinidad, además de estaban facultados para juzgar a los agresores a nombre del agredido.

Con la evolución de la venganza divina, surge la VENGANZA PÚBLCA, en este período se da la distinción entre el delito privado (daño directo a la persona) y el delito público (daño al orden público). El juzgador o los tribunales juzgaban en nombre de la colectividad con sanciones crueles e inhumanas para los inculpados, sin respetar incluso a los difuntos, los cuales podían ser sacados de sus tumbas para ser procesados. Este período se caracterizó por la crueldad por parte de los juzgadores y de los tribunales, pues estos tenían facultades para incriminar a

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