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Educación física en el medio rural


Enviado por   •  14 de Octubre de 2019  •  Tareas  •  7.356 Palabras (30 Páginas)  •  158 Visitas

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José Ramón Uriel. (2002). Tándem. [Versión electrónica]. Revista Tándem 9
Educación física en el medio rural
José Ramón Uriel
Lo primero que debemos plantearnos es si realmente se dan diferencias sustanciales entre la educación del medio urbano y la educación del medio rural. Una vez que descubrimos que sí y que además son más de las que nos esperamos, fundamentalmente debemos planificar siempre con la idea clara de potenciar los aspectos positivos y en la medida de lo posible revisar y rectificar los negativos.
Palabras clave: Educación Física, Escuela rural, Didáctica de la educación física, Deporte, LOGSE, Proyecto educativo de centro
La educación es algo admirable, sin embargo, es bueno recordar, que nada que valga la pena se puede enseñar
Oscar Wilde
(1)
Reflexiones iniciales

Tenemos que tomar conciencia clara de cómo la escuela debe adaptarse más rápidamente a los cambios sociales. No basta con variar los nombres o dotar de nuevos especialistas y más materiales. Posiblemente el primero en darse cuenta de esta vertiginosa evolución sea el profesorado y por tanto sea el último al que se pregunta sobre las adaptaciones necesarias.
Hasta hace relativamente poco tiempo se podía hablar de la existencia de un colegio en cada pueblo, primero incluso uno para niños y otro para niñas, y de unos docentes todo terreno capaces de enseñar a coser o la composición de los alcalino-térreos.
Ahora por culpa de las concentraciones escolares se están abandonando los pueblos o quizás por culpa de las migraciones se han creado las concentraciones. Yo nunca sabré cual es la razón que puede a la otra. El caso es que ahora nos encontramos con una población de lo más variopinta, pues si antes era sencillo, o eras de pueblo o de ciudad, hoy puedes ser de una gran urbe viviendo en su mismo centro o en los arrabales, de zona residencial (en playa o monte), de pueblo con todos los servicios posibles, de pueblo con dificultades de acceso, de pueblo prácticamente abandonado, etc.
Actualmente la escuela rural representa en España más de un 8% del total del alumnado español no universitario, por lo que el medio rural sigue siendo un sector importante en la sociedad española moderna, tanto desde el punto de vista económico como social. Su lenta pero constante desaparición está provocando que se pierdan los valores que la comunidad rural aporta a la pluralidad cultural del país.
Que un pueblo sin niños y niñas está condenado a desaparecer es una máxima que nadie se atreve a discutir y que las diferentes soluciones de las Administraciones (concentraciones, escuelas hogar y centros rurales agrupados (CRA)) no parece que hayan resuelto que estas zonas pierdan posibilidades educativas por su aislamiento, incluso que los alumnos y alumnas de los medios rurales sean tratados de igual forma que los de los medios urbanos. Estamos ante una escuela organizada solo para el medio urbano. Además, la forma de agrupamiento de los alumnos y las alumnas, no por cursos sino por ciclos o incluso por etapas, obliga al profesorado a atender a la vez a alumnos y alumnas de diferentes edades y distintos contenidos de enseñanzas, lo que dificulta la tarea docente, se encuentra con una clase con tantos libros de texto diferentes como alumnado de distinta edad, con un momento evolutivo para cada uno, etc.
Hay que evitar la desertización que produce la desaparición de los CRA y el traslado del alumnado a las concentraciones. Las soluciones a la escuela rural pasan por una clara apuesta económica de las comunidades autónomas.
La llegada de los especialistas ha intentado paliar e igualar, pero muchos inconvenientes, sobre todo la falta de motivación y de preparación, están en el ambiente de fracaso vivido por los docentes de estas zonas.
Aclaremos conceptos

Siempre es necesario clarificar conceptos, al menos los personales, y aunque imagino conocidos ambos me voy a permitir reflexionar brevemente sobre todos los que en las siguientes páginas irán apareciendo como nociones en este planteamiento de la educación física y el medio rural.
Lógicamente no pretenden ser dogmas de fe, pues aquí lo que realmente importa es el conocimiento personal que todos hemos acumulado en nuestra vida, en el desarrollo profesional y en la propia investigación de los juegos tradicionales.
La educación física se define hoy en día como la ciencia de la motricidad humana. Claramente podemos notar que es una definición simplista para dos conceptos tan importantes como "educación" y "físico", en cuanto al desarrollo corporal. Posiblemente una definición que se acerque más a nuestra idea sea: "Una parte importante de la formación integral del hombre, cuyo agente fundamental es el ejercicio físico".
Así si la educación física encierra un proceso en el que se implica de forma total la formación armónica del ser humano, sería correcto definir la educación física como la educación del cuerpo. Debemos interesarnos por el cuerpo y por el movimiento en cuanto a que es vehículo, herramienta, camino para llegar a la persona y no como un objeto formal de nuestra atención. El movimiento es el producto de la relación existente entre la motricidad y el psiquismo.
Lo que la diferencia de otras ciencias es precisamente el movimiento, y por lo tanto hay que entender ese movimiento como la expresión de percepciones y sentimientos, de tal forma que el movimiento es un aspecto significativo de la conducta humana.
La educación física es introducción en diferentes campos de la actividad física para promover el desarrollo corporal y el bienestar de las personas. Así el concepto de salud ligado al de educación física son inherentes. Originalmente los griegos consideraban la gimnasia como un medio para mantener la salud y la funcionalidad del cuerpo.
Según a qué ámbito apliquemos la educación física nos encontraremos con diferentes matices, pues una vez que esta sale del marco escolar sus posibilidades son enormes, para la ocupación del ocio y tiempo libre, la recuperación de lesiones, la atención a la tercera edad, etc.
Cuando intentamos definir rural nos encontramos con definiciones muy sui generis que nos llevan a conceptos como rústico, campesino y sus labores propias, y en definitiva lo antepuesto a urbano, por lo tanto todo aquello que no es ciudad. Pero dentro de este tipo de poblaciones las que a nosotros nos deben ocupar son aquellas que contengan alguna población infantil a la que educar, por lo tanto con una escuela a la que acudan habitualmente, ya que aunque en las aldeas hay niños y niñas ya no hay escuelas, y prácticamente ya no queda ningún lugar tan aislado que no puedan acudir a la escuela. Sería una zona rural un lugar con escasa población infantil, pues la mayoría acude a las concentraciones escolares, en Cantabria los pueblos están separados entre sí, incluso las casas pertenecientes a un mismo pueblo, por prados, montañas y bosques. La economía de estas zonas está cambiando de eminentemente ganadera o agrícola, a mixta e incluso de servicios.
Para los docentes, normalmente itinerantes, que imparten sus clases en la escuela rural, esta es un colegio de montaña, con pocos alumnos y alumnas y donde las inclemencias climatológicas y la escasez de medios no permite realizar su labor. Las escuelas que forman los centros rurales agrupados permanecen abiertas mientras se mantengan cinco alumnos y alumnas, lo que dificulta sobre manera impartir las clases de educación física.
Es necesario huir de ideas preconcebidas, no solo cuestiones educativas, cuando debamos enfrentarnos a nuestra labor docente en una zona rural, para poder planificar adecuadamente nuestra tarea. Hay muchos tópicos circulando que debemos desechar, entre todos se podrían destacar, por ejemplo:
. Mundo rural: guardián de las raíces del ancestro, retraso, incultura, bucolismo, familia tradicional, intensidad en las relaciones, etc.
. Educación en el mundo rural: no sirve, pues los alumnos terminarán en tareas agrícolas o ganaderas.
. Educación física en el medio rural: vida más saludable, no es necesario un trabajo específico en este tema, ni en aspectos concretos del área.
. Medio urbano: mejor calidad de vida.
Es fundamental que diferenciemos adecuadamente las zonas rurales desfavorecidas económica, social y culturalmente que por tanto no ofrecen ninguna oferta de actividades al alumnado (juegos, tiempo libre, etc.) de las zonas rurales con actividades recreativas organizadas.
Ante este tipo de población y de centros ya podemos aportar un concepto claro: la educación física en el medio rural corre a cargo del profesorado, especialista o no, pues aún no es total la presencia de los primeros; y aunque quede algún alumno rezagado de ESO, las enseñanzas a desarrollar corresponden a la educación primaria; la cual se organiza en áreas del conocimiento, entre las que destaca educación física que es obligatoria y tiene, al igual que otras áreas, un carácter global e integrador; y como un objetivo ejemplarizador para el medio rural: la progresiva autonomía de acción en su medio.
Cuando organicemos nuestro currículo debemos recordar que, si bien engloba los diferentes programas de estudio, las sociedades ya disponen de su currículo y será el conocimiento cultural y las habilidades profesionales las que se transmitirán según los grados de madurez que alcance el alumnado. Al preparar el currículo de la zona rural a la que nos acerquemos a desarrollar nuestra docencia debemos refundir los temas prescritos para cada nivel y grado de enseñanza, así como los objetivos para los diferentes niveles, los fines y los contenidos de cada asignatura, pues encontraremos todas las edades, todos los grados mezclados en uno solo.
Dado que utilizaremos el juego tradicional como planteamiento docente para las sesiones de educación física en el medio rural, es conveniente que definamos el concepto. Por tradicional se entiende: transmisión del dominio de una cosa, especialmente oral, de padres y madres a hijos e hijas; de hechos históricos, conocimiento, creencias. Son costumbres, usos que vienen de antiguo. Juego o deporte tradicional supone aludir a aquellos que reflejan las características de la zona donde se han desarrollado y practicado, no siendo estos muy extendidos ni practicados por muchas personas.
Los demás conceptos que se utilizan en este escrito no tienen ninguna connotación especial con el medio, por lo que al ser de sobra conocidos sus significados no haremos especial mención en este apartado.
Educación en el medio rural

La Constitución Española y la LOGSE reconocen que el sistema educativo debe ofrecer a todo el alumnado las mismas posibilidades y, para ello, debe introducir medidas que compensen las desigualdades en la Educación, entre ellas las desigualdades geográficas. Por ello en su Título V dice: "compensación de las desigualdades en la educación, entre ellas las derivadas de razones geográficas o por la residencia del alumnado en el ámbito rural."
Atender debidamente la escuela rural impedirá que se despueblen zonas geográficas españolas. Los centros rurales agrupados son varios colegios en uno solo, en estructura al menos, pero con el inconveniente de pertenecer a varios ayuntamientos, a diferentes alcaldes y a diferentes gentes, etc. Solo ponerles de acuerdo ya supone un reto para los docentes. Nuestro planteamiento educativo, que exponemos en el apartado Planteamientos docentes de educación física en el medio rural, viene a "provocar" esta interrelación de los diferentes ayuntamientos.
Las administraciones educativas deben intensificar el apoyo a la escuela rural, incrementando las dotaciones humanas y materiales, y deben diseñar estrategias de formación y aprendizaje desde las posibilidades que brinda la introducción de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación en el aula.
Cuando por parte del Estado se planteó la creación de los CRA como la solución a la escuela rural no se tuvieron en cuenta, entre otras muchas razones, las notables diferencias de agrupamientos de las poblaciones en España, y por tanto lo distinto del poblamiento disperso y del poblamiento concentrado, pues evidentemente no es lo mismo un CRA en la provincia de Cantabria que uno de la provincia de Palencia, por poner un ejemplo fácil de imaginar. Esta razón añadida a las diferentes características climatológicas, que en muchas ocasiones provoca -sobre todo en provincias similares a Cantabria- la imposibilidad de acceder el transporte a las zonas alejadas y de difícil camino, lo que motiva un aumento del absentismo escolar, que termina por no permitir que los docentes puedan tener claro el número de alumnos y alumnas que tendrán en el aula cada día del curso.
Asimismo nos encontramos con el gran problema de que, salvo excepciones, la mayoría de los docentes no quieren serlo en zonas rurales. Suelen ser nuevos y por lo tanto mal capacitados, además llevan consigo sus costumbres urbanas y apenas se relacionan con los habitantes del lugar ni comparten intereses comunes.
Por su parte, los habitantes de estas zonas rurales ven a estos docentes un poco como turistas.
El que el profesorado pertenezca a zonas rurales podría ayudar, pero hoy día es muy complicado. Si al menos poseyesen educación adecuada al medio rural contribuiría fuertemente a la adquisición de los contenidos por parte de los alumnos y alumnas de los pueblos.
Si no poseemos esta formación inicial deberemos acudir a los propios habitantes de las zonas rurales para desarrollar nuestra docencia de forma adecuada. No basta con desarrollar una Programación General anual (PGA) y un PEC sin contar con la aportación de los mayores de cada pueblo donde esté ubicada la escuela.
Al contrario que las administraciones educativas los docentes de zonas rurales debemos tratar el medio rural como el urbano en cuanto a los contenidos y objetivos a desarrollar y a alcanzar. Darle la misma importancia y el mismo interés. No se trata de copiar los contenidos y los objetivos de un colegio urbano tipo y "obligar" a nuestros alumnos y alumnas a hacer lo mismo, sino poner el mismo esfuerzo e interés en que el nivel de nuestro compromiso educativo no se debilite por realizarlo en una escuela rural.
Posiblemente en uno de los aspectos que más habrá que insistir es en el de realizar las actividades que les ayuden a superar las dificultades para relacionarse, sobremanera con aquellos que no son de su pueblo, al contrario de la socialización que viene dada antes de acudir a la escuela, pero con el peligro de los juicios previos que todos traen, heredados de una generación a otra. Al no convivir con otros niños y niñas fuera de la escuela, habrá que insistir en las actividades que mejoren la relación entre ellos, los habitantes del pueblo y los de los pueblos cercanos, motivándoles hacia la participación y hacia los valores que les puede reportar trabajar a favor de su comunidad y no la individualidad, provocada por no tener apenas referentes de su edad.
La comunidad rural rara vez ve la escuela como algo propio por lo que trabajar -bastante tarea tienen ya- y así tendremos que hacer propuestas para cambiar este aspecto que impide realizar actividades educativas donde la ayuda y el compromiso de padres, ayuntamiento, vecinos, otras instituciones, etc., se hace imprescindible.
Educación física lejos de los pabellones

Podríamos sintetizar que desarrollar esta área en el medio rural presenta tres condicionantes básicos: escaso alumnado (cada día es más difícil el agrupamiento de los alumnos y las alumnas para el especialista en educación física), incidencias climatológicas y carencia de infraestructura deportiva (sin zonas para deportes y juegos)
Sin embargo, estos tres aspectos "negativos" los podemos volver a favor nuestro: la posibilidad de desarrollar valores que con un número mayor de alumnos y alumnas es imposible, que los alumnos estén mucho más conexos unos con otros y sus relaciones sean más intensas, más y mejores relaciones entre el maestro o la maestra, el alumno y las familias, aprovechar los tiempos de interior para construir materiales utilizables en las sesiones propias de educación física, reflexionar sobre las actividades, realizar juegos típicos de cuando la mala climatología no permite jugar en el exterior y utilizar los espacios naturales que nos ofrecen las zonas rurales sin el constreñimiento de la ciudad.
Un aspecto positivo que suple todas las carencias iniciales es el grado de aceptación por la comunidad escolar. La llegada como maestro o maestra de educación física al pueblo siempre va acompañada de un recibimiento cargado de alegría y predisposición a la práctica. Realmente notas aprecio hacia tu persona y el área que impartes. Ser maestro o maestra aquí adquiere un sentido hermoso.
Pero debemos acabar con los maleteros-almacén de los maestros itinerantes. Por un lado las administraciones deben dotar a cada escuela rural de los materiales necesarios, tal y como hacen en otras áreas, y por otro lado, y el más importante, nosotros debemos fabricar nuestros propios útiles para nuestras clases y que permanezcan en el pueblo a disposición de los alumnos incluso cuando nosotros no estemos, y así puedan seguir practicando aquello que les hemos transmitido.
El medio rural impone una metodología distinta, alejada de las "clases magistrales". Debemos tener siempre presente que nos enfrentamos a un alumnado diverso, no solo en sus edades, sino en su procedencia cultural y en sus ritmos de aprendizaje, por eso y al igual que en las ciudades, pero en este medio aún más si cabe, se presenta el juego como el método ideal por excelencia para el desarrollo de nuestras sesiones, no dedicando demasiado tiempo a los juegos socializantes, pues esa tarea ya la realiza el propio medio rural.
Como soluciones inmediatas debemos agrupar alumnos de distintas edades, no cerrarnos a impartir las tres sesiones semanales que marca la ley, sino lo que sea más adecuado para cada centro y grupo, utilizar todos los espacios a nuestra disposición: plazas, boleras, carreteras secundarias, etc. y aunque se abarquen todos los bloques -como después explicaremos en el apartado siguiente- fundamentalmente se vienen trabajando las habilidades básicas, aprovechando las habilidades innatas que posee el alumnado para desenvolverse en el medio rural que conocen.
Debemos trabajar mucho con padres y madres, hermanos y hermanas mayores, abuelos y abuelas en la recuperación de los juegos tradicionales a los que ellos jugaban, para utilizarlos como parte de nuestras sesiones.
Partiremos de que los alumnos y alumnas de estas zonas ya pasan bastante tiempo encerrados y quietos. Unido a las condiciones climatológicas y al aumento de la mecanización en las tareas del campo, está presente de manera preocupante, la televisión, que incluso está provocando dificultades sensoriales y excesiva quietud. Así las propuestas deben ser evidentemente lúdicas. Debemos hacer partícipe al alumnado de nuestras sesiones, para que deseen continuar con los juegos que les planteemos, pues en la mayoría de los casos, estos niños y niñas después de la clase de educación física no vuelven a practicar ningún ejercicio ordenado. A lo sumo, y dada la escasez de compañeros con quien jugar, juegan con las personas mayores pero a juegos de mayores; en los mejores casos juegan entre ellos con los condicionantes que tiene las mezclas de edad, y que los niños y niñas mayores siempre dominan la elección de los juegos, las reglas, el tiempo, etc., incluso los ganadores.
El alumnado se incorpora demasiado pronto al mundo laboral de los adultos, lo que provoca que sus pautas de actuación siga los roles de los oficios que realizan.
En los entornos rurales debemos valorar las posibilidades que ofrece el espacio para el desarrollo de nuestros contenidos, los materiales que tenemos a nuestro alcance, las limitaciones y dificultades que presenta, así como las ventajas.
Como principales objetivos, sin olvidar los propios de la educación primaria, de educación física en el medio rural tendríamos que:
. Desarrollar las habilidades básicas de forma adecuada al momento evolutivo (no adelantarse, no dejar ninguna sin tratar).
. Mejorar la autoestima y la confianza en sí mismo, como mejora de sus relaciones con los demás y el entorno, hasta llegar a valorarlo en su máxima extensión.
. Fomentar las actividades recreativas como organización del ocio y del tiempo libre, y como conocimiento del acervo cultural de su zona.
. Construcción y manipulación de sus propios útiles para el desarrollo de juegos y actividades relacionadas con el pueblo donde viven y de su historia.
. Fomentar a través de la actividad física los valores y actitudes saludables.
. Mejorar la calidad de vida infantil.
. Relacionar la escuela y el entorno, respetando el medio donde residen.
. Fomentar el respeto a la escuela, al medio ambiente, a la educación física.
. Recuperar los juegos tradicionales propios de su zona y practicarlos ayudando a su mantenimiento para el conocimiento de futuras generaciones.
La escuela rural no necesita de unos contenidos propios, pues el currículo de educación física en educación primaria ya desarrolla los suficientes para que abarquemos todos los conceptos que el alumnado de estas zonas debe adquirir, pero dónde deberemos ser realmente reflexivos y trabajar en las adaptaciones propias del medio rural es en los procedimientos y en las actitudes. No plantear el trabajo y desarrollo de unas habilidades motrices propias en el medio rural, pero sí la forma y los medios utilizados para adquirirlas y la importancia que le demos al proceso, donde el alumnado debe ser partícipe activo de su aprendizaje en las sesiones que presentemos.
Lógicamente con nuestros planteamientos -sobre todo la utilización de espacios abiertos y materiales propios- los riesgos de las actividades crecen por lo que es conveniente que preparemos mayores medidas de seguridad. Los propios lugareños nos indicarán los lugares donde no es conveniente que realicemos ciertas actividades. Un río cambia cada día, un terreno puede ceder con las lluvias, los animales no están en zoos como en las ciudades, la propiedad particular hay que respetarla, etc.
En cada zona rural podemos encontrarnos un entorno completamente diferente, que marcará claramente nuestras actuaciones. Debemos educar en el medio rural y con el medio rural.
Esta es una de las grandezas del medio rural y en lo que supera claramente al medio urbano, pues en este, incluso en la propia escuela, los entornos necesarios para la práctica de juegos y actividades de educación física escasean o son inadecuados. No así en los pueblos donde podemos no tener instalaciones deportivas tipo (pabellón, gimnasio, pistas deportivas, etc.) pero a cambio disponemos del suficiente espacio para jugar y realizar actividades físicas.
Por lo tanto no seamos tan torpes como educadores en nuestras propuestas y queramos llevar la ciudad al campo, sus juegos y sus deportes, con sus materiales, que muchas veces serán impracticables y caros. Por el contrario aprovechemos el entorno con sus espacios y los materiales que el medio rural aporta y alcancemos nuestros objetivos, con la misma seriedad que en la ciudad, pero a través de lo que se nos presenta. En la ciudad puede valer jugar con la "Indiaca", "Disco frisbee", "Prebéisbol", etc., pero yo creo que en la zona rural sería mejor jugar, por ejemplo, a "El Calvo", "La Chona", "El Mis", "Las Pitas", "El Tejo", etc. Tal vez las soluciones pasen por aportar en cada centro la justa medida de cada una de estas posibilidades, en la zona rural lo positivo de la urbana y viceversa, el profesorado debe estar abierto a todo cuanto se le ofrezca para el desarrollo de sus clases.
Planteamientos docentes de educación física en el medio rural

Lo primero que debemos hacer es conocer bien la situación de la escuela rural, tanto su organización y funcionamiento como en sus peculiaridades didácticas, metodológicas, materiales, personales, administrativas, económicas, etc. Y lo segundo dotar al profesorado especialista en educación física de suficientes recursos metodológicos, comenzando por la propia universidad, pues los únicos planteamientos serios que se vienen haciendo en este campo se producen en la formación posgraduada. Se hace imprescindible prevenir y no tener que curar, pues en muchos casos es demasiado tarde.
Las administraciones educativas tienen que asumir de una vez que los estudios para cualquier docente deben tener la categoría de licenciatura con estudios en didáctica, psicología y pedagogía y por ende las escuelas de magisterio deben pasar a ser facultades. En estos estudios de magisterio se debería retomar el curso completo en prácticas del alumnado e incluir en el temario conceptos específicos de la escuela rural: sus características, construcción de materiales propios, historia de las diferentes culturas; y ya propios de la educación física: juegos tradicionales y sobre todo conceptos de salud como la alimentación, antes, durante y después del ejercicio, hábitos alimenticios, tabaco y alcohol (efectos ante la actividad física), higiene (transpiración durante el ejercicio, aseo personal, etc.) y el tiempo de ocio.
¿Cuándo destinan a un maestro o maestra de educación física a un CRA, con qué preparación llega? Posiblemente con carencias en muchos ámbitos. Veamos qué posibilidades permiten estas escuelas rurales dentro del área de educación física.
Como una idea básica de planteamiento educativo debemos tener claro que es imposible preparar cajones de sastre, que nos sirvan para todas las zonas rurales donde desarrollemos nuestra labor, puesto que las diferencias son sustanciales entre unas y otras. Otra cosa es que debemos realizar un encuadre metodológico propio para el medio rural, que sí es posible utilizar en la forma de trabajo de las sesiones. Repasar nuestros modelos de educación física y crear uno para las escuelas rurales. Incluso en un CRA deberemos tener diferentes programaciones para cada centro, entendiendo este como un solo colegio con sus características propias. Esto dificultará nuestro trabajo inicialmente, pues, tal y como indicaba al comienzo de este punto, nunca deberemos organizar nuestras clases sin conocer claramente de cada colegio y de cada pueblo sus características físicas y humanas, sus ideas políticas y religiosas, sus características económicas (servicios), fiestas, costumbres, creencias, tradiciones, historia de las escuelas y el profesorado anterior, ocupaciones habituales de la población, etc. En suma conocer a fondo la forma de vivir de sus habitantes y cómo ven ellos en realidad su entorno, cuáles son sus perspectivas de vida.
Aunque los claustros de estas zonas no son todo lo estables que debieran ser para que los programas se desarrollen adecuadamente, la ventaja es que la mayoría de los aspectos pedagógicos se mantienen estables durante mucho tiempo a diferencia de algunas zonas urbanas que la variación es prácticamente cada curso, mientras sus claustros van envejeciendo lentamente.
Todo lo contrario ocurre con el número de alumnos y alumnas, que en los centros rurales agrupados varía de año en año, e incluso cada día, lo que provoca que muchos días debamos esperar a llegar al centro para saber que sesión podemos desarrollar de educación física.
Los profesores que pasan por una escuela rural adquieren un bagaje tal para impartir la educación física en cualquier lugar o situación, pues desarrollan la tarea con pocos medios, alumnado heterogéneo en edad e inquietudes y escaso número, que les permite después que los otros destinos parezcan más sencillos.
Deben estar preparados, incluso en sus programaciones, para tener que realizar constantes variaciones en las sesiones de educación física de un centro a otro y sobre la propia clase, aunque se desarrollen los mismos contenidos. Deben coordinar con el resto de los compañeros ante la falta de materiales, para la práctica de actividades físicas y especialmente de juegos populares, pues estos involucran claramente a música, plástica, conocimiento del medio, lengua, matemáticas, etc.
Independientemente de que los contenidos de educación física en educación primaria serán los mismos a desarrollar en el medio rural que en el medio urbano, la propia LOGSE (Ley 1/1990 de 3 de octubre, BOE de 4 de octubre de 1990) nos da las pautas para los planteamientos educativos que debemos resaltar en el medio rural, pues dice en su Capítulo II, dedicado a la educación primaria y concretamente en su artículo 13 dice: "La educación primaria contribuirá a desarrollar en los niños las siguientes capacidades: Conocer las características fundamentales de su medio físico, social y cultural, y las posibilidades de acción en el mismo; valorar la higiene y salud de su propio cuerpo, así como la conservación de la naturaleza y del medio ambiente; utilizar la educación física y el deporte para favorecer el desarrollo personal."
Además estos contenidos nos los presenta en sus cinco bloques: "El cuerpo: imagen y percepción", "El cuerpo: habilidades y destrezas", "El cuerpo: expresión y comunicación", "Salud corporal" y "Los juegos".
Siguiendo estas pautas y teniendo presente que las actividades que realicemos deben aportar algo, no practicar lo que habitualmente vienen haciendo en sus tareas diarias o juegos (compensación); que las actividades deben propiciar el trabajo en equipo utilizando habitualmente los juegos cooperativos en nuestras sesiones; que no necesitamos materiales ni sofisticados, ni específicos, ni caros, pues los podemos obtener del propio entorno; que debemos hacer prevalecer la participación sobre la competición; que los niveles técnico y táctico deben tener una exigencia mínima; independientemente de los planteamientos educativos que se derivan de los propios contenidos y objetivos a desarrollar y a alcanzar, deberemos hacer hincapié en: el bloque de salud corporal como fuente de bienestar integral, de la recuperación de los juegos tradicionales como parte de su cultura y de la realización de actividades extraescolares comunes con los colegios de pueblos limítrofes. Los tres planteamientos pueden desarrollarse (y de hecho deben) de forma conjunta, teniendo como eje central los juegos tradicionales.
Normalmente la salud se viene trabajando como un ente aislado y de manera elemental relacionado con la higiene y el cuidado del cuerpo. En este tema las zonas rurales se encuentran claramente en un estadio anterior a las ciudades, debido sobre todo al poco desarrollo cultural en este tema, a la carencia e instalaciones adecuadas y al nulo impulso que se recibe por parte de las familias.
Desde nuestra labor docente debemos llegar un poco más adelante, no limitarnos a tratar de la salud solo como un tema transversal o en momentos puntuales del curso. Nuestro máximo, y posiblemente único, objetivo deberá ser modificar los hábitos hasta crear otras formas de actuación en la higiene, el cuidado del cuerpo, la alimentación, la seguridad, etc. y por añadidura el respeto y el cuidado del entorno como fuente de salud.
De nada nos servirá que en la escuela hablemos y practiquemos el aseo personal y las posturas correctas, si en sus casas no disponen ni de duchas, ni de mobiliario adecuado. Debe ser toda una reflexión y unos planteamientos que vayan más allá de nuestra aula, y sean las propias familias y las instituciones quienes desarrollen los programas necesarios, pero siempre con el impulso de ir formando a nuestro alumnado.
Así para poder llevar a cabo estos planteamientos es necesario que involucremos a toda la comunidad educativa y contemos con la ayuda de especialistas; como por ejemplo, el médico que atiende a los lugareños.
Planificar talleres de alimentación, higiene, consumo, etc. todas las actividades a través de juegos relacionados con estos temas y siempre con la participación de las familias, en la medida de lo posible dada la actividad profesional que ambos miembros mantienen, pueden ayudarnos a que se vayan modificando las actuaciones en los domicilios. Relacionar la alimentación con los juegos tradicionales, utilizando los "alimentos de época" para nuestros menús, al mismo tiempo que jugaremos y construiremos los útiles de cada juego con sus restos: cáscaras de nuez, pepitas de diferentes frutos, hojas de mazorcas, etc.
En el tema de alimentación deberemos trabajar en la consolidación de una dieta que incluya todos los alimentos que tengan posibilidad de adquirir con normalidad, pero que sea lo más variada posible y sobre todo evitar que solo contenga los alimentos congelados o precocinados, que se están implantando en el medio rural por su comodidad para la mujer trabajadora. Es importante que vayamos inculcando que se elimine el exceso de grasas y los alimentos precocinados de baja calidad, potenciando o dando el valor que merecen los alimentos de cosecha propia y una alimentación más tradicional, complementada con productos, si no propios, si naturales; y sobre todo ir mejorando los desayunos.
En la higiene ir introduciendo, ya que la ducha diaria es un tema complicado en un principio, el que al menos se laven las manos antes de cada comida y al terminar nuestras sesiones de educación física. Inculcarles los lugares exactos para defecar y los motivos que hay para hacerlo en esos sitios concretos.
Si en el centro disponemos de comedor escolar, coordinar con los responsables que la confección de los menús sea la más indicada para la zona, incluso que aporte las carencias naturales que provocan el agua, la leche, el consumo de poco pescado que forman parte de su alimentación. Además aprovechar para que se practique adecuadamente la higiene habitual de manos y cara y la limpieza bucal.
Otro aspecto importante es ir modificando la ropa que utilizan para vestirse, tanto para la realización del ejercicio físico, como para sus tareas habituales. A través de las actividades de expresión corporal, con la introducción de personajes que se distingan por su correcta o incorrecta forma de vestir, que simulen enfermedades, etc., es buen camino para trabajar estos aspectos relacionados con la salud.
Para poder aplicar los juegos tradicionales en nuestras sesiones de educación física es necesario un planteamiento serio, no limitarse a recoger juegos de los textos que existen en el mercado, ni aquellos que se nos vayan ocurriendo según llegamos a cada escuela. ¿Por qué es importante aplicar estos juegos en la escuela? Trataré de justificarlo debidamente, con las aportaciones que Cristina Pérez, después de años de investigación en este campo me ha hecho llegar.
Los juegos tradicionales tienen la connotación de los momentos concretos en que se jugaban, no solo las diferentes épocas de la historia, sino los precisos momentos del año. Aún hoy vuelven por oleadas sin que nadie sepa realmente la razón. A diferencia de los juegos populares, que se practican por una gran masa de población, los tradicionales tienen un limitado grupo de conocimiento, y aunque muchos se repiten en todo el mundo con diferentes nombres y pequeñas variaciones, normalmente pertenecen a un lugar y a unas gentes.
La mayoría están relacionados con las tareas típicas de la zona, con la alimentación, con la espiritualidad o con competiciones entre muchachos y muchachas de diferentes pueblos.
Aplicar estos juegos en la escuela supone, además de mejorar las capacidades físicas básicas y la necesaria adaptación de los patrones motores previos a las habilidades propias de los juegos tradicionales, que lel alumnado conozca y practique juegos y deportes de diferentes zonas y que averigüen "a qué jugaban sus mayores", pues a través de ellos se transmiten las tradiciones de los pueblos. Practicar los juegos tradicionales en la escuela es una forma natural en la que el niño o la niña realiza la actividad física. Se trata de tomar aquello que permanece del juego tradicional, sin mitificarlo, pero si promoviéndolo. Un cuadro interesantísimo que Cristina nos hace llegar (cuadro 1) es el de las ventajas del juego tradicional frente a los juegos industrializados de la actualidad.
Pero posiblemente el aspecto motivador ayuda muchísimo a los docentes para utilizarlos en sus clases con el objeto de inculcar los valores que tanta dificultad comportan habitualmente, utilizando las planteamientos más clásicos.
Ahora bien para que los juegos tradicionales puedan ser utilizados en la docencia de la educación física es importante conocer: los aspectos antropológicos de estos juegos, a lo que habitualmente juegan los niños y niñas y que tratamiento especial se debe dar en la escuela.
Debemos realizar un trabajo de investigación y recuperación de los juegos tradicionales. Las personas mayores de los pueblos, con las que podemos hablar nos explicarán los juegos como algo propio de su infancia, como inventado y jugado solo por ellos. Solo en algunos casos muy concretos -por ejemplo los pastores- nos relataban quién los había aportado y añadido a sus actividades lúdicas de los lugares donde llegaban.
El trabajo de investigación y de recuperación de estos juegos se debe hacer , partiendo de los propios alumnos, esencialmente preguntando a las personas mayores, bien familiares de nuestros alumnos o bien personas conocidas en los pueblos por su avanzada edad o su habilidad para contar historias, ayudándoles a rememorar los distintos momentos de su infancia, e incluso encontramos varios pequeños museos etnográficos en sus propios domicilios, de aquellos enamorados de sus lugares de origen.
Más tarde si en la puesta en práctica durante nuestras sesiones hubiera alguna duda, que los propios informantes asistan a nuestras sesiones y que directamente nos muestren los juegos.
Como ejemplo de ficha que puede rellenarse para esta investigación podría valer una de este estilo:
Modelo de ficha
. Nombre del juego (con todas las posibles variaciones).
. Momento del año o días en que se jugaba.
. Quiénes, cuantos, etc.
. En qué lugares.
. Con qué materiales (localizarlos para dibujar o fotografiar).
. Reglas más elementales.
. Breve historia y temas relacionados.
Todas estas fichas deben ser confrontadas y clasificadas hasta realizar pequeños libros con todas ellas que permanezcan en los colegios para consulta de quien lo desee. Es importante que estos libros los realicen los propios niños con sus dibujos, en los momentos en que es imposible la tarea en el exterior. La ayuda de los padres y los demás maestros y maestras se hace imprescindible.
A la vez debemos ir fabricando los materiales con los cuales practicar estos juegos. Dado que muchos de ellos son temporales, pues dependen de lo que la naturaleza produce en cada momento (nueces, mazorcas, hojas secas, castañas, etc.). Deberemos adaptar esta construcción al instante en que dispongamos de los materiales. Igualmente será imprescindible la ayuda de los lugareños para conseguir estos utensilios, su experiencia es la base del trabajo y acudir al carpintero, herrero, etc., del pueblo nos facilitará sobre manera las cosas.
Además de la práctica en nuestras sesiones de estos juegos y en los intercambios con los pueblos cercanos, donde podremos comprobar los matices diferenciadores, deberemos trabajar con murales explicativos del desarrollo completo de los juegos, de la ubicación exacta del lugar donde se jugaba, del momento del año y los motivos, de la pequeña historia o leyendas que rodean a cada uno, etc.
Acabar con una exposición de todos los trabajos, libros, murales, materiales, en recorrido por todos lo pueblos de los centros rurales más cercanos, pudiendo coincidir con esos días (un lunes al mes) en que realicemos el intercambio deportivo entre colegios que explicaremos más adelante; con la demostración práctica de los juegos, tanto por nuestros alumnos, como por los mayores del lugar; con una comida típica de la zona que conlleve los alimentos relacionados con los juegos; las posibles charlas y conferencias de quienes nos hayan ayudado con su memoria, etc.; y todo de acuerdo con las demás áreas del conocimiento, puede ser el planteamiento a desarrollar con una duración de cuatro cursos, al menos.
La organización de intercambios entre los colegios de pueblos limítrofes supone, ventajas y desventajas:
. Como ventajas: tener otras referencias de los maestros de educación física de los centros con los que intercambiemos las actividades físicas, además de ampliar las instalaciones y los materiales. De manera colateral encontramos poder plantear objetivos y currículos comunes.
. Como desventajas: las ya conocidas e inherentes a todas las áreas, entre otras: la necesidad de destinar tiempos no lectivos para coordinar, el poco apoyo económico que se suele encontrar a estos planteamientos, el rechazo natural de los otros especialistas a modificar sus programaciones y sobre todo ser capaces de transferir adecuadamente estas actividades y juegos a los PEC de cada colegio.
¿Qué objetivos se deben plantear en el proyecto de intercambio de centros? Como posibles ideas podemos apuntar:
. Compensar la carencia de infraestructuras y de materiales.
. Aprovechar para practicar aquellas actividades que necesitan un número concretos de niños y niñas y del que no disponemos en nuestras clases diarias.
. Potenciar el asociacionismo, las actividades cooperativas y el respeto a otras comunidades diferentes a la propia.
. Relacionarse, y por tanto conocer, a los niños y niñas de los pueblos limítrofes, menguando así las posibles rivalidades que la tradición venga manteniendo entre los habitantes de estas comarcas.
. Coordinar con todos los maestros y monitores responsables de la educación de la zona rural que nos ocupe.
. Orientar las actividades de ocio y tiempo libre.
. Acabar con el aislamiento de estas zonas rurales.
. Ofrecer alternativas al tiempo libre lejos de las tareas propias de los adultos, agrícolas y ganaderas, principalmente.
El desarrollo de los intercambios debe realizarse en horario escolar, contando con la compañía de transporte que realice el servicio a los colegios. Por ejemplo un lunes al mes se desplazarán los alumnos que vayan a competir de cada centro al que le corresponda ese día organizar la jornada.
Las diferentes competiciones, que pueden ir desde las típicas de balonmano, baloncesto, futbol-sala, voleibol, etc., hasta las dedicadas a juegos tradicionales, juegos cooperativos, etc., nunca buscarán la victoria, pues incluso dejará de indicarse el ganador de cada actividad, y se tratará de utilizar la actividad física como medio para educar. La última jornada, y en la localidad que reúna mejores condiciones, se celebrará un cross entre todos los alumnos y alumnas de todos los colegios involucrados en este intercambio; sería una jornada de convivencia con todas las comunidades educativas involucradas, en la que incluso se comparta la comida y otros momentos de ocio. Servirá para analizar cuanto hayamos venido realizando a lo largo del curso. Aprovechemos para realizar las exposiciones de los trabajos relacionados con la salud y los juegos tradicionales.
Como alternativa al cross se puede celebrar la "Búsqueda del tesoro", y tal como nos indica Cristina que el premio repartido entre todos puedan ser por ejemplo unos paquetes de frutos secos, para huir de las típicas bolsas de golosinas.
Cada actividad se realizará y organizará en una de las localidades participantes, lográndose fomentar así el conocimiento del entorno de cada centro, y las relaciones entre alumnos de su edad.
De forma que al final de las actividades programadas, hayan participado el mayor número de alumnos y alumnas pues cada uno de ellos tendrá que participar obligatoriamente en una de las actividades programadas y en el cross del último día.
Unido a estas actividades conviene realizar un concurso de carteles que anuncien en cada pueblo todo el evento, trabajos de redacción, de pintura y manualidades, e incluso quienes lleven la contabilidad de cuanto se realiza, esto es, asistentes, climatología, resultados (sin vencedores ni vencidos), materiales, etc.
En todos los juegos y deportes está garantizado el éxito, pues deben hacerse de forma voluntaria en cuanto al propio deseo de participar, sin que para ello se tengan en cuenta las capacidades físicas de los alumnos y alumnas.
Estas tres posibilidades se presentan de manera muy general y siempre pensando en la enorme variedad de escuelas que hay en el medio rural. Hemos elegido aquellas por su fácil desarrollo, por su contrastado éxito en su aplicación y porque realmente vienen a compensar las carencias habituales que en la actividad física se denota en el mundo rural.
Podríamos plantear otras, pero requerirían demasiado compromiso y gastos para llevarlas a cabo. Intentemos estas y cuando ya sean parte de la docencia en la escuela rural, demos el salto a proyectos más ambiciosos.
Conclusiones

. Evitar que la escuela rural desaparezca y por ende la desaparición de las zonas rurales. Una apuesta económica clara puede ayudar en este tema.
. Antes de enfrentarnos a la educación del medio rural debemos huir de los tópicos y clarificar en qué zona desarrollaremos nuestra labor.
. Deberemos arbitrar un conjunto de líneas de organización e intervención educativa en las escuelas rurales. Cada escuela, cada aula, deberá disponer de su propio planteamiento educativo.
. Importante volver los aspectos negativos (escaso alumnado, incidencias climatologías y carencia de infraestructuras deportivas) en aspectos positivos dentro de la escuela rural.
. En educación física, cuando se trabaja en el medio rural se impone una metodología distinta, alejada de las clases magistrales. Objetivos propios en el medio.
. Deberemos desarrollar un conjunto de líneas de organización e intervención educativa en las escuelas rurales.
. Es necesaria una reforma de los planes de estudio de las escuelas de magisterio. Debe pasar a la categoría de licenciatura e incluir en sus temarios conceptos específicos de la escuela rural.
. Tres planteamientos educativos se presentan como adecuados a desarrollar en el medio rural: salud, juegos tradicionales e intercambios deportivos.
. Queda claro que en las zonas rurales es principalmente la actividad física, y por lo tanto su impulsora natural, la educación física tiene un papel relevante como dinamizadora de la educación para la salud.
. Se ve fundamental, en el mantenimiento de la cultura propia de las zonas rurales la recuperación de los juegos tradicionales y todo lo que conlleva su práctica.
. El intercambio deportivo entre pueblos limítrofes ayudará a ofrecer alternativas de ocio y tiempo libre, así como a potenciar el asociacionismo, como una forma de relacionarse.
Bibliografía

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MEC (1989): Diseño Curricular Base (Libro blanco). Madrid. MEC.
MEC (1990): Ley de Ordenación General del Sistema Educativo. Madrid. MEC.
MEC (1992): Infantil. Educación en el medio rural. Madrid. MEC.
MEC (1992): Currículo oficial área de educación física. Cajas Rojas. Madrid. MEC.
MORENO, C. y otros (1993): Aspectos recreativos de los Juegos y Deportes Tradicionales en España. Madrid. Gymnos.
URIEL, J.R. y otros (2002): El Juego como recurso didáctico. Cantabria, Santander. ANPE.
Dirección de contacto

José Ramón Uriel
CP Pedro del Hoyo. Colindres (Cantabria)
jruriel@interbook.net

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