El Viejo Y El Mar

El viejo y el mar

Esta maravillosa obra fue publicada por Ernest Hemingway en el año 1952. Fue su obra más famosa, y considerada uno de los trabajos de ficción más destacados del siglo XX. Posteriormente Hemingway obtuvo el Premio Nobel de literatura por su obra. Este libro, lleno de enseñanzas y encierra un mensaje muy inspirador para cualquier persona, sin importar la edad, que se disponga a su lectura. Nos demuestra que con constancia y disciplina, podemos hacer todo lo que nos propongamos

El viejo y el mar narra la historia de un hombre, Santiago quien se dedicó toda su vida a la pesca. En ella se describe como Santiago, quien ya era un hombre viejo, llevaba pescando por 84 días sin lograr atrapar a ningún pescado.

Santiago es una persona que vivió plenamente, pues siempre recordaba experiencias pasadas sobre aventuras en el mar, y fuera de él. Además siempre soñaba con leones marinos, y poseía una imaginación increíble. Es un hombre modesto y perseverante que luchaba cada día para ser una mejor persona, sin rendirse jamás ante las circunstancias que se le presentaban.

Un joven llamado Manolin era su fiel compañero en sus viajes de pesca. Sin embargo, sus padres insistían que trabajara con otros pescadores que lograban pescar más rápidamente y en mayor cantidad que Santiago; así que no permitieron que lo acompañara más. El joven con mucha tristeza debió dejar al viejo. Sin embargo, el sentía una gran admiración por Santiago, siempre fue fiel a su amistad. Asimismo estuvo muy pendiente y se preocupo mucho por él.

Habiendo transcurrido los 84 días, y sin Manolin a su lado, Santiago estaba solo, pero tomo la determinación de no rendirse. Salió a pescar con la misma motivación que lo caracterizaba. Estuvo unos días en el mar sin tener suerte. Pasaron de 3 a 4 días antes de que al fin pudiera pescar algo. Se trataba de un pez de dimensiones muy grandes. Santiago llego a afirmar que se trataba del pescado más grande al que se había enfrentado en todos sus años de pesca.

Se sintió muy emocionado, pero sabía que debía mantener la calma. Esto demuestra un carácter tranquilo, muy consciente y sensato en sus decisiones. En lugar de apresurarse y actuar de manera rápida, decidió esperar a que el gran pescado se tragara completamente su anzuelo, y de esta manera sea mucho más sencillo atraparlo.

Sin embargo, esta decisión le costó perder mucho más tiempo del que imaginó. Transcurrieron los días y el pez no se movía, incluso el viejo hablaba con él con mucho cariño y compasión. Esto muestra su amor a la naturaleza y su fascinación hacia todo lo relacionado con el mar. Se sentía maravillado por la belleza de su presa, y se lo mencionaba constantemente.

Por fin llego el día en el que el animal se rindió y pudo pescarlo. Se trataba de un pez sumamente grande, tanto que no entraba sino en el costado del

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