El juego de la vida.

Autor: Mario Alberto Campuzano Cruz

El juego de la vida

Tom Parker era un joven de Kansas, con un sólo propósito, casarse con su hermosa novia, Alice Johnson.

        Llevaban ya seis años saliendo, se conocieron en la preparatoria, ella era un año más grande que Tom. Por la opinión de sus amigos y conocidos, era una relación como ninguna otra, una relación que al parecer no tendría fin.

        Era un 28 de febrero de 1989, Tom y Alice caminaban hacia “Loose Park” un lugar muy especial para ambos, ya que ése fue el lugar donde se conocieron. Celebraban su séptimo año como pareja. Al llegar, Alice vio que había un pequeño kiosco el cual estaba adornado con velas y pétalos de rosas, lo más romántico que había visto en su vida, Tom la llevó hasta ese lugar y se sentaron para cenar. Pasaron el mejor momento de sus vidas, eran risas, eran abrazos, se respiraba una densa nube de amor.

        El sol cayó, las estrellas decoraron el hermoso momento. Tom se puso de pie un momento sólo para después colocar una rodilla en el piso, sacó de su abrigo una pequeña caja que dentro guardaba un hermoso diamante, no era el más caro, pero sí el más especial para él. Inmediatamente Tom tomó la mano de Alice y con una dulce y cálida voz pronunció las palabras que toda mujer anhela escuchar en algún momento de su vida. Tom le propuso matrimonio a su amada.

        Alice sin pensarlo dos veces aceptó con lágrimas de felicidad corriendo por sus mejillas. Era el día más hermoso de sus vidas.

        Tom acompañaba a Alice a su casa, quería pedir permiso a sus padres para esposar a su hija, los dos estaban convencidos que no habría ningún problema, ya que los padres de Alice veían a Tom como un hijo. Caminaban felizmente bajo la luz de la luna, nada podía arruinar el momento, nunca se habían sentido tan felices.

2

Próximos a llegar a su destino se toparon con dos hombres, ambos vestían unos grandes abrigos de color negro, estos notaron el brillo que emitía la hermosa sortija de Alice, despertando así su instinto animal. Intentaron quitarle la sortija, Tom trató de impedirlo, uno de los sujetos sacó de su abrigo un arma, Tom intentó desarmarlo, pero no dio fruto su intento, ya que el arma del hombre había logrado disparase, todo se tornó silencioso, nadie sabía que había pasado, los bandidos se fueron inmediatamente del lugar. Tom volteó para ver a su amada, pero esta yacía en el piso, sólo se lograba ver una enorme mancha roja sobresaliendo de su vientre. La bala había alcanzado a Alice.

        El mejor día de Tom se había convertido en un día que lo iba a atormentar para toda su vida.

         Pasaron dos años después de este trágico evento y Tom era otro, no salía, no quería hablar con nadie, simplemente había perdido todo lo que tenía en el mundo. Su mejor amigo, Robert, lo visitaba cada viernes de cada semana. Salían y pasaban buenos momentos, pero Tom nunca se volvió a sentir completo.

        Una noche Tom salió con Robert a un bar. Tom se encontraba en la barra tomando un whisky, cuando a su lado se sentó una bella dama. La dama le preguntó a Tom si le molestaba su presencia, Tom al verla se sorprendió, pues encontró en su rostro una belleza asombrosa. Le peguntó su nombre y esta le respondió “Pamela”.

        Platicaron durante horas, los dos se sentían muy cómodos hablando, Tom se sentía diferente, se sentía como hace mucho tiempo no lo hacía. Acompañó a la chica hasta su casa, al llegar invitó a Tom a pasar, pero este se negó, no quería ser descortés, así que mejor se despidió. Pamela, cuando notó que Tom se iba a acercar para despedirse, lo besó. Lo besó tan intensamente que los dos entraron en un ambiente romántico y lleno de pasión, poco a poco exploraron sus cuerpos, se habían entregado el uno al otro con tan solo un día de conocerse, había algo ahí, tal vez algo que Tom jamás había experimentado.

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