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Empezar por el Principio


Enviado por   •  28 de Noviembre de 2013  •  Tutoriales  •  1.654 Palabras (7 Páginas)  •  201 Visitas

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Capítulo I

Empezar por el Principio

Antes de ponernos a educar a nuestros hijos es bueno saber el principio y comenzar por él. Es decir, conocer en que consiste el arte de educar. Cinco son los principios generales de la educación en nuestro objetivo de ENSEÑAR A AMAR a NUESTROS HIJOS.

o Todo a su tiempo: también lo podemos llamar con el nombre de gradualidad. Todo se ha de enseñar poco a poco y cuando se está preparado para aprender. De esta forma aseguraremos el éxito del aprendizaje y se facilita la seguridad, la autoestima y aprendizaje de nuestros hijos. “Cada cosa a su tiempo”.

o La Verdad Aunque Cueste: pose se valora lo que poco cuesta, tal vez por eso cuesta decir tanto la verdad, para que se valore convenientemente, y esto exige de nosotros no bajar la guardia en ningún momento, vigilar lo que se dice a nuestros hijos del amor. Y estudiar lo necesario para no ser simplistas en las respuestas y sí sencillos. “Sólo nos sirve siempre la verdad”.

o Planifica que algo queda: si no tomamos la educación de nuestros hijos como un trabajo profesional, no dejaremos que la educación vaya desarrollándose al azar. Los padres realizan un plan de acción personalizado para cada uno de sus hijos, en el que se concretan objetivos, acciones, tiempo y evaluación.

o Empezar es Importante pero no Basta: la educación es una tarea que dura toda la vida, no es fácil poner un plan concreto en marcha, pero si tener la constancia, paciencia, y confianza para no dejarlo morir. El amor es una virtud en la que siempre se puede crecer, es bueno estar siempre junto a nuestros hijos conforme van desarrollando su personalidad.

o Sólo lo Valioso Cuesta: estar pendiente de cada uno de nuestros hijos no es fácil, pero es gratificante, y aún lo es más comprobar con ellos se esfuerzan con ilusión por conseguir las metas que sus padres les proponen y después las que ellos mismos se fijan, vale la pena, ya que NO SE APRENDE NADA SIN ESFUERZO.

Capítulo II

Para tener en cuenta a la persona en su totalidad:

En la educación nunca podemos perder de vista la unidad integral y total de la persona, cuerpo, alma; conjunto bilógico, efectivo e intelectual; inteligencia y voluntad, y para que aprendan a amar.

o La persona es algo más que su cuerpo: el amor se manifiesta a través de la pasión, de la emoción, el sentimiento, a través de la sexualidad corporal; a través de la inteligencia y la voluntad, al educar a nuestros hijos les enseñamos como es la sexualidad femenina y masculina, les enseñamos a no servirse sino a servir a.

o La inteligencia sirve para pensar: el centro del amor está en el corazón, donde convergen la inteligencia, la voluntad y el control de la sexualidad está en el cerebro, que procesa la información transmitida por las células nerviosas, estimuladas sexualmente y la armoniza o inhibe dando entrada a la voluntad. Es decir que para enseñar el amor a nuestros hijos debemos de usar su inteligencia para que aprendan.

o Un corazón traicionero ya no lo quiero: la educación de la libertad comienza con la educación en el autodominio. Es decir fortaleza y templanza, el que no es dueño de sí mismo difícilmente va a ser capar de entregarse a otro y en eso consiste el amor. Los caprichos impiden el fortalecimiento de la voluntad y debilita la capacidad de amar, ya que es necesario ser dueño de uno mismo.

o Cada uno es cada uno: cada hijo es diferente y debemos ofrecerle las ocasiones que necesiten para educarlos, ya que se necesitan planes de acción diferentes y concretos para cada quien. o El otro también existe: en el amor el otro es más importante que uno mismo. El amor es relación, comunicación con la otra persona, de una forma plena y total para siempre. El amor que sólo piensa en uno mismo es un amor prostituido.

o Dios ni está mudo ni se queda impasible: se ha de contar siempre con un Dios para ser feliz, él quiere lo mejor para cada uno de nuestros hijos, aunque a veces sea difícil de entender.

Capítulo III

Sexualidad femenina y masculina

La radical unidad y dignidad de la persona tiene, dos expresiones diferentes: el hombre y la mujer, el amor tiene un modo propio para cada uno, como también sufren cambios biológicos y psicológicos durante su desarrollo. El fin de la sexualidad es unidad, procrear y perfeccionarse.

Parte Segunda: Enseñar Amar de 0 a 12 años.

Capítulo IV

Los seis Primeros Años:

Es muy importante no dejar pasar este período sin aprovechar todas las oportunidades educativas de nuestros hijos. Nacen dependiendo completamente de los padres, cuando cumplen seis años su independencia se manifiesta, hablan para expresar lo que les pasa, corren de un sitio a otro, comen y se visten sin ayuda. El ejercicio físico favorece la evolución de la inteligencia y el aprendizaje. Se inician períodos sensitivos de algunos hábitos: orden, sinceridad, y comienza el despertar religioso. Son egocéntricos y preguntan todo. Van asimilando las reglas sociales y van integrando lo que está bien y lo que está mal. Se dan cuenta que hay personas como él y otras distintas. Se preguntan el porqué de todo.

Se debe de orientar a los niños y niñas en las cuestiones que son diferentes, cuerpo, afectividad, forma de pensar y querer. La educación de la sexualidad de nuestros hijos

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