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Etica Profesional


Enviado por   •  25 de Agosto de 2013  •  5.720 Palabras (23 Páginas)  •  431 Visitas

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Desarrollo Histórico de la Ética Empresarial:

El término que actualmente se utiliza tiene su origen en Estados Unidos y su uso se extendió en los años setenta. La historia de la ética empresarial en Estados Unidos puede considerarse como la intersección entre tres corrientes entrelazadas. Cada una de estas puede dividirse a su vez en al menos dos ramas correspondientes.

1. Corriente de la ética en los negocios:

Se refiere a la larga tradición de aplicar a los negocios las normas de la ética, del mismo modo que se han aplicado a otros aspectos de la vida social y personal. Esta corriente puede dividirse además en la rama secular y la religiosa.

2. Corriente desarrollo de una disciplina académica:

Que ha recibido el nombre de ética empresarial. Esta se divide asimismo en dos ramas principales, siendo una la rama de la ética empresarial filosófica, normativa y crítica y la otra la rama científica y social, principalmente descriptiva y empírica.

3. Corriente de adopción en los negocios de la ética:

Se subdivide en la integración de la ética en los negocios y la práctica empresarial por un lado, y el compromiso de responsabilidad social de la empresa por otro.

En los años ochenta, la ética empresarial se introdujo en Europa y Japón, aunque el término no encontró una traducción sencilla y su desarrollo en cada país difería del seguido en Estados Unidos por las diferencias sociopolíticas y económicas. Más adelante se propagó de formas distintas a otras partes del mundo, en cada ocasión con un énfasis e historia locales diferentes. A escala internacional, pasó a asociarse con el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, iniciado por el entonces secretario general de la ONU Kofi Annan de cara al Foro Económico Mundial celebrado el 31 de enero de 1999, que despegó oficialmente en julio de 2000.

De las tres corrientes, la primera, o corriente de la ética en los negocios, es la más amorfa y más ampliamente seguida. Este es el sentido que el público general, los nuevos reporteros y comentaristas, políticos y gente del mundo de los negocios tienden a dar al término. En este sentido, la ética empresarial no es nada nuevo, aunque el término como tal no se empleara para describirla antes de los años setenta. La corriente representa la creencia ampliamente extendida de que la ética se aplica a los negocios del mismo modo que se aplica al resto de los aspectos de la vida. Los escándalos de soborno, abuso de información privilegiada, publicidad engañosa y situaciones similares, las historias sobre Enron y Arthur Andersen, y el sistema Ponzi de Bernard Madoff representan lo que generalmente se considera una mala conducta en los negocios y el público general lo asocia con la ética empresarial, o más concretamente, con el fracaso de la ética en los negocios.

Las reglas de la moralidad que se incumplen son aquellas que se aplican a todos los componentes de la sociedad. La sola mención de la ética empresarial suele suscitar anécdotas sobre los delitos de alguna compañía o de algún hombre de negocios. Peter Drucker, conocido teórico de la gestión empresarial, fue uno de los que proclamaron la inexistencia de algo como la ética empresarial, solo existía la ética en los negocios. Veía lo que consideraba la ética empresarial (Drucker 1981) como varios intentos de justificar prácticas empresariales claramente inmorales según la norma habitual. Tenía razón al lanzar ataques contra dichos intentos, pero lo escribió antes de que se desarrollara la disciplina académica y sus comentarios no incluían la disciplina como realmente se creó. En su desarrollo real, la mayoría admitía que las reglas de la moralidad habituales se aplican a los negocios al igual que al resto de los aspectos de la vida.

Los escándalos de soborno, información privilegiada y situaciones similares se consideran una mala conducta en los negocios y el público general lo asocia con la ética empresarial y el fracaso de la ética en los negocios.

La historia de la ética en los negocios se remonta en el tiempo tanto como la ética y los negocios. Podemos imaginarnos los primeros trueques basados en un sentido de intercambio igualitario. Se ha mencionado dos ramas, la secular y la religiosa, y en ambas encontramos una historia paralela en relación con el desarrollo de la ética según se aplica a los negocios.

En su Ética a Nicómaco Aristóteles mencionaba la justicia como el intercambio de iguales por iguales y en Política trataba “el arte de la adquisición”, el comercio y la usura como parte de la ética en el hogar. Si damos un salto a la era moderna, John Locke (1690) desarrolló una defensa de la propiedad privada como un derecho natural basado en el esfuerzo de alguien por conservar el bien en cuestión. Adam Smith, quien escribió la Teoría de los sentimientos morales antes de La riqueza de las naciones, escribió sobre la ética de los negocios, así como sobre la falta de la misma entre los hombres de negocios que operaban entonces. David Hume, John Stuart Mill y muchos otros escribieron sobre la moralidad o la ética existente en desarrollar un sistema económico empresarial libre. Karl Marx elaboró el más mordaz ataque sobre lo que denominó capitalismo, un periodo de la historia que consideró necesario y para el que admite que la productividad humana se ha desarrollado más que en cualquier otra época. Para él, el problema del capitalismo es que la mayor parte de los beneficios se los llevan unos pocos, cuando hay suficientes para repartir entre todos.

Todos estos escritores han aportado algo a la historia de la ética de los negocios y sus pensamientos se han filtrado de distinta forma hasta llegar al pueblo. No se trata de que el hombre de la calle o los trabajadores de los medios de comunicación hayan leído todos estos trabajos. Más bien, lo que estos autores escribieron de forma diversa se ha convertido en parte de la visión aceptada de los negocios y la ética.

Por ejemplo, encontramos en la prensa o medios de comunicación pocos pensamientos o argumentos sobre la justificación moral de la propiedad privada. Se considera obligado en la mayoría de los países desarrollados que cada persona tenga derecho a su propia propiedad y que esta se encuentre protegida por ley. Si bien se debate la adecuación de la función desempeñada por el Gobierno, los fundamentos de la propiedad, la legitimidad de la empresa privada y el sistema de salarios se consideran sin duda alguna la estructura económica aceptada y aceptable de la sociedad.

La crítica que Karl Marx hace al capitalismo nunca tuvo un

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