GENERACIÓN ESPONTÁNEA.

Aristóteles se cuestionó el origen de la vida, creía que la vida podía aparecer de manera espontanea, ya sea de materia orgánica, inorgánica o combinadas. Luego de más de 20 siglos de creer en esta teoría, llegó el filósofo Franchesco Redi (larvas-carne) Decían que era por el aire así que más tarde él realizó un segundo experimento y esta vez solamente cubrió los frascos con gasa y debido a esta, el aire podía pasar. El resultado fue igual al anterior ya que la gasa impedía el acceso a los insectos y por lo tanto no “generaba” larvas. Más tarde se descubrió que existían microorganismos que descomponían los alimentos.

Jhon Needham decía que los microorganismos podrían surgir de un caldo nutritivo calentado. Lázaro Spallanzanani repitió los experimentos de Needham en 1765 y obtuvo que los resultados obtenidos del primer biólogo, se debieran por el ingreso de microorganismos del aire en el caldo, pero si se los hervía bien, estos se eliminaban.

Luego en 1868 se realizó una serie de experimentos por Louis Pasteur en donde comprobó que los microbios se originaron de otros microorganismos. Para esto utilizó dos matraces (Recipiente de vidrio, generalmente de forma esférica y con un cuello recto y estrecho, que se usa en los laboratorios para contener y medir líquidos.) y vertió caldo en partes iguales, en cada uno, los hizo hervir para eliminar microorganismos posibles que podrían haber,  dejó un matraz recto y otro con el cuello en una forma de S, observó que ninguno tenía señales de microorganismos y luego cortó el tubo de uno de los matraces. El matraz cerrado tardó poco tiempo en descomponerse mientras que el abierto permaneció en su estado inicial. Después de todo esto se creó la ley de la “biogénesis”, “todo ser vivo proviene de otro”.

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